El eco de los atentados terroristas que el pasado viernes sesgaron la vida de 129 personas está retumbando en todos los rincones de la sociedad, y la tecnología no sólo no iba a ser menos, sino que en este caso está en un primer plano. Desde hace ya tiempo que buena parte de la lucha contra el yihadismo se da en Internet y muy especialmente en las redes sociales y las aplicaciones de mensajería instantánea, y ahora es Telegram la que se une a la lucha contra el Estado Islámico.
Hace unas semanas salía la noticia de que la red terrorista usaba los canales de Telegram para distribuir su propaganda. Tras los ataques de la capital francesa la compañía ha reaccionado y ha cerrado 168 canales en 12 idiomas que estaban vinculados a Daesh -denominación que ahora están haciendo uso muchos gobiernos para no darle la entidad de estado a la red, además de por sus connotaciones despectivas en árabe-. Recordemos que estas acciones de momento se limitan a los canales, no a los chats.
Telegram ha habilitado el correo abuse@telegram.org para que los usuarios puedan denunciar de forma anónima cuentas vinculadas al terrorismo
Telegram inicia una campaña contra los mensajes de ISIS
Telegram lanzó los canales el pasado 22 de septiembre, una herramienta que permite enviar unidireccionalmente mensajes de forma masiva a todos los que estén suscritos a él, una especie de mezcla entre el timeline de Twitter y un grupo de Whatsapp en e que sólo puede hablar uno. En octubre el Estado Islámico comenzó a usarlo, amparados por la seguridad que ofrece, pero ante todo hay que tener en cuenta que Telegram no tiene la culpa de que ISIS se aproveche de las virtudes de su aplicación.
Además no está de más recordar que Rusia, país de origen de los hermanos Durov, responsables de Telegram, ha sido azotada también por el grupo terrorista con el derribo de un avión comercial en la península del Sinaí, en Egipto, que acabó con la vida de 224 personas el pasado 31 de octubre. En un panel organizado por Techcrunch, Pavel Durov aseguró que «no debemos sentirnos culpables, nosotros estamos haciendo lo correcto, que es dar a la gente una comunicación más segura«. Y tiene razón.
La tecnología es neutral, al menos la mayoría de las veces -podríamos estar de acuerdo en que una Estrella de la Muerte no es neutral-. Ofrecer una mayor seguridad a sus usuarios es algo objetivamente bueno, todo el mundo tiene derecho a tener conversaciones con la relativa (siempre relativa) seguridad que ofrece una buen cifrado, ya sea para conversaciones que incluyan datos empresariales y financieros, para gente que quiera intercambiar fotos íntimas o simplemente porque no te da la gana que un tercero sepa las tonterías que comentas con tus amigos.
Todo por la libertad ¿pero sin libertad?
Ya hemos visto como algunos grupos políticos como Ciudadanos quieren limitar el uso y acceso a las redes sociales en casos de emergencia -todo por la libertad pero sin libertad- y no sería de extrañar que también haya algunas voces que se levanten apuntando al peligro de las comunicaciones seguras, pero esa herramienta puede ser usada tanto por el crimen como para luchar contra él. De hecho, la investigación aparentemente apunta a que la mayoría de comunicaciones entre terroristas se dieron entre SMS tradicionales, mondos y lirondos.
Pero la tecnología a la postre siempre trae muchos más beneficios que perjuicios. Por desgracia, el crimen siempre ha sido muy hábil a la hora de sacar partido de toda novedad tecnológica, y suelen ser unos grandes early adopters. El ejemplo de los canales de Telegram es de libro, comenzaron a usarlos unas semanas después de su lanzamiento cuando muchos ni se habían enterado de su existencia. Afortunadamente todavía no han descubierto los mensajes que se autodestruyen, lo que permitió seguirles la pista.
Los criminales, unos early adopters
Y esta vez le ha tocado a Telegram como le podía haber tocado a cualquier otro. Durante esta semana ha circulado la noticia de que los terroristas podían estar usando la PS4 para comunicarse entre ellos, usando la mensajería del sistema de Sony y las partidas on-line para enviarse mensajes. Por ejemplo, podrían usar una partida de Call of Duty y escribir mensajes en la pared con los disparos, lo cual no dejaría rastro alguno y sería casi imposible de vigilar. Finalmente la noticia resultó ser un bulo, pero podía haber sido verdad perfectamente.
Como hemos dicho en otras ocasiones, es un ciclo que se viene repitiendo desde hace millones de años: alguien inventa algo de buena fe y a continuación alguien lo usa para hacer el mal. El fuego es uno de los mejores «inventos» que le ha ocurrido al ser humano, pero no tuvo que pasar mucho tiempo desde que un homo erectus lo usó para calentarse hasta que otro homo erectus decidió quemar a alguien con él, la rueda ha agilizado las comunicaciones durante miles de años, pero también ha servido para atropellar a semejantes. Y nadie en su sano juicio cree que hayan sido malos inventos.