LG ha sufrido un cambio espectacular en los últimos tiempos. Sus primeros años fabricando dispositivos con Android no fueron un camino de rosas: terminales reguleros, mala experiencia de usuario, capa de personalización de gusto discutible, falta de soporte a los usuarios con las nuevas versiones, retrasos a la hora de actualizar… en fin, no destacaban ni se diferenciaban del resto de grades: Sony, Samsung, HTC y demás. Sin embargo, echamos un vistazo a su momento actual y vemos como el LG G3 es uno de los dispositivos más deseados del público y se coloca entre los mejores de este 2014, dando un vuelco a la imagen de la marca.
Obviamente esto no ha ocurrido de un día para otro. El anterior tope de gama de los surcoreanos, el LG G2, puso el nivel muy alto, y otras creaciones como el vistoso y curvado G Flex dieron muestra de lo que pueden conseguir con la investigación en tecnología y materiales. Precisamente con el G2 llegó también una versión mini del mismo, una costumbre muy popular entre los fabricantes la de lanzar modelos de menor tamaño de sus buques insignia, aprovechando el tirón del nombre en el mercado.
Por desgracia, mini no significa sólo menor tamaño, sino también especificaciones menos potentes. Esto ocurre en casi todos los casos, aunque hay excepciones como la de Sony y su Z1 Compact, que es un auténtico bicho encerrado en un cuerpo compacto. Del LG G2 mini no podemos decir lo mismo, ya que lo único que comparte con su hermano mayor es el nombre, el diseño y alguna que otra característica. Hemos pasado unas semanas con este dispositivo que llegó hace unas semanas a España y aquí os dejamos nuestro análisis en profundidad.
Review del LG G2 mini: componentes
Comenzamos, como no podía ser de otra manera, con las características técnicas de este LG G2 mini. Nos gustaría decir que conserva toda la potencia del G2 original, pero por desgracia no es así y LG ha optado crear un dispositivo de gama media en lugar de conservar el status de gama alta pero pequeño.
Hemos llegado a un punto en el que decimos que 4.7 pulgadas es un terminal pequeño, aunque bueno, en este G2 mini casi se cumple. Encontramos en él un panel IPS de ese tamaño con resolución qHD (960×540), una pena porque podrían haber alcanzado al menos los 720p, cifra que sí disfrutan algunos de sus competidores. En su interior lo que nos encontramos es un procesador Qualcomm Snapdragon 400, un cuatro núcleos a 1.2GHz con un rendimiento más que probado en otros terminales como en Moto G.
Ese SD 400 va acompañado de 1GB de RAM, lo mínimo requerido en smartphones actuales y 8GB de almacenamiento interno, aunque por suerte LG no ha olvidado las peticiones de los usuarios e incluye una ranura para tarjetas microSD de hasta 32GB.
Especificaciones del LG G2 mini
- Pantalla IPS 4.7 pulgadas qHD (960 x 540) – 234ppi Gorilla Glass
- Procesador Qualcomm Snapdragon 400 MSM8926 Quad Core a 1.2GHz
- GPU Adreno 305
- 1GB RAM
- 8GB almacenamiento interno + ranura para tarjetas microSD hasta 32GB
- Cámara trasera 8MP + flash LED / Frontal 1.3MP
- Batería 2440mAh extraíble
- WiFi, 3G, 4G LTE, GPS, Bluetooth 4.0, Radio FM, emisor IR
- Android 4.4.2 KitKat + capa Optimus UI
- 129.6 x 66 x 9.8 mm.
- 121 gramos
- Colores: blanco o negro
La cámara trasera, que está acompañada por un flash LED, monta un sensor de 8MP que más adelante analizaremos, mientras que la frontal no trae sorpresas y se queda en unos básicos 1.3MP. Por su parte, la batería de este LG G2 mini tiene una capacidad de 2440mAh con autonomía bastante correcta y además es extraíble. De opciones de conectividad va bien servido, incluso es compatible con redes móviles de alta velocidad 4G LTE y también incluye emisor de infrarrojos.
