A todos nos encanta nuestro teléfono -o nos encantaría tener uno mejor-, pero a todos nos encanta tener un planeta en el que vivir. Por el momento, la Tierra es el único en el que podemos hacerlo, por eso es importante saber, ante el crecimiento del mercado de los smartphones, qué hacen los fabricantes para preservar este nuestro planeta y a sus habitantes.
Las guerras del Coltán, las condiciones de trabajo de los empleados de Foxxcon son algunos ejemplos de cómo los derechos humanos más básicos han sido violados para fabricar un teléfono al coste más ajustado posible, hace unos días la BBC emitió un reportaje sobre las lamentables condiciones de trabajo en las fábricas chinas y las explotaciones mineras que contrata Apple. Aunque el documental se centraba en criticar a Apple -suponemos que por atraer a los espectadores- es algo que se podría aplicar a buena parte de los fabricantes electrónicos del mundo, aunque en ocasiones se esfuercen en mostrar otra cara.
Las guerras del coltán, buena voluntad pero poca efectividad
El coltán es uno de los materiales principales para la fabricación de dispositivos electrónicos del cual se ha hablado mucho. Hace cuatro años, tras un escándalo en el que salió a la luz que empresas Apple, Motorola o Intel adquirían este material procedente de zonas conflictivas para reducir costes, Barak Obama firmó una ley que obligaba a todos los fabricantes a auditar la procedencia del coltán, no sólo a los fabricantes americanos, sino a todos aquellos que cotizasen en las bolsas estadounidenses, como por ejemplo la japonesa Sony.
La ley estaba cargada de buena voluntad y esperaba limitar los ingresos de las milicias rebeldes congoleñas, país que se estima tiene el 80% de las reservas mundiales del mineral, pero el efecto que tuvo no fue el esperado. Tras firmarse la ley gobierno congoleño paralizó la extracción e inició un proceso de verificación de las minas para confirmar cuales estaban fuera de zonas conflictivas, pero este proceso ha sido realentizado por la burocracia y corrupción del gobierno, inexistente en muchas zonas del país.
Esto ha provocado que los precios caigan y ha llevado a miles de personas a la pobreza, obligándoles incluso a unirse a las milicias para sobrevivir. En junio, sólo 25 de los varios cientos que hay en la provincia de Kivu estaba marcado como verde, lo que indica que, según los observadores de la ONU, no hay ni grupos armados, ni niños o mujeres embarazadas trabajando en ellos. Mientras, las matanzas por parte de las milicias continúan.
Recientemente, Ruanda se ha convertido en el primer exportador mundial de coltán con el 28% de la producción mundial. Aunque el gobierno ruandés asegura que esta es sólo una pequeña parte de la capacidad del país y que cuenta con un programa para rastrear el origen del mineral para comprobar que viene de zonas no conflictivas, es posible que buena parte del coltán ruandés sea mineral traído de contrabando desde el Congo.
Sony, Samsung o LG ya hace tiempo que tienen el compromiso de adquirir materias primas libres de sangre, y otras como Motorola lo han adquirido después de que saliese a la luz que habían comprado minerales de zonas conflictivas. En la actualidad a la mayoría de grandes fabricantes les compensa mantener una imagen limpia a costa de tener un coste más alto al comprar coltán de zonas no conflictivas, aunque en ocasiones verificar la procedencia del mineral sea casi imposible.
El reciclaje, una opción para ayudar al planeta y a las personas
La explotación del coltán no sólo es una fuente de conflictos humanos, también ha llevado a los gorilas al borde de la extinción. Las operaciones mineras destruyen el bosque , reduciendo su hábitat natural, lo que ha producido una caída dramática en su población. Pero la destrucción del bosque tropical no es sólo un problema para los gorilas, buena parte del oxigeno presente en la atmósfera se genera allí, y como la mayoría sabrá, una atmósfera con menos oxigeno puede ser un serio problema para los seres humanos.
El rápido avance de la tecnología nos ha llevado a renovar nuestro teléfono cada 18 meses de media, algo que seguramente no sea del todo necesario, aunque muchos fabricantes nos empujen a ello con la obsolecencia programada de sus terminales, no actualizar los modelos más antiguos o actualizándolos de forma que ya no funcionen de forma tan fluida como podrían. Sin embargo al final, el principal factor es la necesidad autocreada de tener algo nuevo, nos aburrimos de nuestro teléfono y queremos otro nuevo. ¿Es necesario cambiar tanto de teléfono? Para la gran mayoría de usuarios, no.
Se estima que en España hay 20 millones de teléfonos que no se usan, guardados en un cajón «por si acaso un día los necesitamos», un por si acaso que jamás llega. Según Eurekamoviles, los españoles tienen tres teléfonos per capita y sólo usamos uno. Sólo uno de cada cinco móviles se reciclan. Si lo hiciéramos, podríamos colaborar de manera muy significativa a preservar la Tierra. La mayoría de operadoras de nuestro país tienen sus propios planes de reciclaje.
Diversidad de opciones para reciclar tu viejo movil
Un buen ejemplo son Vodafone, cuyo programa incluye el reacondicionamiento de terminales usados que aun funcionen para ser vendidos en países en vías de desarrollo, cuyos mercados están creciendo a un ritmo elevado. En caso de que no funcionen, son enviados a empresas especializadas que extraen los materiales reutilizables y se deshacen de los elementos tóxicos, como la batería, de forma que afecten lo menos posible al medio ambiente. Este programa está disponible tanto para los que son clientes de la operadora como para los que no.
La batería es el elemento más contaminante y tóxico de tu teléfono. Movistar tiene un programa especializado en el reciclaje de estas delicadas piezas que también está disponible en Sudamérica. Una sola batería puede llegar a contaminar más de 2000 metros cúbicos de agua, por lo que una buena gestión de estas es fundamental.
