A lo largo de los años, hemos podido ver como Android ha ido creciendo, pasando de ser un pequeño sistema operativo móvil a abarcar un gran número de dispositivos. En esta trayectoria, el software ha evolucionado de forma bastante notoria, pero el hardware también.
Cada año, en el ecosistema Android ha habido teléfonos que sobrepasaron las expectativas ofreciendo lo mejor de la época, mientras que por otro lado también existen otros que se ganaron la fama de una manera más negativa, hoy hacemos un repaso hacia esos dispositivos que también forman parte de la historia también.
Los suburbios de Android, los cutrephones
Hoy en día, es fácil encontrar un teléfono en Android que nos ofrezca una gran experiencia global sin necesidad de gastarnos un dineral. Desde lo más bajo del mercado es fácil encontrarnos con dispositivos que son capaces de superar el día a día con solvencia, pero no siempre fue así.
Hubo unos años más oscuros, en los que no invertir lo suficiente en un teléfono significaba que nos iba a dar más disgustos que alegrías. A estos dispositivos les hemos acabado apodando como cutrephones, y era fácil reconocerlos.
Un cutrephone saltaba a la vista como ese teléfono que generalmente nos «regalaba la operadora» al firmar nuestra permanencia si no estábamos pagando una permanencia abusiva. Estos teléfonos se caracterizaban generalmente por tener versiones de Android ya obsoletas, procesadores que en la mayoría de casos ni llegaban al gigaherzio en su frecuencia, pantallas muy pequeñas de baja calidad y una memoria que no nos daba ni para instalar el Angry Birds.
Teléfonos como el Galaxy Mini, HTC Explorer, LG Optimus Me, Galaxy Young fueron perfectos ejemplos de como estos teléfonos protagonizaban los centros de regalo de las operadoras, del mismo modo que protagonizaban nuestra fuente de frustración.
Algunas tablet fueron un poco lamentablets
Del mismo modo, hace unos años, las tablets que nos podíamos encontrar en esos años eran un poco lamentables. Dispositivos que por tener no tenían ni siquiera pantalla capacitivas, sino que incluían además de lo mencionado anteriormente una pantalla resistiva en la que era necesario hacer presión para abrir una aplicación.
Estas tablets tampoco es que ofreciesen una experiencia que fuese mucho mejor. No solo eran poco potentes, sino que resultaban muy molestas de llevar, además de incluir cargadores que ni siquiera eran USB. Estas tablets no solo resultaban inferiores a los cutrephones, sino que además teníamos que comprarlos con nuestro dinero, ya que ni siquiera nos lo regalaban las operadoras.
Como estos productos mancillaron el nombre de Android
Cuando recordamos productos como el Nexus One o el Galaxy S2 nos llegan a la mente buenos recuerdos sobre lo bien que apuntaba maneras Android, pero en caso de que nuestro teléfono de la época hubiese sido un cutrephone, los recuerdos habrían sido bien distintos.
Mi primera experiencia con Android fue con una bq Verne y un LG Optimus Me, y a pesar del cariño que les tengo por haber sido mis primeros Androides, la experiencia nunca fue precisamente buena (de hecho, fue tan mala que me pasaba las tardes envidiando a quienes tenían «Androides de verdad»). Como yo, hay muchos tantos usuarios que no tienen un buen recuerdo de Android, algo que para más de uno habrá sido determinante para no volver al robot verde.
Y es que a pesar de lo asequibles que eran, los cutrephones no ayudaron a dar buena fama a Android, sino todo lo contrario. A causa de este tipo de experiencias, se generalizó la imagen sobre Android de que era un sistema lento y tosco, que se quedaba pillado, en el que apenas se podían instalar aplicaciones y la batería duraba un respiro.
La respuesta ante esa nefasta experiencia de muchos usuarios fue sencilla, no saber nunca más de un Android y pasarse a un iPhone, «que van muy bien». Es cierto que en ese tipo de ocasiones nunca fue justo comparar un Android de gama baja contra un teléfono de gama alta, pero para muchos usuarios, quedar desencantado una vez ya es señal para no volver a confiar.