Todo lo anterior funciona bajo Android 4.4.2 KitKat, la última versión del sistema de Google (dejando a un lado la menor 4.4.3), aunque personalizada por LG con su capa OptimusUI y las diferentes aplicaciones con funciones extra que ahora veremos.
Diseño y construcción
Para la construcción del G2 mini, los surcoreanos continuaron con su apuesta de eliminar por completo todos los botones frontales y lateral del dispositivo, colocándolos en la parte trasera, justo bajo la cámara. De este modo consiguen reducir al máximo los mecanismos alrededor de la pantalla y les permite apurar mucho más los bordes, consiguiente un cuerpo realmente ajustado, como ya vimos en el G2 y en el espectacular LG G3.
Siguiendo en la parte trasera, su diseño es bastante parecido al del G2, tenemos la cámara de 8MP, el flash y los botones de volumen y encendido, situados justo en la posición a la que siempre llega el dedo índice, aunque al principio es un poco extraño. El material de la carcasa trasera, que por cierto es desmontable para acceder a la batería y las tarjetas, tiene una textura rugosa bastante agradable y que permite sujetar el teléfono sin que se resbale, aunque no es tan brillante como la de su hermano mayor y sobre todo al principio da una sensación de menor calidad que se ve acentuada por el bajísimo peso, 121 gramos (batería incluida).
Como hemos dicho, los bordes, están limpios de botones y están rematados por un fino marco que imita el metal. En el inferior es donde encontramos el conector microUSB y los altavoces escondidos bajo rejillas, con el mismo aspecto que en la G Pad 8.3. Esa ubicación evita que queden tapados al apoyar el teléfono en una superficie plana, pero por contra pueden hacerlo con la palma de la mano, sobre todo el orificio derecho, que es por donde sale la mayor cantidad de sonido. En el borde superior tenemos el conector jack, un micrófono y el emisor de infrarrojos con el que podremos controlar televisiones y otros aparatos.
Por último, en el frontal únicamente destaca la gran pantalla de 4.7 pulgadas, muy ajustada a los bordes y sin botones capacitivos, ya que los encontramos virtualmente (pudiendo personalizar su distribución y color). Sobre ella, la cámara frontal, los sensores luminosidad y proximidad, echamos en falta un LED para las notificaciones. Al tener los botones en la parte trasera, no siempre tenemos acceso a ellos, por eso en este G2 mini también tenemos KnockOn, la función para encender la pantalla con toques.
Pantalla
Del panel de 5.2 pulgadas y resolución FullHD del LG G2 hemos pasado a 4.7 pulgadas y resolución qHD, varios pasos por debajo de lo que nos gustaría. Este panel LCD IPS es bueno, pero no nos engañemos, los 960×540 píxeles se quedan cortos y echamos en falta al menos la calidad HD.
La densidad de píxeles se queda 234 ppi, una cifra inferior a las que se manejan hoy en día y hace que no sea todo lo nítida que se espera de ella, notándose sobre todo al reproducir vídeos en alta definición. Los colores son correctos, el brillo está muy bien y no tenemos queja de los ángulos de visión. Eso sí, no es que destaque demasiado por su visibilidad en exteriores, pero vamos, tampoco es algo que podamos conseguir fácilmente con otros smartphones incluso de mayor gama, esperemos que los avances en anti reflejos salgan adelante pronto.
Cámara
LG hizo un enorme trabajo con la cámara del G2, el sensor de 13MP y el estabilizador de imagen OIS se notaban en los buenos resultados finales. Para este G2 mini se ha prescindido de ese estabilizador y el sensor se ha reducido hasta los 8MP, conservando el flash LED. Con buena luz las fotografías que obtenemos son bastante buenas, no hay que engañarse, estamos hablando de un smartphone de gama media, pero las imágenes de su cámara se sitúan en la parte alta de la tabla de los de su tipo. Sin duda mejora a la cámara del superventas Moto G y a la del reciente Xperia M2.
La definición está muy bien, aunque los colores son algo lavados. Con peor iluminación y sin tirar de flash, conseguir fotos nítidas es un pelín más difícil por la falta de estabilizador y a medida que entramos en entornos oscuros el ruido hace aparición, lo normal vamos, pero se agradece que no haya una agresiva reducción del mismo por software.
