En la actualidad se podría decir que Apple y Google han llevado muy lejos la informática de consumo, mucho más de lo que Bill Gates hubiera podido soñar con sus Personal Computers. Para ello han artículado alrededor de sus productos todo un arsenal de marketing, que da sentido a las necesidades que dichas empresas intentan generar sobre los consumidores para poder venderlos.
Tras la fotografía dejaremos a la manzanita con su mordisco a un lado y nos centraremos en Android, aunque podríamos decir que el final último de ambas empresas sigue siendo el mismo: como favorecer el consumo de sus dispositivos y software, y que éste no cese en ningún caso, o mejor dicho se estudia el modo para mantener un flujo de ingresos determinado acorde a las necesidades de los empresarios de Google y de Apple.
Situándonos en Android y su famosa fragmentación, muchos de vosotros ya os habreis percatado de que las actualizaciones son usadas como reclamo para la venta de nuevos terminales, y en mi opinión Google dosifica las mejoras para garantizar que habrá una «nueva golosina» como mínimo cada año: Gingerbread, Honeycomb, Ice Cream Sandwich…
Para que dicho crecimiento sea sostenido es absolutamente necesario dejar atrás al terminal ya fabricado para poder ubicar en el mercado aquellos nuevos que van sacando los diferentes fabricantes. Para este punto en Android parece que da igual que seas usuario de Nexus como del resto de terminales, en un año o dos acabarás obsoleto (Vease el caso de Nexus One o Galaxy S que se quedaron sin ración de helado o la demora de Nexus S en la que todavía algunos seguimos esperando la OTA de ICS).
A grandes rasgos podemos observar que en todo este carrusel de novedades se estudia el balance entre novedad, atractivo, funcionalidad, y caducidad sin que la fidelidad del usuario quede dañada. De este modo es importante que el nuevo producto mejore la experiencia con el Sistema Operativo en sí mismo, parezca una evolución sólida, justificada y necesaria, y a la vez presente una nueva interfaz que apunte en dos sentidos; el primero destinado a llamar la atención, el segundo en garantizar que los antiguos hardwares no lo van a poder soportar y por tanto se estimule el mercado. Se trata de una actualización, de dejar lo viejo atrás, para que podamos fijarnos una vez más en lo nuevo, pero hay que tener presente que los motivos de dicha actividad estan destinados a un trato entre empresas y consumidores y no entre usuarios y empresas capaces de generar un bien útil que beneficiará a ambos.
Es en relación a éste punto que muchos usuarios encontramos a faltar muchas de las funcionalidades de nuestros computadores personales en nuestros móviles o tablets, y sabemos que dichas necesidades podrían ser cubiertas de sobra por hardware pero que no hay software para llevarlo a cabo. Estoy hablando de un editor de texto a la altura de open office, compatibilidad con grabadoras de cds y dvd, compatibilidad con impresoras y escáneres, programas profesionales de edición de video e imagen, etc… Esto se debe, como ya hemos dicho, a que se trata de consumir y no de producir contenidos, es decir, que el usuario lo tenga todo resuelto en un click, casí como si la creatividad del intelecto quedara condicionada a elegir una opción u otra pre establecida por el programador. Este problema se da tanto en terminales, como en tablets.
Tras un artículo escrito por un redactor de el Androide Libre sobre FOXCONN, empecé a recapacitar sobre la sostenibilidad de este “compra – vende esquizoecológico” o desarraigado por completo de la responsabilidad que tenemos las personas sobre nosotras mismas y sobre nuestro medio natural. Nuestros flamantes terminales, nuestros computadores, videoconsolas, reproductores mp3 y cámaras digitales, entre muchos otros productos electrónicos llevan condensadores electrónicos basados en la tantalita que se deriva de un mineral llamado «Coltan» (mezcla de Tantalita y Columbita, de ahi su nombre). Este mineral se puede encontrar en Sierra Leona, Brasil, Australia y El Congo, siendo éste último país el que más cantidad tiene en sus reservas naturales (80 % de las reservas naturales mundiales) y en consecuencia también es el que más cantidades de este mineral no renovable produce. A este mineral se debe la miniaturización de los productos electrónicos, gracias a su superconductividad, su carácter ultrarrefractario (capaz de soportar temperaturas que alcanzan los 2.996°C), su capacidad para almacenar carga eléctrica temporal y liberarla cuando se necesita, y su alta resistencia a la corrosión.