El paso necesario para la democratización del smartphone y el ascenso hacia la gama alta
Pero a pesar de que en lo más bajo de Android el ecosistema no fuese lo que denominaríamos como brillante, es cierto que este tipo de dispositivos fueron un paso determinante para muchos fabricantes. A pesar de que fabricar un teléfono de gama alta reporte unos beneficios inmensos a los fabricantes, también es un mercado que requiere una inversión muy elevada a la que pocos fabricantes podían hacer frente.
Los cutrephones fueron los padres de la verdadera gama media, y es que a pesar de que ese sector estaba representado por las sobras de los grandes fabricantes, esa misma mala imagen fue la puerta a que muchos fabricantes entrasen al negocio.
Del mismo modo, los cutrephones han sido para muchos fabricantes una oportunidad para llegar a lo más alto. Como caso destacable, podríamos marcar al fabricante Español bq, que comenzó sus andaduras con tablets que dejaban mucho que desear, y que en su camino del smartphone siguieron la misma trayectoria, la de comenzar con teléfonos de baja calidad hasta alcanzar una imagen de marca que año tras año va demostrando que se puede escalar en este mercado. Ascender a la gama alta no es fácil, pero para los nuevos fabricantes, comenzar por debajo es el único camino posible.
La industria detrás del smatphone
No todo el mundo podía (ni puede) gastarse el dineral que cuesta un teléfono de gama alta en la actualidad. Teniendo en cuenta de que la mayoría de usuarios parten de un presupuesto bajo, el mercado del bajo coste ha pasado de convertirse en los restos que los grandes fabricantes se tomaban como un picoteo a convertirse en un entorno muy competitivo.
Esto se debe a que la industria del smartphone es mucho más que un par de grandes fabricantes repartiéndose un pastel. Representa a una industria que fabrica antenas de telefonía, procesadores, placas electrónicas, pantallas e incluso baterías. En la carrera de la gama media, los fabricantes encargan a cada proveedor un componente imprescindible para su smartphone, lo que activa una industria.
A pesar de que los teléfonos de lo más bajo de Android reportasen pocos beneficios a los fabricantes principales, el hecho de que sean necesarios millones de ventas para conseguir los ansiados beneficios, activó de forma secundaria una industria, que no es otra que la de los componentes electrónicos.
Conforme llegaban pedidos cada vez más grandes de cutrephones, los fabricantes de componentes pudieron ponerse las pilas en la investigación y el desarrollo de cada vez mejores componentes para sus clientes más valiosos, lo que ayudó a fomentar el ascenso de la gama media para consolidarse como lo que es hoy.
Nos da un poco de vergüenza, pero os queremos
Si, los cutrephones y las lamentablets han sido objeto de burla y mofa para muchos a lo largo de los años. Han desprestigiado el nombre de Android hasta tal punto que más de uno no volvería a usar un Android ni aunque le pagaran, pero también ha traído sus cosas buenas.
Sin esta gama de dispositivos, la expansión de Android nunca habría sido tan veloz. A pesar de que la experiencia para muchos usuario fuese en muchos puntos negativa, fue una experiencia con mucho valor, ya que muchos de nosotros no nos habríamos atrevido a probar un sistema como Android si solo existiesen teléfonos de gama alta, que era lo que sucedía con el mercado de los smartphones antes de la irrupción de Android e iOS.
Y desde luego, por muy mala que fuese la experiencia, al final todos hemos madurado como usuarios de este mercado. Aquellos que no pueden (o no quieren) desembolsar una gran suma de dinero han apprendido a elegir los mejores teléfonos en lugar de conformarse con las migajas de los grandes fabricantes, lo que ha impulsado el mercado de la gama media.
Por otro lado, los cutrphones fueron para muchos otros una forma de «probar si eso de Android está bien», entender que un teléfono de gama baja no nos va a ofrecer la misma experiencia que uno de gama alta, e ir ascendiendo poco a poco hacia mejores teléfonos.
Por mucho que nos avergüencen, sin los cutrephones, muchos de nosotros no estaríamos disfrutando de Android, ni ahora mismo podríais estar leyendo estas líneas, por lo que les estamos muy agradecidos.
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