Que los smartphones admitiesen aplicaciones más allá de las que ofrecen sus sistemas nativos abrió la puerta a la verdadera experiencia con un móvil inteligente. No es nada nuevo: las antiguas Palm, Symbian, BlackBerry o Windows CE ya poseían esta opción. Aunque la verdadera explosión de las apps móviles sobrevino cuando se crearon las tiendas centralizadas dentro de cada sistema operativo. Entrar, comprar, descargar e instalar: más sencillo que abrir una lata de refresco (que el refresco no salpique ya es otra historia).
Que se popularizaran las aplicaciones y, con ellas, las tiendas de apps resultó muy beneficioso para el usuario: la competencia ayuda a crear mejor software y, además, a que éste baje de precio (esto último se hace patente, por ejemplo, en la gran cantidad de aplicaciones Android que son «gratis»). ¿Y qué pasa cuando son millones los usuarios de un sistema operativo y crece la oportunidad de negocio? Que las empresas dueñas de los otros sistemas cruzan la frontera para lanzar sus apps en terreno enemigo.
Siempre que haya oportunidad de negocio, cualquier empresa tratará de aprovecharla
Olvidemos la idea de que un sistema operativo es una especie de país independiente donde las fronteras están protegidas para que no entren los supuestos enemigos: cada plataforma ha de dar el máximo de negocio a la empresa que la promueve. Y este negocio implica aprovechar todas las oportunidades posibles; también dejando entrar a la competencia mientras se realizan incursiones en otros sistemas. No existen los romanticismos: si se puede sacar dinero, se saca.
Podríamos pensar (de hecho, es lo que suele hacerse) que Google, Apple y Microsoft no están interesadas en buscar modelos de negocio en los sistemas operativos contrarios, pero no es así: lo que importa es el número de usuarios al que llegar y si dichos usuarios supondrán un rédito económico. ¿Millones de usuarios en iOS? A Google y Microsoft se les iluminan los ojos con el signo del dólar. ¿La mayor cuota móvil de Android? Apple y Microsoft salivan aunque la primera no lo quiera confesar. ¿Y con Windows Phone/10 para móviles? Eh… Pasemos página.
Google siempre ha estado presente en iOS. Y lo seguirá estando aunque le cueste millones
Hace bastante poco nos enteramos de la noticia: Google pagó a Apple la enorme cantidad de 1000 millones de dólares por permanecer como buscador por defecto en los dispositivos de iOS. Ya sabemos que el negocio principal de Google procede de la publicidad web, por lo que garantizarse el enorme pastel de usuarios que suponen los iPhone, iPad y iPod bien le valen el esfuerzo. Y también ocurre con sus aplicaciones: YouTube, Maps, Gmail… son alternativas a las aplicaciones de serie, pero Google sabe que ofreciéndoselas al usuario arañará una muy buena cuota de uso. Quién sabe: incluso puede que se cambien a Android.
Si el sistema operativo rival tiene suficiente cuota de usuarios, la inversión compensará
A Microsoft le ocurre lo mismo. A pesar de que el «gusanillo» de los sistemas operativos móviles se le despertó demasiado tarde perdiendo el tren al podio de los más usados, siempre tuvo clara la idea de que debía mantener sus líneas de negocio de software en el mayor número de lugares posible. Office tardó en saltar de su sistema operativo, pero fue muy bien recibido en iOS. Tanto que, incluso, hubo representantes de Microsoft en la keynote donde se presentó el iPad Pro. ¿Vergüenza ante las acusaciones de traición por parte de los usuarios? Ninguna: si hay dinero que recoger también hay orgullo que tragar.
La App Store es la tienda de aplicaciones más golosa del planeta. Es la más rentable, la que mantiene una mayor línea de calidad (esto es discutible porque Android mejoró mucho) y también suele ser la tienda en la que los desarrolladores piensan primero. Y empresas como Google y Microsoft son, ante todo, desarrolladoras.
Android es atractivo para el pago por servicios y suscripción
Ya lo sabemos: el parque de usuarios y de dispositivos que utilizan Android es el mayor del planeta; por lo que también resulta lógico que todas las empresas quieran sacarle provecho a dicho parque, competencia incluida. Microsoft dispone de versiones para Android de sus apps ofimáticas más conocidas y, además, posee un estudio desarrollador (Microsoft Garage) dedicado a crear apps en base a ideas y conceptos. Pero va más allá: ofrece software preinstalado en muchos fabricantes.
Samsung trae de serie las aplicaciones más importantes de Microsoft en sus móviles más punteros; LG integra apps de Microsoft en su software base; y Cyanogen OS fue otro de los que se apuntó a la fiesta de las Microsoft apps preinstaladas. ¿Deseo de sacar a Google de Android? Seguramente no, pero sí un intento de que el usuario tenga acceso de serie a otra manera de hacer las cosas. Y no olvidemos un último dato de la relación entre Google y Microsoft: la segunda se lleva un porcentaje de cada dispositivo androide vendido gracias a sus patentes.
¿Y Apple? Bueno, lo cierto es que a la eterna rival le costó entrar en Android. Primero lo hizo con una aplicación que ayudaba a los usuarios a migrar a iOS (muy mal calificada en la Play Store sólo por este motivo) y luego rompió con la exclusiva en móviles de su Apple Music para lanzar el servicio de música al alcance de los androides. Mayor competencia en el terreno de los servicios de streaming musicales y la constatación de lo que anticipábamos: si hay negocio, la competencia entrará.
Cuantas más empresas grandes desarrollando para Android mejor
No hemos hablado de Windows Phone/Windows 10 para móviles con respecto a la incursión de sus rivales en el sistema operativo ya que, por ejemplo, la falta de aplicaciones de Google en la Windows Phone Store es flagrante. Lo cual constata la teoría: el negocio es el negocio. Por desgracia, el número de usuarios y lo extendido que esté el sistema operativo marcan el desarrollo de las aplicaciones, viéndose la falta de ellas tanto en la propia Windows Phone Store como en otros sistemas minoritarios.
Si un sistema operativo no tienen suficientes usuarios tampoco tendrá aplicaciones importantes
Que Apple desarrolle para aplicaciones para la competencia como Android, Microsoft también o que Google se lance a adaptar sus aplicaciones y servicios a iOS ni debería sorprender ni enfadar: la competencia no sólo es buena para los usuarios de la plataforma donde se distribuyen las nuevas aplicaciones, también trae beneficios a quienes utilizan el sistema operativo original. ¿O acaso no os gustaría ver apps o funciones nativas de iOS en Android? Voto por la restauración de iCloud tras un formateo o compra de nuevo dispositivo.
Los sistemas operativos para smartphones son bastante similares entre sí. Ofrecen funciones parecidas, permiten instalar aplicaciones, con ellos se gestiona desde el trabajo al ocio… Y las empresas que hay detrás los administran en su propio beneficio con la intención de sacarles el máximo de rentabilidad. Por eso ¿por qué no aprovecharnos también como usuarios? Sobre todo si son mejoras que la empresa ya tiene probadas de sobra en su propio sistema.