Huawei P8: análisis y experiencia de uso
Probamos lo último de Huawei: análisis del Huawei P8, te contamos nuestra opinión sobre este nuevo smartphone de gama alta con cuerpo metálico.
11 mayo, 2015 20:54Error
Desde Londres, pero con China como origen, llegó el pasado 15 de abril el Huawei P8, el nuevo buque insignia del fabricante chino que llega para luchar contra la más alta gama ya no sólo en rendimiento, sino en diseño.
Huawei lo ha estado haciendo muy bien en los últimos años con su gama más alta y este año no se esperaba menos. El Huawei P8, que se deja por el camino su apellido Ascend, llega con un diseño muy trabajado, apostando por materiales de calidad como el aluminio y el cristal, una gran construcción y hardware renovado. Veamos qué ofrece:
Huawei P8
- Pantalla de 5,2"
- Kirin 930
- Cámara de 13MP Mpx
- Más especificaciones
- Construcción y acabados fantásticos
- Rápido
- EMUI complejo
- Insuficiente para la gama alta
Review del Huawei P8: índice
- Características
- Diseño, materiales y sensaciones
- Pantalla
- Cámara
- Software: EMUI 3.1 y extras
- Batería
- Conclusiones y Opinión
Características del Huawei P8
Comenzamos haciendo un repaso general al hardware del P8. El nuevo terminal estrella del catálogo de Huawei – con el permiso del gigante P8Max – aterriza en el mercado con una pantalla de 5.2 pulgadas de tamaño, unas dimensiones a las que ya nos hemos acostumbrado. Se trata de un panel LCD IPS con resolución FullHD y protegido por la tecnología Gorilla Glass 3.
En su interior, un año más, Huawei apuesta por un procesador de fabricación propia, el HiSilicon Kirin 930, un SoC de ocho núcleos que se reparten en cuatro Cortex A53E a 2GHz y otros cuatro A53 corriendo a 1.5GHz. Vuelve a jugársela con este componente, y la competencia no es poca con los Exynos de nueva generación y los Snapdragon 808 / 810 que monta esta generación de terminales.
Especificaciones del Huawei P8
- Pantalla IPS LCD FullHD (1920×1080) de 5.2 pulgadas con Gorilla Glass 3 – 424ppi
- Procesador HiSilicon Kirin 930 Octa (Quad Cortex A53E 2GHz + Quad Cortex A53 1.5GHz)
- Procesador Gráfico GPU Mali-T628 MP4
- Memoria RAM de 3GB y Memoria interna de 16GB + microSD hasta 128GB
- Cámara trasera: Sensor 13MP, dual flash, OIS, f/2.0
- Cámara frontal: sensor 8MP f/2.0
- Batería de 2680 mAh (no extraíble)
- Conectividad LTE
- Wifi 802.11 b/g/n, Bluetooth LE 4.1, sensor acelerómetro, proximidad, giroscopio
- A-GPS Glonass / MicroUSB 2.0, MHL 3.0, NFC
- Android 5.0 Lollipop con EMUI 3.1
- Medidas: 144,9 x 72,1 x 6,4mm
- Peso: 144 gramos
Junto con el Kirin llegan 3GB de RAM y 16GB de almacenamiento interno, aunque tenemos ranura para ampliar memoria con una microSD. Eso sí, esa ranura se comparte con el slot para una segunda SIM, así que tendremos que decidir si queremos DualSIM o más almacenamiento.
Pasando a la cámara, de la que hablaremos en detalle a continuación, tenemos un sensor trasero de 13MP acompañado de un procesador de imagen propio que Huawei ha bautizado como DSLR-Level Imagen Signal Processor. Además, con una apertura f/2.0, se le suma un nuevo sistema de estabilización de imagen OIS que en teoría debería repercutir positivamente sobre las imágenes nocturnas. Por su parte, la frontal monta un sensor de 8MP y todo ello aderezado con multitud de modos de cámara y efectos de disparo.
No falta la conectividad LTE y el resto de conexiones típicas de la gama alta. La batería tiene una capacidad de 2680mAh y no es extraíble debido a la construcción en bloque del terminal. Por último, el apartado de software llega con Android 5.0 Lollipop desde el momento de la compra, aunque personalizado al máximo con la última versión de la capa de Huawei: Emotion UI o EMUI 3.1.
Diseño, materiales y sensaciones del P8
Siguiendo con la evolución de los anteriores dispositivos de la gama P y otros Ascend, el Huawei P8 se presenta con un cuerpo unibody en metal muy bien conseguido, totalmente plano y con un grosor de sólo 6.4 milímetros en todo el modelo, sin sobresalir en ningún elemento.
La parte frontal no puede ser más sencilla, en ella predomina la pantalla de 5.2 pulgadas que en total ocupa un 71,4% del total de la superficie. Sus bordes son bastante ajustados, aunque en nuestra versión blanca se notan más los límites del panel, cosa que en la negra/gris se disimula mejor. Sobre ella tenemos el auricular, la cámara frontal y los sensores de proximidad y luminosidad.
