La tecnología ha evolucionado a pasos agigantados. Hace unos pocos años comprar un smartphone era mucho más caro, y las posibilidades que ofrecían eran bastante inferiores. A pesar de que la tecnología sigue avanzando, hemos llegado a un punto en el que el mercado de los smartphones parece haberse estancado.
Más de uno se sentirá identificado con la sensación de que cada nueva generación es más de lo mismo, pero con más numeritos, con innovaciones que no parecen acabar de convencer. Conforme sigue evolucionando el mercado, los costes de fabricación son cada vez menores, y eso ha provocado que podamos conseguir smartphones bien capaces por cada vez menos dinero.
Es complicado saber si la decisión de irnos a por un móvil más caro o más barato encajará en nuestras necesidades. Cada teléfono aporta su propio valor, y no es fácil saber si optar por un teléfono u otro merece más la pena. En mi caso he decidido renegar de la gama media para convivir con un terminal más humilde durante un tiempo… antes de que os cuente mi experiencia, ¿creéis que habré dado un paso hacia atrás?
He renunciado a la gama alta por un tiempo, y de verdad que no ha sido para tanto
He cambiado mi Nexus 6 por un Redmi 3S y esto es lo que he aprendido
En ocasiones, responder a esta pregunta es bastante sencillo. Si queremos darnos el capricho y podemos permitirmelo, optar por un teléfono de gama alta parece la mejor solución. ¿Pero que ocurre cuando nuestro presupuesto es más limitado? O incluso si lo retorcemos al máximo, ¿nos aportará un teléfono de gama alta todo lo que necesitamos, o es demasiado?
Para ponernos en situación, he aparcado mi Nexus 6 un par de meses, un genial teléfono que a pesar de su veteranía ya tiene incluso Nougat (y va mejor que nunca). Su reemplazo ha sido un Xiaomi Redmi 3S Prime, un terminal que a pesar de ser más moderno, es claramente inferior en todos los aspectos a nivel técnico.
¿Ha supuesto esto un problema en mi experiencia de uso? Estas son las conclusiones que he sacado al convivir tanto tiempo con un terminal muchísimo más económico.
El gran dilema de las especificaciones en 2016
Hace unos años vivimos un gran dilema con las especificaciones en Android. La diferencia entre un terminal tope de gama frente a uno que costase la mitad era muy notoria. Una gama media que a menos que tuvieses un control exhaustivo del terminal con ROMs personalizadas acababas con un teléfono que daba más pena que gloria.
La gama media tiene una ficha técnica más que suficiente para la mayoría.
Esto ha cambiado en la actualidad, y hasta el terminal menos potente tiene un hardware equivalente a un tope de gama de 2013, pero con un software más pulido. Si el terminal que elegimos no tiene bloatware que manche la experiencia, podemos tener un terminal capaz de adaptarse a nuestras necesidades.
Quizás el aspecto más discutible está en la fotografía, que sigue siendo el principal punto de inflexión entre un terminal de una gama u otra.
¿Eres un jugón? Vamos por partes
Juegos populares como Pokémon GO funcionarán en cualquier teléfono.
¿Juegas a videojuegos en tu smartphone? Puede ser uno de los principales argumentos para decidir si nos merece la pena elegir o no un smartphone potente. Hemos hablado sobre la gran evolución de la gama media, pero obviado lo importante. La gama alta ha evolucionado, y el aspecto en el que más han evolucionado los procesadores tope de gama es la potencia gráfica.
Si juegas a títulos con gran exigencia gráfica con frecuencia, la gama alta es lo mejor
¿Quieres jugar a los juegos más exigentes? Mientras más potente sea el teléfono, mejor van a funcionar. Más importante aún, los próximos juegos que vayan surgiendo serán aún más exigentes, lo que nos garantizará que podamos jugar a cualquier nuevo juego que llegue a Android.
Esto solo sucede en caso de que te interesen los títulos más exigentes. ¿Acostumbras a jugar únicamente a los juegos free to play más populares? Tu gama media va a sobrevivir sin problemas, y esto se debe a que el objetivo de estos juegos es alcanzar el mayor número de jugadores, por lo que suelen crear juegos que puedan funcionar en casi cualquier teléfono que tenga menos de dos años.
Los sacrificios de la gama alta
¿Un accesorio para mis auriculares? No en mi teléfono.
Los terminales de gama alta a veces pecan de ser demasiado innovadores, y eso no siempre es tan bueno como parece. A veces durante el proceso de la innovación nos dejamos algunas cosas por el camino, que a pesar de estar técnicamente obsoletas, pueden seguir siendo útiles.
No menospreciemos características como la tarjeta microSD o la Radio FM
Si buscamos ejemplos es facil encontrar a los principales damnificados. Baterías extraíbles, radio FM, tarjetas microSD (que aunque los fabricantes las están volviendo a incluir, durante un tiempo las perdimos), o el reciente caso de los puertos jack 3.5mm.
Pueden decirnos una y otra vez que una tecnología está obsoleta, pero si realmente nos sentimos cómodos con ellas ¿por qué renunciar a ellas? Cuidado al elegir un teléfono que no tenga lo que buscamos, porque por mucho Snapdragon 820 que tengamos podría convertirse en una decepción.