La resolución de las fotos es de 3264 x 2448 píxeles, mientras que la grabación de vídeo es como máximo a 1080p y 30fps. La delantera no destaca en nada con sus 1,3MP. La aplicación de cámara de LG no es precisamente atractiva, aunque eso es algo que han mejorado en la nueva versión de su capa de personalización.
Dispone de diferentes modos de disparo: HDR, panorama, ráfaga (disparo continuo), retocado (estilo Beauty que suaviza la piel), retroactivo y deporte. Entre la configuración de la App tenemos la posibilidad de activar el disparo por voz, tipo de enfoque, ISO, balance de blancos, dar efectos de color o asignar funciones a los botones de volumen traseros.
En general bastante completa aunque con un diseño a mejorar y siempre se agradece una velocidad de enfoque/disparo mayor. En cuanto a la galería, cumple con lo que se espera de ella, pero también acusa el feo diseño de la interfaz. Aquí tenéis algunas fotos realizadas con el LG G2 mini (aquí a resolución completa):
Experiencia de uso y software
Aquellos que compren este terminal se encontrarán una bonita sorpresa: tiene la última versión de Android, 4.4 KitKat, (4.4.2, no 4.4.3), por lo que se beneficia de la mayor optimización general, eso sí, por desgracia no lo encontramos en su versión pura (como sí hace Motorola o vemos en los Nexus), sino que está personalizado por la anterior versión de la capa Optimus UI de LG, exactamente la misma vista en el G Pad, G2, G Pro 2 y en todos los anteriores modelos al G3 (en el que debuta la rediseñada).
El teléfono funciona correctamente, las transiciones son fluidas, todo carga con rapidez y en general la experiencia de uso es muy satisfactoria para un smartphone de gama media, pero siempre podría ser mejor. El diseño de Optimus UI irá a gustos, pero personalmente me parece una capa fea y con aspecto anticuado, cumple su cometido añade aplicaciones interesantes, pero no es agraciada.
Entre las funciones propietarias de LG encontramos QSlide, una serie de Apps (cómo el reproductor de vídeo, el navegador, calculadora, calendario, teléfono o notas) que podremos utilizar en forma de ventanas flotantes, con la capacidad de redimensionar las ventanas y moverlas al gusto por la pantalla mientras hacemos otras tareas. Con Quick Remote convertimos nuestro G2 mini en un mando a distancia para televisión y otros reproductores, lo he probado con varias marcas de TV’s y tanto la configuración como el funcionamiento es muy bueno.
Si los botones están en la parte trasera, ¿cómo encendemos la pantalla al tener el teléfono apoyado en una mesa? Con KnockOn. Este sistema para activar la pantalla con un par de toques funciona realmente bien (siempre que no estén tapados los sensores frontales) y lo cierto es que al final acabamos por no usar los botones traseros. La doble pulsación en la pantalla se convierte en un gesto muy natural y cuando cambiamos a otro dispositivo sin esta función se echa de menos. Aplicando esto al apartado de seguridad tenemos KnockCode, una función para desbloquear el terminal con hasta 8 toques configurables en cualquier punto del frontal.
Por el resto, también tenemos Apps para Notas, asistente para hacer y restaurar copias de seguridad de datos y otros extras. Me gustaría hacer una mención sobre la zona de las notificaciones, allí tenemos acceso directo a algunos ajustes rápidos, volumen, brillo, QSlide, Quick Remote… ¿cuál es el problema? Que no queda espacio para las notificaciones! Aun siendo una pantalla de 4.7 pulgadas, a poco que activemos sólo QSlide, sólo nos cabe una notificación y media, siendo obligatorio hacer scroll cada vez (en la captura superior se aprecia esto).
Bueno, en cuanto al rendimiento general del LG G2 mini, quizá la personalización del fabricante le reste un poco de rendimiento y esto hace que no se saque tanto partido a la combinación de Snapdragon 400 y 1GB de RAM, aunque eso tampoco significa que vaya mal, ni mucho menos. Con un uso normal e intensivo de llamadas, redes, Apps de comunicación, revisar feeds y sin privarnos de utilizar todo tipo de aplicaciones, el G2 mini cumple y no tenemos quejas para un modelo de gama media.