Bajo el panel encontramos un hueco limpio, sin botones (ya que son virtuales en pantalla) ni logos. Algo muy curioso que me he encontrado trasteando por los Ajustes ha sido la posibilidad de prescindir de los botones virtuales y pasar a tenerlos en esa franja inferior, a modo de botones capacitivos.
La opción está ahí, y al activarla nos desaparecen los botones de la pantalla, pero nada más. Nos pusimos en contacto con Huawei y nos comentaron que para esta función se debe colocar una especie de protector de pantalla sobre el frontal, de modo que habilita nuevos botones y también gestos al pulsar sobre los bordes superiores. Muy curioso, aunque todavía no hay fecha de comercialización de esa lámina que nos permitiría recuperar espacio en pantalla.
El P8 es bastante rectangular, sus bordes metálicos tienen una ligera curvatura en el centro que favorece el agarre, pero las terminaciones son demasiado cortantes. En el frontal, la unión del metal con el cristal es recta, se siente cortante, afilado, y a veces esto lo convierte en un smartphone resbaladizo.
Los marcos del P8 son lisos, en la parte superior tenemos el jack de 3.5mm y un micrófono y en el marco lateral derecho se concentran la mayoría de elementos. Los botones de volumen y encendido están bien colocados y con buen tacto, además tienen texturas diferenciadas que nos ayudan a acertar sin mirar. Eso sí, no tenemos despertar con doble toque de pantalla y es algo que se necesita si ya te has acostumbrado a él.
Allí tenemos también la doble ranura para dos SIM o una SIM y una microSD. En la parte inferior encontramos el conector microUSB y las ranuras para el altavoz y el micrófono, con un aspecto bastante similar a lo visto en el iPhone 6 y el Galaxy S6. Eso sí, aunque lo pueda parecer, no es un doble altavoz, sino que sólo uno de los huecos emite sonido y en ocasiones, dependiendo del agarre del teléfono, queda totalmente taponado.
Por último la trasera presenta un acabado bastante sencillo aunque efectivo. Es totalmente plana y el aluminio se extiende por ella casi por completo, con un acabado ligeramente rugoso que mejora el agarre y con poco más que el logo de Huawei. La cámara y el flash se sitúan en la esquina superior izquierda, incrustados bajo una franja de cristal y sin sobresalir ni un milímetro.
Las sensaciones con el Huawei P8 son muy positivas. Nos encontramos ante un smartphone muy robusto, que se siente sólido en la mano y desprende calidad, pese a que en ocasiones resulte demasiado resbaladizo.
Pantalla del P8: manteniendo el FullHD
A diferencia de algunos fabricantes que han dado el salto a resoluciones superiores, tanto Huawei como otros (por ejemplo HTC en el M9 o Sony en el Xperia Z4 japonés) siguen manteniendo su apuesta por paneles FullHD.
Esta resolución de 1920 x 1080 píxeles en una diagonal de 5.2 pulgadas nos da un densidad de pantalla de de más de 400ppi. Se trata de un panel IPS LCD recubierto por la capa Gorilla Glass 3 (no la última) y en general nos da unos colores muy vivos y resultados nítidos.
En cuanto al brillo, en condiciones normales en interiores no tendremos ni un problema, será más que suficiente, sin embargo como la gran mayoría de modelos sufre cuando estamos bajo el Sol. En esos momentos necesitamos un plus de brillo, algo que no tenemos aunque Huawei ha incluido que, por software, se modifique el contraste cuando le da la luz directa, falseando los colores pero mejorando levemente la visibilidad. Esto se aprecia ante todo en los negros, que pierden toda la profundidad, y en colores vivos que se sobresaturan.
Los ángulos de visión si no inclinamos mucho el terminal son correctos, pero si lo miramos en ángulos extremos sí vemos como los colores clarean y los negros ya no son tan negros. Obviamente no miraremos el teléfono así de manera habitual, así que no podemos considerarlo un mal mayor.
Cámara
Entramos en el apartado de cámara, un componente en el que el fabricante chino se detuvo bastante tiempo el día de la presentación, explicando parte por parte todas las novedades que se habían introducido y comparándose con los grandes pesos pesados actuales, como son el iPhone o el último Galaxy.
Huawei ha escogido a Sony como proveedor para el sensor de 13MP de la cámara trasera y además, le ha añadido un sensor de estabilización de imagen que, en principio, debería actuar en situaciones de baja iluminación para compensar el mal pulso y ayudar al sensor a recoger más luz sin añadir demasiado ruido.
A la hora de la verdad, con buena luz a pleno día, el resultado es bastante satisfactorio, las imágenes resultantes tienen buenos colores y son muy nítidas. Además, el rango dinámico es bueno, consiguiendo información en escenas con exposiciones dispares. En fotografías de primeros planos el enfoque es rápido y el desenfoque conseguido es bueno.
Ahora bien, de noche o en ambientes oscuros es donde el P8 debe demostrar el buen hacer del que hablaban en la presentación y por desgracia no llega al nivel de lo que enseñaron. El ruido aparece (no de forma exagerada, pero sí abundante) y los elementos pierden mucha definición. Cumple, pero no sobresale.