Si tienes alguna suspicacia acerca de qué pueden hacer con tu teléfono estas grandes multinacionales cuyo fin último es hacer caja, en España también disponemos de otras opciones, como Eurekamoviles que colabora con Cruz Roja o Intermón Oxfam para tratar de paliar los efectos de los móviles sobre el planeta. Si esa alternativa no te convence, la Fundación Stop Sanfilippo y Acción Contra el Hambre han puesto en marcha la campaña Móvil Solidario, que ofrece reciclar tu viejo móvil y los beneficios irán destinados a la financiación de proyectos de investigación del síndrome sanfilippo y a tratar de erradicar el hambre en el mundo.
Sony y Samsung tratan de aliviar el planeta
Los grandes fabricantes también tienen planes para reducir su impacto sobre nuestro planeta. Un buen ejemplo de ello -o como mínimo un buen ejemplo de márketing- es su programa Road to Zero, un plan de la empresa japonesa para minimizar sus emisiones para el año 2050, mejorando la eficiencia de su transporte, desarrollando tecnologías menos contaminantes, aumentando el uso de materiales reciclados y controlando con más cuidado las sustancias químicas.
Pero los planes de Sony no se limitan al lejano 2050, también se han planteado una serie de objetivos para el próximo 2015, entre los que figuran reducir su consumo energético un 30% con respecto a los niveles de 2008, rebajar sus emisiones de CO2 un 14% con respecto a 2008, aumentar como mínimo un 99% el uso de materiales reciclados o la eliminación total del uso de retardantes de llama bromados y del PVC en ciertos aspectos de su producción. Habrá que estar atentos a si son realidad o sólo una bonita acción de relaciones públicas.
El mayor fabricante de móviles del planeta, Samsung, también tiene su propia manera de cuidar del planeta, bajo el logo Planet First. La firma coreana cuenta con varios consejos que se reúnen entre dos y cinco veces al año veces al año para discutir cómo la empresa puede ayudar a conservar el planeta.
Además su web ofrece una detallada tabla con los objetivos y los resultados de la compañía en los últimos años. Llama la atención que en muy pocos casos la compañía ha fallado en alcanzar sus intenciones, y que en algunos casos se superan ampliamente. Esto puede indicar un gran trabajo de Samsung en este aspecto o bien que las cifras han sido maquilladas o que las metas que se habían marcado eran muy poco exigentes.
Si preocupa al público, preocupa a las marcas
Otros fabricantes como LG o Motorola también tienen sus propios objetivos para cuidar del medioambiente. Los coreanos tienen como objetivo reducir 150,000 toneladas de gases responsables del efecto invernadero de aquí al 2020, mientras que Motorola busca reducirlo un 10% para el 2016 con respecto a los emitidos en 2011.
Los fabricantes saben que el cambio climático es uno de las principales preocupaciones del público. Ya sea por buena voluntad o por intereses comerciales, no cabe duda de que este interés en reducir el impacto medioambiental por parte de los grandes fabricantes es de gran beneficio para todo.
Google también se esfuerza en cuidar el planeta
Google es la madre de Android y también tiene sus propios objetivos para mantener el planeta habitable. Los de Mountain View aseguran que sus centros de datos consumen la mitad de energía que otros complejos de este tipo. Esto es gracias a la eficiencia energética de sus instalaciones, lo que les ha ahorrado 1.000 millones de dólares y, de paso, ha minimizado su impacto ecológico.
Además, la empresa asegura que un 33% de la energía que utiliza procede de energías renovables, según datos de 2011. Google también recicla todos los productos electrónicos que salen de sus centros desde 2007.
Fairphone, afortunadamente hay gente comprometida
Hace unos años surgió la iniciativa del Fairphone, un terminal íntegramente construido teniendo en cuenta el coste medioambiental de su fabricación. No estamos ante el smartphone más potente, ni se construyeron muchas unidades ni siquiera era barato, de hecho su precio era incluso más caro que la mayoría de smartphones del momento. Pero son precisamente este tipo de proyectos los que ayudan a los otros fabricantes a conscienciarse.
Cuidar del pixel azul
El 14 de febrero de 1990, la sonda Voyager hizo la fotografía más lejana que jamás se había tomado de nuestro planeta, a más de 6.000 kilómetros de distancia. Explicaba Carl Sagan que a esa distancia la Tierra no era mas que un simple pixel azul suspendido en un rayo de sol. Ese pixel azul es el único pedazo de roca en el que el ser humano puede sobrevivir, por ahora. Cuidar de él va mucho más allá de salvar al oso panda.
El cambio climático es un hecho, como es un hecho que ha habido otros antes de la llegada de los humanos con catastróficas consecuencias para sus habitantes. La vida siempre ha sido lo suficientemente tozuda como para adaptarse a esos cambios como seguramente se adapte si el ser humano causa un nuevo cambio climático, lo que no está claro es que el ser humano sea capaz de sobrevivir a un cambio radical en el clima.
No se trata sólo de proteger a otras especies -algunas de las cuales podrían extinguirse también sin el impacto humano-, es también un acto de egoísmo antropocéntrico. Es tan sencillo como que mientras no podamos salir de la Tierra, más nos vale que esta siga siendo como lo ha sido en los últimos millones de años. Y eso empieza por ser conscientes del impacto que nuestro móvil tiene en el planeta.
¿Qué os parecen las políticas medioambientales de los grandes fabricantes? ¿Conocéis otros programas de reciclaje? ¿Habéis llevado alguna vez a reciclar vuestro viejo smartphone?