Android y Linux, una relación ganadora. Parte 3. Hasta que la muerte les separe
Y llegamos a la última entrega de nuestra pequeña serie de artículos dedicados a la relación entre Android y Linux. Hasta ahora, hemos aprendido que Linux nació con una clara filosofía libre, en un intento de ofrecer una alternativa ante los sistemas cerrados por el copyright y las grandes compañías. Por tanto, fue la elección lógica cuando Android Inc, y luego Google, decidieron que necesitaban un sistema operativo para móviles que pudiesen moldear para sus necesidades. Pero la historia de Android y Linux no ha terminado, ni mucho menos. De hecho, se podría decir que acaba de empezar.
Por supuesto, todas las historias tienen sus baches, y la relación Android/Linux tiene unos cuantos, la mayoría producidos por las exigencias que tiene una compañía tan grande y poderosa como Google. Cualquiera puede coger el código fuente de Linux y crear su propio sistema operativo, siempre y cuando libere el código fuente si lo va a distribuir. Pero cuando estamos ante un proyecto de la magnitud y consecuencias de Android, la vida no es tan simple. No es que Google no quiera seguir los principios del software libre, por supuesto, pero no sería erróneo decir que en mas de una ocasión ha intentado salirse con la suya a costa del proyecto Linux.
El punto mas polémico durante mucho tiempo fue el aporte que hace Google al kernel de Linux. Cualquiera puede crear un parche y mandarlo a los programadores de Linux para que estudien su inclusión, pero evidentemente Google tiene un interés especial en que el código acabe en el núcleo, y en mas de una ocasión ha ejercido de lobby de presión para convencer a las personas adecuadas para que acepten el código, algo que no ha sentado nada de bien.
Para entender estos problemas, primero hay que explicar cómo trabajan los desarrolladores de Android. Parten de una versión del kernel de Linux, a la cual le añaden el código necesario para conseguir el sistema Android que todos conocemos. Pero crear código no es simplemente escribir unas líneas, sino que hay que mantenerlo. Mantener el código implica un seguimiento de bugs, un control de calidad, y, en definitiva, mas tiempo y dinero. Google tiene que mantener el código que añade por su cuenta para crear Android, pero no está obligado a mantener el código perteneciente a Linux, sino que de eso se encargan empleados y voluntarios entusiastas de Linux. Por tanto, para Google lo mas sencillo sería que casi todo el código de Android estuviese incluído en Linux, y así solo tendría que gastar recursos en mantener una pequeña parte.
En 2010 esta actitud llevó a algunos desarrolladores de Linux a tomar una decisión: eliminar código de Android incluido en Linux, con el pretexto de que no estaba siendo mantenido por nadie. Google se había desentendido del código una vez se lo pasaba a Linux, y esto provocaba que los ya ocupados mantenedores tenían incluso mas trabajo. Como podéis comprender, hubo una gran polémica alrededor de este movimiento, y durante meses parecía que Google dejaría de aportar a Linux. Afortunadamente desde entonces estas hostilidades se han enfriado, y aunque Google sigue manteniendo para sí una buena porción de Android, en cada nueva versión del kernel de Linux se están añadiendo nuevas funcionalidades pensadas especialmente para Android.
Lo cual nos lleva a la situación actual de Android, que es muy parecida a la que tenía Linux en aquel momento. Porque varias compañías se están «aprovechando» del trabajo de Google creando aplicaciones y sistemas basados en Android sin aportar nada a cambio. Estoy hablando de Facebook Home y Amazon Kindle. La primera se apropia de la pantalla de inicio para llevar al usuario a servicios competidores directos de Google, y el segundo modifica su código para llevar las ventas a su propia tienda. ¿No sería hora de que Google les cortase las alas?
La respuesta es no, y el nuevo líder de Android, Sundar Pichai, está de acuerdo. Aunque tener una plataforma abierta no es sinónimo de software libre, ambos conceptos comparten la misma filosofía, la de avanzar y mejorar gracias a la competencia y la cooperación. Que Facebook Home exista, según él, es «emocionante», y asegura que las innovaciones son bien recibidas, y que será el mercado el que decida si quedarse con esa opción o usar la de Google. Lo mismo en el caso de Amazon.
Y es que, mas allá de todo el código de Linux que pueda usar Android, lo mas importante con lo que tiene que quedarse es con su filosofía libre, con su ánimo de aportar a la comunidad un espacio en el que crear y experimentar, y en llevar esos resultados al usuario final. Y por eso, Android no existiría sin Linux, y es muy posible que nos estemos acercando al momento en el que Linux no exista sin Android.