El software de cámara ha sido renovado y en el P8 se incluyen opciones de disparo diferentes. Dejando a un lado los clásicos modos de belleza para suavizar la piel, modo HDR o fotos con marca de agua, Huawei ha incluido un modo dedicado a la “pintura con luz”, el conocido light painting, un modo creativo muy resultón y que funciona sin problemas.
En el caso de la cámara frontal, el sensor de 8MP ofrece buenas fotos, perfectas para los amantes de los selfies, con gran iluminación y detalle; por supuesto con el modo beauty on fire.
A continuación podéis ver una galería de fotos tomadas con el Huawei P8:
Software: la experiencia con EMUI 3.1
Como suele ser habitual en terminales de la marca, este Huawei P8 viene personalizado hasta el alma con la capa Emotion UI o EMUI 3.1, su última versión. Representa un paso más de la evolución de esta capa de personalización, aunque lo cierto es que poco por no decir nada queda de Android Stock. Toda la interfaz, incluyendo menús y pantallas han sido cambiados para adoptar un diseño más minimalista y fino, algo que choca con los feos iconos de las aplicaciones, que no hay por donde cogerlos.
Incluye una tienda de temas para personalizar la interfaz y darle otro toque en segundos, pero no es lo arregla. Si algo caracteriza a Emui 3.1 es la cantidad de opciones para variar su comportamiento que tenemos, pero precisamente eso mismo es uno de sus puntos negativos. Esa brutal cantidad de ajustes hace que debamos pasar mucho tiempo configurando pequeños apartados y cuando crees que lo tienes todo controlado, te encuentras más. El usuario medio no quiere pasar más tiempo dentro de los Ajustes que disfrutando de su teléfono.
Tenemos reconocimiento de voz, control por gestos, posibilidad de utilizar la interfaz a una mano deslizando sobre la botonera virtual y mucho más. No lo parece, pero en el fondo estamos sobre Android 5 Lollipop.
En cuanto al rendimiento en sí, en estas semanas no he tenido problema alguno para utilizar el P8 con un uso bastante intensivo. Se mueve bien, es rápido y fluido. La gestión de aplicaciones recientes no es una maravilla, pero es diferente. Eso sí, algo que me ha llevado por el camino de la amargura ha sido la gestión de las notificaciones.
Con cada nuevo aviso, el P8 te pregunta si quieres permitir notificaciones de dicha app o juego, hasta ahí sin problema, es un poco pesado, pero una vez al gusto, podemos crear un buen filtro. Sin embargo, al menos en mi caso, he tenido serios problemas con algunas aplicaciones. Una de ellas ha sido Telegram, aún teniendo las notificaciones activadas y el permiso para ejecutarse en segundo plano, los avisos por nuevos mensajes no aparecían, el P8 mataba el proceso al instante, nada más salir de la app y tenía que entrar manualmente para ver las novedades.
Lo mismo para Fenix, Strava… en ocasiones era aleatorio, pero es un fastidio monumental. En cuanto al rendimiento en juegos, sin problema incluso con los más exigentes. El trabajo realizado por Huawei con el nuevo procesador Kirin es bueno, quizá no esté a la altura del Snapdragon ni el Exynos, pero no tenemos queja del rendimiento más allá de algunas décimas de segundo más al abrir apps pesadas.
Batería
De los 2500mAh del Huawei Ascend P7 pasamos a 2680mAh en el Huawei P8, un pequeño incremento de capacidad que no se traduce en un gran salto de autonomía. Debido a la construcción del teléfono, la batería no es accesible fácilmente sin desmontar todo el terminal, una corriente a la que cada vez se suman más fabricantes.
Con un uso mixto, los 2680mAh de batería nos proporcionan unas tres horas y media de pantalla, aunque podemos alargar un poquito más controlando el brillo, conexiones y apps en segundo plano o, al contrario, acabar antes con ella si hacemos un uso bastante intensivo.
Por tanto, se trata de una batería normal, llegaremos justos al final del día y habrá jornadas en las que necesitemos una recarga. Por cierto, si váis a recargar, tomadlo con calma, porque es bastante lenta, llegando a casi 3 horas para alcanzar el 100%.
Conclusiones del análisis del Huawei P8
Llegamos al final del análisis del Huawei P8, un smartphone que sigue madurando y este año se acerca todavía más a la actual gama premium del mercado, esa zona a la que sólo acceden algunas marcas.
El cuidado en los detalles da sus frutos. La construcción del P8 es fantástica, los materiales acertados y la sensación en mano muy buena, únicamente ensombrecida por lo resbaladizo que es en ocasiones. La cámara no es tan buena como esperábamos, pero cumple en la mayoría de situaciones con buena luz.
La pantalla merece mención por su calidad y no hay que olvidar el precio: 499€, una cantidad muy inferior a los más de 700€ que se piden por los actuales gama alta. La mejora es evidente, el P8 es un buen terminal y el camino que está siguiendo Huawei adecuado, pero necesita saltar al siguiente escalón, ser una verdadera alternativa a lo mejor del mercado, ser redondo en todos los aspectos.