La gama media que apunta a lo pragmático
Y teniendo en cuenta que en ocasiones la gama alta hace esos sacrificios, es posible que nos interese más un gama media. Para aquellos que prefieren la radio a la música en streaming, para aquellos que prefieren más batería a un menor grosor, o incluso para los que busquen tener todas nuestras películas en una tarjeta microSD. Tener todo esto en un teléfono es más probable de conseguir en la gama media.
Las innovaciones acaban llegando
Los lectores de huellas dactilares ya han llegado a la gama media.
Evidentemente, decir eso de que en la gama media tenemos de todo es jugarnosla mucho. Las innovaciones tardan en llegar, y es algo que se nota. La principal ausencia es el NFC, tecnología que últimamente está cogiendo protagonismo por los pagos móviles, aunque existen otras cuantas.
Los lectores de huellas, el conector USB tipo C o los materiales premium son características que poco a poco se están imponiendo en gamas más bajas, pero acaban llegando. Lo más importante es que cuando llegan ya son características que ya están asentadas, siendo los usuarios de gama alta los que han hecho de conejillo de indias.
Reparaciones y reemplazos, en la gama alta duelen más
Como personas, todos somos distintos. Existe gente que trata con excesivo cuidado sus dispositivos, mientras que otros tienen incluso peor suerte. Es cierto que con fundas y protectores podemos minimizar el impacto de los accidentes, pero aún así se nos puede caer el móvil al agua, puede acabar roto al caérsenos por las escaleras o nos lo pueden robar.
Arreglar un teléfono de gama alta puede salir tan caro como comprar un nuevo teléfono
Son cosas que pasan y a algunos nos pasa más que a otros. En los dispositivos de gamas más altas cada vez es más difícil arreglarlo por nuestra cuenta, y el simple hecho de arreglar la pantalla nos puede salir entre unos 120-160 euros.
En la gama media es más fácil encontrar las piezas y algún tutorial sobre como cambiarlas, también es más barato arreglarlas en algún servicio técnico o incluso en el caso de que perdamos el teléfono, no habremos perdido tanto dinero y podremos invertir en un nuevo terminal sin invertir un gran coste.
¿Quien necesita actualizaciones?
Las actualizaciones en Android son uno de los grandes dilemas. A excepción de los Nexus de Google o quizás Motorola, pocas marcas cumplen. Incluso si nos gastamos una gran cantidad de dinero, recibir las últimas versiones de Android nos va a llevar meses de espera, más aún si nuestro terminal no es el más novedoso del mercado.
Si, es verdad que las actualizaciones son útiles para la seguridad de nuestro dispositivo, pero al menos que nos compremos un Nexus, un iPhone, un Windows Phone o un Galaxy S7, las actualizaciones de seguridad no están tan garantizadas. Si optamos por un teléfono con ROMs o teléfonos de Xiaomi si que tendremos un mejor soporte, pero la garantía será inferior.
Aún es complicado tomarnos en serio las actualizaciones
Consigue una mejor experiencia con accesorios o aplicaciones
A la hora de hablar de gamas, es frecuente hablar de que por el precio de un gama media obtenemos una mejor relación calidad/precio. No obstante, existe un argumento en el que no se suele hacer hincapié, y es acerca de los accesorios.
En el mercado actual parece estar bien visto gastarnos 700 euros en un teléfono, mientras que si nos gastamos más de 10 euros en unos auriculares parece que nos están engañando. Gastarnos el dinero que nos ahorramos en una gama superior en accesorios puede aportarnos una mejor experiencia, un ejemplo sería el siguiente:
Evidentemente no tenemos por qué comprar accesorios que no nos interesan… pero ahí tenéis un buen puñado de ejemplos
Los accesorios y aplicaciones pueden aportar más valor que una buena ficha técnica.
En este caso nos hemos gastado un total de 251 euros en accesorios. El conjunto de los accesorios es capaz de compensar la falta de especificaciones de nuestro terminal a cambio de ofrecer una mayor versatilidad. Un terminal que ronde los 200 euros junto a estos accesorios puede ser mucho más completo que comprarnos un teléfono más potente con el que no tengamos accesorios. Además de ello, los accesorios salvo algún problema nos seguirán siendo de utilidad en futuros terminales, lo que lo convierte en una mejor inversión a largo plazo.
Otra idea muy interesante es utilizar el dinero que nos hemos ahorrado en aplicaciones, otra inversión muy útil que tampoco caduca.
Conclusión: Be together, not the same
Sacar una conclusión sobre este artículo puede ser un poco complicado. ¿Es mejor comprar un gama media entonces? ¿La gama alta está muerta?
Es buen momento para citar el eslogan de Android, be together, not the same, que viene a decirnos que estemos todos juntos sin ser iguales. Cada situación es distinta, y mientras algunos usuarios no pueden vivir sin radio FM, otros disfrutan tomando fotos en cualquier calidad con su móvil, algunas personas pueden permitirse un gran terminal con todos sus accesorios, mientras que otros disponen de un presupuesto más limitado.
Al final no se trata de una cuestión monetaria, sino de gustos personales. Es lo maravilloso de Android y la belleza de la fragmentación, que sean las que sean nuestras preferencias, siempre habrá una mejor alternativa para nosotros, y esta no tiene por qué corresponderse con la de nuestro amigo, nuestro vecino, o incluso la de un servidor.
Y todas son respetables.