La llegada de Android al mundo de los smartphones ha creado nuevos puestos de trabajo que hasta hace poco eran inviables. No solo por personas que pueden ganarse el pan desarrollando aplicaciones por cuenta propia, sino creando oportunidades para nuevas empresas.
Los desarrolladores de ROMs personalizadas han pasado de ofrecer versiones alternativas a otros usuarios a trabajar para grandes fabricantes de diversas formas. Mientras que equipos como el de MIUI están con Xiaomi o el de Paranoid con OnePlus, otros como Cyanogen no se casan con nadie y prefirieron establecerse como empresa propia y ofrecer sus servicios a diversas plataformas y fabricantes.
Cuáles son las alternativas a Google
Estas versiones de Android no tienen porque abrazar los servicios de Google. Mientras que Xiaomi juega a dos bandas con Baidu y Google para distintos mercados, otras como Cyanogen se van alejando de Google para trabajar con los servicios de Microsoft, siendo el primero de sus movimientos un acuerdo para preinstalar las aplicaciones de Microsoft en Cyanogen, incluso hacer su propio fork.
¿Debería esta alianza preocupar a Google? Si bien el binomio Cyanogen-Microsoft es una pequeña alianza, su éxito podría inspirar a otros fabricantes a seguir el mismo camino, convirtiéndose en una amenaza para el dominio de Google. Afortunadamente para la gran G, disponen de una posición ventajosa para impedirlo, ¿qué argumentos tienen los chicos de Mountain View para evitar que Microsoft pueda llevarse parte del pastel?
Reduciendo las restricciones de sus propios servicios
Uno de los mayores inconvenientes que ofrece la plataforma de Google son las condiciones que la propia Google impone a sus socios. Aquellos que desean integrar Google Play en sus dispositivos no pueden hacerlo sin más, sino que deben incluir todo el paquete completo. Si bien aplicaciones como Chrome o Google Calendar son bastante útiles, gran parte de sus servicios no suelen ser del agrado de todos los usuarios.
No a todo el mundo le gusta que Google Fotos suba tus fotos sin tu propio consentimiento, y ya ni hablemos de todas las tiendas de contenidos de Google (Play Music, Kiosko, Libros) que no pueden ser desinstaladas por defecto.
Si Google pretende convencer a estas pequeñas compañías de que se decidan por elegir los servicios de Google, buscar acuerdos menos restrictivos debería ser una de las principales prioridades de la gran G. Concesiones como reducir el número de aplicaciones preinstaladas o permitir la desinstalación de las menos queridas sería un gran movimiento.
Mantener el compromiso como plataforma libre
Android nació como una plataforma libre que cualquier fabricante pudiese modificar, pero con la llegada del éxito, Google ha ido ofreciendo cada vez menos a la base libre, ofreciendo la gran parte de las mejoras en su plataforma conocida como Google Play Services. Y todo apunta a que en el futuro podría endurecer las condiciones aún más.
Este movimiento no hizo gracia a los chicos de Cyanogen, puesto que permite que aquellos desarrolladores que apuesten por Google Play obtengan ventajas respecto a los que quieran distribuir su software para todos los androides. Aunque el trabajo de Google solo beneficie a Google parece un movimiento lógico, rompe bastante con la imagen de sistema operativo libre que todos conocemos y amamos.
¿Qué podría hacer Google para evitar el mosqueo de la comunidad? El paso más simple sería integrar los servicios de Google Play en las APIs nativas del código fuente de Android, pero existen otras alternativas. Al igual que Chrome procede de Chromium, una versión del navegador libre de la influencia de Google, podrían crear una versión libre y alternativa de los servicios de Google Play. Esto sería un paso enorme que difícilmente llegaremos a ver, pero sí nos gustaría que existan más alternativas libres a los distintos servicios de Google.
Mejorando las condiciones de la competencia
De forma muy irónica, cuando Cyanogen decidió desligarse de Google, a pesar de adoptar una postura muy a favor de la libertad, acabaron asociándose con Microsoft, compañía que a pesar de estar adoptando una actitud, no es precisamente el adalid de la libertad.
Los movimientos de Microsoft construyendo una plataforma en Android son dignos de mención, ya que no contentos con crear aplicaciones con una calidad tremenda, han tirado de talonario para adquirir otras grandes aplicaciones.
Cyanogen parece ser una de las principales herramientas del caballo de Troya de Microsoft, y este acuerdo económico beneficia a Cyanogen como aliado de Microsoft. ¿Qué podría hacer Google para evitar la amistad de Microsoft y Cyanogen? Además de los puntos que mencionamos con anterioridad, la respuesta de Google podría ser tan sencilla como una contraoferta económica.
¿Necesita realmente Google hacer las paces y convencer a Cyanogen?
Durante este artículo hemos divagado acerca de las opciones que podría tomar Google para convencer a empresas como Cyanogen para permanecer en su ecosistema, pero no nos hemos centrado en el punto más importante.
Google es una compañía gigantesca, y el dominio de Android es absoluto, por lo que quizás no deberían preocuparse porque Cyanogen o incluso OnePlus decidiesen alejarse de su rebaño. Los servicios de Google Play son cada día más completos, y a medida que Android siga evolucionando Google seguirá blindando y potenciando sus servicios para que solo los socios que acepten sus condiciones reciban beneficios y puedan disfrutar de su ecosistema.
No queremos decir que Google y su dominio en el mercado sean imbatibles, porque la historia nos ha enseñado que gigantes más grandes han caído, y el día de mañana cualquiera puede arrebatarle el puesto. Lo único evidente es que Cyanogen pierde mucho más renunciando a Google que Google ignorando a Cyanogen, a pesar de que con su estrategia hagan de Android un sistema cada día menos libre.