En el caso de los juegos, títulos exigentes como el Asphalt 8 rinden bien (no al máximo de detalle) y la reproducción de contenidos multimedia sería mejor si la pantalla tuviese una mayor resolución. En la mano se siente bien, el material trasero y los bordes redondeados ayudan a sujetarlo y se agradece el bajo peso junto con las dimensiones contenidas.
Benchmarks
Volvemos al apartado de la “polémica”, lo pongo entre comillas porque ya debéis saber lo poco que me gustan estos test de rendimiento, sin embargo, vosotros los pedís y muchos os guiáis por ellos al elegir un teléfono u otro. A ver si hay suerte y os acabo por convencer esta vez: sólo son números en los componentes del modelo, pero no representan fielmente la experiencia de uso en el día a día.
Puede tener 1 trillón de puntos que si no está optimizado, tendrá lag. En fin, aquí os dejo los resultados de Vellamo, AnTuTu y Quadrant, algunos de estos benchmarks más conocidos. Según su puntuación, está al nivel del querido Xiaomi Redmi y aproximadamente obtiene la mitad de puntos que el G2 original.
Batería y autonomía
La batería de 2440mAh que encontramos en el G2 mini da unos resultados excelentes. El G2 también se caracterizaba por su buena autonomía y esta versión reducida podemos asegurar que el terminal aguanta sin problemas, como mínimo, un día completo. La batería, por cierto, es extraible quitando la tapa trasera, un detalle que gustará a muchos y da la posibilidad de sustituirla para insertar otra de repuesto o en caso de tener problemas futuros.
No me he cortado usando el LG G2 mini, le he dado caña durante días completos, utilizando intensivamente las redes sociales, mensajería, leyendo noticias, navegando por la web y con alguna que otra llamada. El resultado es satisfactorio, podemos sobrepasar fácilmente las 4 horas de pantalla y casi 2 días de uso normal.
Por supuesto, si entramos a tareas de navegación GPS y juegos de alto rendimiento, la autonomía se resiente, lo normal vamos. Destacar también que en reposo el consumo es mínimo, a no ser que algún proceso rebelde quede enganchado.
Conclusión
El G2 mini me ha gustado bastante. Es un teléfono muy compacto, el diseño es agradable (aunque no deja de ser plástico) y la apuesta de LG por los botones en la parte trasera, aunque arriesgada, da resultado. Quizá sea gusto personal, pero en el tiempo que estado con él no he echado de menos los botones en los laterales y el KnockOn es una gozada y super intuitivo. Es una pena que este G2 mini no tenga los mismos componentes que el G2 «grande».
Dispone de componentes de calidad, con lo que aseguran el rendimiento y la buena experiencia de uso en casi cualquier circunstancia. La cámara da grandes resultados y si hay un punto que podría mejorar mucho este G2 mini sería su interfaz. Parece casi un pecado tapar Android 4.4.2 KitKat bajo esa capa que le resta fluidez y además no mejora estéticamente.
LG se ha dado cuenta de esto y la ha renovado por completo en el G3, con un diseño flat más moderno y adaptándose a las líneas actuales, pero dudo que algún día veamos esa nueva versión en este G2 mini (ni en ningún modelo anterior al G3).
El LG G2 mini tiene un precio oficial de 349€, un valor pasadísimo para sus características (aunque se puede encontrar fácilmente rondando los 250€ en diversas tiendas), más teniendo en cuenta la competencia por ese precio.
Sin ir mas lejos, por 349€ tenemos el Nexus 5 en Google Play, un smartphone que le pega un repaso considerable, pero si miramos dentro de la gama media, el Moto G 8GB 4G LTE cuesta 199€ y en él también se puede disfrutar de Android puro con un rendimiento genial y un gran soporte de Motorola. Eso sí, si te decides por este LG G2 mini te llevarás un telefonazo, con características muy equilibradas y diseño diferente a lo que hay en el mercado.