Jun, el pueblo gobernado por Twitter
Uso de Twitter en el Ayuntamiento de Jun, en Granada, donde los vecinos se comunican por la red social con los policías, barrenderos,...
20 abril, 2015 20:36Si no eres de Granada o visitas comúnmente la zona, es bastante probable que no hayas oído hablar de Jun. Se trata de un pequeño pueblo unos kilómetros al norte de la ciudad de Granada que supera por poco los 3.500 habitantes. Sin embargo, este minúsculo pueblo ha conseguido ponerse a la vanguardia y está transformando su día a día y su manera de funcionar gracias a Twitter. Su alcalde, José Antonio Rodríguez Salas, ha encontrado en el nido del jilguero más conocido de internet una nueva forma de tomar el pulso a la vida de la ciudad y convertirlo en el principal canal de comunicación. El regidor ha ido involucrando a sus vecinos para ir dando forma a una ‘administración’ digital en el que los vecinos pueden resolver sus dudas en tiempo real, incluso cuando las oficinas del Consistorio han echado la persiana. El caso ha despertado el interés ahora de los estadounidenses Deb Roy, profesor asociado del MIT Media Lab que dirige el departamento dedicado a las redes sociales; así como de su compañero William Powers, autor del best-seller ‘La Blackberry de Hamlet’.
Hace cuatro años, Rodríguez Salas decidió que todos los trabajadores de la Administración Local contasen con una cuenta de Twitter para mantener un contacto más cercano y que pudiese resolver incidencias a través de este canal. También la Policía Municipal comenzó utilizar este canal hasta el punto de que el coche con el que patrullaban acabó por llevar impreso en uno de los laterales el perfil en lugar del número de teléfono. Así, de esta manera, los agentes pueden recibir una alerta rápidamente en su móvil independiente del momento que sucedan, las 24 horas, los 365 días del año.
Pero las ventajas no se limitan únicamente a la seguridad. Imagínense que a las nueve de la noche, uno se percata que dos de las farolas que alumbran su calle se han fundido dejando una estampa un tanto lúgubre camino a su portal. Bastaría con enviar mención a la cuenta del alcalde o a otras de las de sus subordinados para poner en marcha la maquinaria sin tener que esperar al día siguiente. La respuesta sería un tuit mencionando el usuario del electricista para informar de la incidencia y hacer el encargo. A la mañana siguiente, el técnico daría cuenta de la reparación con otro mensaje, foto incluida. Lo mismo con una alcantarilla, una rama caída o una baldosa fuera de lugar en una acera.
Perfil de Twitter hasta para la máquina barredora
Los posibles usos son tantos como posibles tareas en la administración. Los colegios, por ejemplo, informan del menú del día en el comedor escolar. Así los padres pueden enterarse y planificar las cenas de los pequeños sin depender de que llegue el ‘papelito’ con las comidas correspondiente hasta casa, algo que muchos de los niños extravían en el camino. Por tener perfil, tiene perfil hasta la máquina barredora del pueblo y tiene más de 800 seguidores, a los que atiende peticiones de limpieza y da buena cuenta de cuando ‘devora’ los restos que han quedado en las calles del fin de semana. A partir ahí, información sobre cursos, excursiones, actividades culturales,… En definitiva, una ventanilla de información, reclamaciones y sugerencias ‘full time’.
Esto también sirve como termómetro del desempeño de los funcionarios locales y de la satisfacción de los habitantes del pueblo con su trabajo, gracias a mensajes de agradecimiento, retuits o favoritos. Hasta tal punto llegó la implementación del sistema, que en enero de 2012, cuando el Gobierno central decidió ampliar el horario laboral de los empleados municipales hasta las 37,5 horas, el Ayuntamiento de Jun aprobó que su plantilla cubriría esas dos horas y media extras haciendo ‘guardia’ desde su casa con sus perfiles.
Pero este sistema que persigue conseguir una administración más eficaz y trasparente, tiene que funcionar en dos direcciones. ¿De qué sirve que el agente municipal pueda atender estos avisos desde el móvil si los más mayores del pueblo no pueden hacer uso de la plataforma porque no la entienden? Pensando en eso, se pusieron en marcha cursos y talleres para que la idea no quedase en papel mojado y el proyecto de Administración ‘tuitera’ se hiciese realidad. Sin embargo, esta filosofía parece haber cobrado vida más allá del Ayuntamiento ya que los pequeños negocios de la localidad también han empezado a utilizarlo. Así, por ejemplo, la pescadería del pueblo sugiere recetas para cocinar el pescado que tiene en oferta ese día.
El político ‘tuitero’
José Antonio Rodríguez Salas es un creyente de las nuevas tecnologías. Cuentan que cuando encuentra a alguien por el pueblo que no le tiene muy controlado, se preocupa en enterarse si tiene Twitter y seguirle. Suma una extensa parroquia que asciende a los 328.000 ‘followers’ en su cuenta @JoseAntonioJun más los 25.000 de su perfil @AlcaldeJun.
Muchos más que la cuenta del Ayuntamiento de Madrid (101.000 seguidores), que el alcalde de Barcelona, Xavier Trías (71.000 seguidores); el de Sevilla, José Ignacio Zoido (51.000 seguidores); o Rita Barberá, alcaldesa de Valencia (17.000 followers). Su éxito también se extiende fuera de nuestras fronteras. Rodríguez Salas supera también al regidor de Nueva York, Bill De Blasio, que suma 244.000 followers entre sus dos cuentas verificadas o Anne Hidalgo, alcaldesa parisina, que cuenta con 338.000 followers, aunque solo cuenta con un único perfil.
Así Jun se ha labrado una fama inusual para una persona encargada de gestionar un pueblo de 3.500 habitantes. Además de llamar la atención de algunos medios de comunicación, ha participado en foros y conferencias dedicadas a las redes sociales donde ha relatado su experiencia. Una experiencia que le permitió estar a ‘punto’ de rozar la sorpresa y poder optar a liderar el PSOE, partido al que pertenece, en Andalucía. Aunque no llegó finalmente a lograr los 7.000 avales para concurrir a las primarias contra Susana Díaz, actual presidenta de la Junta, logró recabar gran parte de sus apoyos a través de Twitter.
Vía: Medium.com