Si nos centramos en El Congo, hay que subrayar que la extracción y comercio de dicho mineral es el causante de diferentes conflictos que tienen que ver con probemas medioambientales graves, violación de los derechos humanos fundamentales como la no esclavitud, y el derecho a vivir en condiciones de salud favorables, así como ser el origen de una guerra entre paises y guerrillas financiadas por potencias extranjeras para mantener el control de los yacimientos minerales.
En el Congo se ha erradicado el 90% de la población de gorilas de la zona, y se ha mermado gravemente la población de elefantes a consecuencia de la caza indiscriminada y la deforestación de sus hábitats naturales para obtener este preciado mineral.
Como hemos dicho el control de los yaciemientos de coltan son la causa directa de una cruel guerra, esta guerra es llamada «la segunda guerra del congo» que ha dejado tras de sí 5’5 millones de muertos, y poblaciones sitiadas donde el crimen y la violación de hombres, mujeres, niños y niñas se efectua de modo sistemático por ejercitos corruptos bajo el mandato de la República del Congo y los Cascos Azules de la Onu, que paradojicamente aprovechan la vulnerabilidad a la que la guerra expone a los civiles, civiles a los que se supone deberían proteger.
Sorprendentemente, es la segunda guerra contemporanea más sangrienta desde la segunda guerra mundial. El control de las minas que estan en territorio Congoleño, ha desencadenado el conflicto entre varios pueblos vecinos de la zona, como son Ruanda y Uganda que financiados por Estados Unidos, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial controlan en territorio Congoleño a golpe de gatillo y bala la extracción y la exportación de dicho mineral a través del grupo LIVE, quien hace a su vez de puente entre el pais africano y occidente.
Por si fuera poco, a este conflicto armado se le suma las condiciones de semiesclavitud a la que se somete a los trabajadores que deben extraer el Coltan de yacimientos que en su mayoria albergan elementos radioactivos como son el Radio o el Uranio. Segun la revista Journal of Radiological Protection, científicos del Departamento de Física y del Instituto de Ciencias Nucleares de la Universidad de Nairobi han evidenciado dosis de radiación en los trabajadores congoleños de hasta 18 mSv por año. Pero tal fatídica suerte no queda sólo reservada para los adultos ya que se dice que la producción de dicho mineral está asociada a la explotación infantil y que para la obtención de un kilogramo de Coltan han muerto entre dos y tres niños.
Dicho esto, la reacción que se espararía de una persona responsable para con los demás y su medio seria la de buscar proveedores de celulares, y tablets que no compraran el mineral en el Congo, por que como ya hemos dicho, hay otros paises que también tienen reservas. Si indagamos por la red veremos que la transparencia de las empresas no está clara y que aunque hay técnicas que permitirían identificar el origen del tantalio de los dispositivos, dichos procedimientos no se llevan a cabo en la mayoría de los casos, y se estima que tan solo Samsung, Sony, y LG, tienen políticas de compra de Coltan «limpio de sangre», aunque dicho compromiso está sujeto a las oscilaciones y necesidades del mercado. El Grupo Live, distribuidor de Coltan procedente de África, asegura que la demanda en Occidente es tan fuerte que no puede ser satisfecha, hecho que pone en entre dicho la veracidad de estás políticas responsables de las empresas, si se las compara con el enorme flujo de productos que son capaces de lanzar al mercado.
