El precio de la libertad de Android
Que Android es un sistema operativo libre (en el sentido de Open Source, se entiende) es algo que estamos hartos de oir. Sin embargo a veces hay ciertas noticias que nos hacen dudar que esta libertad sea tal como en un principio puede parecer. Puesto que la principal diferencia de base de Android con respecto a sus competidores es ser ‘libre’, creemos que este tema merece una buena explicación para aclarar todo lo que hay detrás de esta supuesta libertad.
Situación Actual
Para empezar, veamos cómo está el tema desde un punto de vista puramente oficial. Android como sistema operativo se distribuye como software libre bajo dos tipos de licencias: Apache 2.0 y GNU GPL 2. Esto se traduce en que cualquier persona puede ver, manipular y distribuir el software Android como quiera, sin estar obligado a liberar el código fuente de esta modificación. Por otra parte están los servicios propios de Google (Play Store, por ejemplo), sus aplicaciones (GMail, Maps, Calendar…) y la marca registrada AndroidTM. Estos no son de libre uso y Google ejerce un fuerte control sobre ellos obligando a pasar controles de calidad y monetarios para poder usarlos. Estos requisitos no suelen ser excesivos, pero sí que garantizan a Google control sobre todo aquel dispositivo que lleve el nombre Android o utilice sus servicios.
¿Por qué hace Google este control?
El primer motivo de esta dualidad «Liberta-Control» que ejerce Google es evidente: Poder obtener rendimiento económico con un modelo Open Source. El segundo también es fácil de adivinar y no es otro que controlar el resultado final de los dispositivos que llevan el nombre Android por bandera. Contar con un sistema operativo de código abierto aporta muchas ventajas además de la evidente publicidad e imagen de marca. Sin embargo el problema que puede presentar son modelos con versiones inacabadas, que funcionen mal o que no sean compatibles entre sí. Además esto potencia que todos los desarrolladores caminen en una misma dirección, acabando con la fragmentación total (hablo de fragmentación más allá de las distintas versiones) y que no se perjudique la imagen de la marca Google con aparatos defectuosos o de pésimo funcionamiento, ya que estos no estará llevarán el sello Google. Para garantizar esta marcha por el mismo camino se creó en 2007 la Open Handset Alliance (OHA), de la que más tarde volveremos a hablar.
Las alternativas que nos deja esto
Muchos os preguntaréis por qué seguimos diciendo entonces que Android es un SO libre después de ver el control que ejerce Google. Pero la realidad es que Android como SO sí es completamente libre. Cualquiera tiene la libertad para hacer con el código fuente lo que quiera, pero al margen de Google. Es decir, se nos plantean dos posibilidades a la hora de construir nuestro SO a partir del código fuente de Android: o bien hacemos caso a Google, o bien hacemos la guerra por nuestra cuenta haciendo lo que nos apetezca con el código inicial. En el primer caso deberemos acatar las órdenes de Google y pasar por el aro certificando nuestro producto final, ganando por otro lado la posibilidad de utilizar la marca AndroidTM, y todos los servicios y apps de Google. Si, por el contrario, optamos por la mayor libertad posible, perderemos el respaldo de AndroidTM y de Google, pero contaremos con libertad absoluta en nuestro desarrollo.
¿Cómo reacciona el mundo a este control?
En este caso las reacciones han sido muy variadas. Por el lado de las empresas, la mayoría han decidido acatar las órdenes de Google. Es el caso de Samsung, HTC, Asus, Sony… Que incluyen ciertas personalizaciones (hasta donde el control de Google permite) pero respetando un patrón común y disfrutando del gran mercado que ofrece AndroidTM con los servicios de Google. Para garantizar y favorecer esta expansión en común se creó la OHA, que es una agrupación de empresas (Google, Intel, Qualcomm, Samsung, HTC…) que se unen para el desarrollo común de Android. En el otro lado tenemos a Amazon y otras compañías (principalmente chinas) que han decidido seguir su propio camino. El ejemplo de Amazon es muy claro, con un sistema operativo basado en Android que no se parece en nada al original, su propia tienda de aplicaciones… Luego en un punto intermedio tenemos el intento de Acer, que estando en la OHA intentó seguir los pasos de Amazon. Aquí Google fue tajante: O conmigo o sin mi, pero nunca a medias.
En cuanto a los usuarios, aquí hay diversidad de opiniones. Los hay que critican esta política pseudolibre de Google, otros a los que nos parece bien, e incluso gente que pide mayor control por parte de Google hasta un punto próximo al que se encuentra iOS (estos son los menos). La realidad es que los cocineros de ROMs deciden ajustarse a los patrones marcados por Google en pro de una mayor compatibilidad y mejores servicios, lo que casi todos agradecemos.
Entonces ¿Android es libre o no?
La respuesta es tan sencilla como contradictoria: Sí, completamente; pero No, para nada. Me explico, si hablamos de Android como SO puramente, entonces sí, estamos hablando de un proyecto completamente libre y abierto a la comunidad para hacer con ello lo que queramos. Sin embargo, si hablamos de AndroidTM (la marca Android) y los servicios de Google que integra por defecto el SO, entonces hablamos de un ecosistema cerrado en que debe seguir unas pautas concretas para poder entrar, aunque se deje algo de liberta (sobre todo en la parte estética).
Por último me gustaría dejaros un pequeño esquema a modo de resumen condensado de las ideas expuestas, para los vagos o los que les cueste aclararse. También os recomiendo un par de lecturas para aquellos interesados en profundizar en el tema, principalmente artículos de la wikipedia y de este mismo blog, que ayudarán aún más a aclarar nuestras ideas sobre esta libertad controlada en que se mueve Android.
Enlaces de Interés
Análisis del caso Acer y la política de Google
Información sobre la licencia Apache y sobre la licencia GNU GPL
Información sobre la Open Handset Alliance