Allá vamos con uno de nuestros artículos de opinión. Nos encanta la polémica y un tema como el precio de los móviles siempre es interesante.
Criticar aquellos smartphones que se pasan de precio no aporta mucho, más allá de quedarnos a gusto por mostrar nuestro rechazo a un producto que podría haber sido de nuestro interés y el fabricante ha decidido poner un precio prohibitivo. En vez de esto, vamos a intentar ver por qué fijarse en el precio inicial de los móviles o el PVP es un error.
Hay muchos terminales que se han creado con una serie de propiedades únicas, unos componentes seleccionados meticulosamente y unas características que tienen un coste. Sin embargo hay fabricantes que a este coste le añaden muchos factores que al final repercuten en el precio que se muestra al consumidor. Algunos se caracterizan por ajustar sus precios, mientras que otros son reconocidos por inflarlos desmesuradamente.
El precio de un móvil no siempre es el mismo
El precio que cuesta un móvil no siempre es el mismo. Esto parece evidente. El PVP de salida puede ser uno y al cabo de unos meses ver este mismo terminal rebajado en 10,20 o 30% en otros canales de venta. Precisamente por esto, decir que determinado móvil cuesta X no es una afirmación que dure mucho en el tiempo.
Es esa diferencia entre el precio y el PVP. Vamos a darle un par de vueltas más a esta distinción. El precio oficial de salida sirve para que el fabricante marque la categoría y el rango del terminal dentro del ecosistema de la propia marca. Y precisamente remarcamos dentro de la misma empresa porque a pesar de que las especificaciones sean similares, pueden tener distinto coste.
Al final la oferta y la demanda obliga a que los fabricantes ofrezcan precios similares si las características son parecidas. De ahí la búsqueda de un valor añadido que sirva como excusa para justificar un PVP más alto.
Móviles que se rebajan más que otros
Continuemos con otro hecho que nos parece bastante lógico: Aquellos móviles cuyo PVP es más ajustado serán los que menos se rebajen con el tiempo. Ejemplos de esto es la gama Note contra los Galaxy. En el gráfico siguiente podemos ver claramente esta tendencia con el paso del tiempo.
Otros casos son el Motorola Moto G y el LG G2 Mini. Mientras el primero ya se presentó a un PVP muy competitivo, el segundo costaba más de 300€. ¿Qué ha ocurrido a lo largo de los meses? Motorola ha rebajado entorno a 10-20€ su ya agresivo precio, pero es que el LG G2 Mini de características similares ha bajado la mitad, y se encuentra ya por 170€. Un ejemplo bastante representativo del problema de considerar el PVP. En nuestro análisis del LG G2 Mini dijimos que era un buen terminal, pero ese preció nos asustó inicialmente.
Son dos estrategias distintas, cada fabricante tiene su método y poco a poco los precios van adaptándose al éxito que tiene el smartphone. Muchas empresas deciden apostar más alto con su móvil para después ir bajando poco a poco mientras otras deciden ser más agresivas en el lanzamiento. Dos estrategias opuestas en las que la disponibilidad, los acuerdos con operadoras, la capacidad de producción y la duración de tiempo en el mercado tienen mucho que decir.
Más casos. El LG G3 o el LG G Flex se presentaron con un precio superior a los 500€. Sin embargo unos meses más tardes podemos conseguir por algo más de la mitad: 375€ por el G Flex y 346€ por el LG G3. Algo parecido ocurre con los Xperia Z1 (329€) y Z2 (357€), en cambio el Xperia Z3 todavía no ha bajado de los 500€. Eso sí, dos cientos euros más barato que su PVP.
Los casos mini son también de los más flagrantes. O por ejemplos los HTC Desire. O los Galaxy A. Todos son smartphones con sus características especiales pero la batería, el procesador y la pantalla determinan muchas veces en qué gama se encuentran. Al ser tan variables es un error comparar por ejemplo el PVP de un recién salido con el precio de otro. Y esto lo realizamos muchas veces.
Disponibilidad y operadoras: jugando con los precios
Comprar smartphones libres es la mejor opción. Siempre hemos defendido eso, pero hay muchos terminales cuyo PVP se anuncia teniendo en consideración las diversas alianzas con los operadores. Ciertos fabricantes se permiten un precio libre inicial más alto para que los operadores tengan más margen a la hora de ofrecerlo junto a subvenciones o pago a plazos.
Volvemos un poco a darle vueltas al hecho de pensar en el PVP como un elemento más de la estrategia de marketing de cada empresa. Al final no estamos hablando de una cifra cercana al precio medio que el usuario acabará pagando.
El precio es muy importante, en lo que todos nos fijamos, pero ya hemos mostrado lo variable que puede llegar a ser. Sacar conclusiones sobre un terminal en base a su precio inicial puede inducirnos a desacreditar un terminal que sería muy interesante en otro rango de precios. La calidad de un móvil es intrínseca y jamás se debe pensar en función de su precio. Lógicamente si la calidad/precio de un terminal es buena, pues estaremos más contentos con su compra.
Fijémonos en el caso del OnePlus One. Imaginad que su precio fuera de 700€ y que ahora se vendiera por los 299€. Seguramente no habría recibido tanta expectación como el hecho de venderse inicialmente así. La mayoría de usuarios han acabado comprándolo ahora cuando las invitaciones son más accesibles, pero el tiempo y la apuesta es distinta. Sensaciones distintas basadas en el precio, por mucho que a la hora de la verdad sean las ofertas del momento lo que determinen la calidad/precio real.
Calidad/precio, ese concepto abstracto tan difícil de calcular
Otro caso muy habitual, los terminales chinos que se anuncian a precio de infarto pero que los problemas de envíos, aduanas y el tiempo acaban reduciendo su interés. Desde aquí recomendamos tomarse el precio oficial como un detalle que representa la importancia del smartphone para la marca, pero en nuestro caso, es importarse seguir de cerca todos aquellos móviles que nos gusten independientemente del PVP anunciado. Nunca se sabe cuando puede llegarnos una oferta irresistible.