Todavía no hemos ensamblado nuestros móviles y ya vemos que tenemos un montón de problemas medio ambientales, de violación de derechos humanos, y bélicos por el control de las fuentes del Coltan. Supongamos que vamos a decantarnos por productos que sean responsables con el medio ambiente, que no den trabajo a niños y niñas, que no tengan trato con guerrillas, etc… Por tanto productos que no sean fabricados con Coltan procedente del Congo. ¿Pero quien fábrica nuestros terminales? Entonces es cuando aparece nuestro amigo FOXCONN o Hon Hai Precision Industry Co., Ltd. En este último caso seré breve ya que no quisiera solaparme con el artículo ya públicado por El Androide Libre, me limitaré a añadir una lista de fabricantes que subcontratan los serviciosde FOXCONN y a hacer un breve resumen o presentación de la empresa:
-ACER, AMAZON, APPLE, CISCO, DELL, HEWLETT-PACKARD, INTEL, MICROSOFT, MOTOROLA MOBILITY, NINTENDO. NOKIA, SAMSUNG ELECTRONICS, SONY, TOSHIBA, VIZIO.
Para aquellos que no os hayais leido el artículo públicado en el androide libre con anterioridad me gustaría haceros un pequeño y breve resumen de FOXCONN, así como animarós a leer el artículo que encontrareis en esta misma web.
FOXCONN es famosa por el suicidio de sus empleados, hecho que ha promovido que la empresa contrate psicólogos que detecten y prevengan conductas autolíticas que pongan en riesgo la imagen de la empresa que pongan en riesgo la vida de los trabajadores. Los trabajadores viven en la misma empresa, llegando a dormir en habitaciones de hasta 8 personas, jornadas de 60 horas semanales, salarios de 200€ mensuales, en resumen unas condiciones laborales a la altura de las colonias textiles españolas durante el siglo XIX.
Para acabar, si me lo permitís me gustaría formular algunos consejos y reflexionar sobre actitudes que considero podrían ayudar a paliar estos conflictos en cierta medida. Hoy en día ya no es cuestionable el papel de los smartphones en las actividades de nuestra vida diaria, pero es necesario que cada 18 meses cambiemos de terminal? En mi opinión, es un no rotundo. Nuestro móvil hace sus funciones de igual modo en que las hacía el día en que nos lo compramos, de hecho tras todo este tiempo trasteando con él, finalmente acabamos siendo verdaderos especialistas; se discute en foros, se nos dan consejos, incluso podemos rootearlos etc… Es necesario que salgamos del frenesi de compra compulsiva a la que nos quieren ver sometidos para que adquiramos aquellos productos que van a ser necesarios y que vamos a utilizar, del mismo modo seguir valorando el producto que tenemos hasta el momento en que acabe su vida útil, y si finalmente decidimos desecharlo por razones de peso, almenos deberíamos venderlo, intercambiarlo o regalarlo. Luego, antes de comprar un producto, a parte de ver y comparar diferentes terminales, es sumamente importante saber a quién estamos comprando nuestro smartphone, ya que como se suele decir: en nuestra sociedad contemporanea quién paga, vota por un tipo de políticas u otras.
Si es cierto que a nivel de hardware no hay color entre los terminales del MWC de 2010 y los de 2012 pero tampoco lo va a haber entre el MWC de este año y el del que viene. Deberíamos poner el acento en el software y en las posibilidades de este, por encima de la potencia del procesador, la capacidad de la RAM, la pantalla AMOLED o LCD…etc que de por sí, sin un buen software, no sirven para nada.
¿Que os ha parecido el artículo? ¿Que otros consejos y actitudes se os ocurren para evitar el desastre ecológico y el crimen hacia el ser humano? ¿Pensais que Google podría lanzar actualizaciones más completas y sólidas y dejar entre lanzamientos espacios de tiempo más prolongados?
Agradecer a nuestro lector Jimmy Bravo la realización de este gran artículo que sin duda nos ayudará a muchos a concienciarnos sobre la verdad del origen de nuestros dispositivos.