2013, el año en el que Firefox se convertirá en una verdadera alternativa
El 2012 ha sido un año muy duro para Mozilla. El mercado de los navegadores ya no es el mismo que el de los últimos años, y la navegación móvil se ha descubierto como un pilar imprescindible sobre el que asentarse como uno de los programas mas usados. En el sector de los navegadores para escritorio, el creciente uso de Chrome y el lanzamiento de nuevas versiones de Internet Explorer ha relegado a Firefox a una segunda plaza a la que parece abonado. Es en el mercado móvil donde yacen ahora las esperanzas de la Fundación Mozilla.
Y es que la apertura de tantos frentes no ha ayudado a un proyecto de software libre que ha visto tiempos mejores, sobre todo en lo que respecta a cuota de mercado. Estos problemas al convencer al usuario han amenazado alguna vez en convertirse en problemas económicos, pero la renovación del acuerdo con Google para ser el buscador por defecto parece haber disipado cualquier duda que hubiese al respecto. El proyecto Firefox no solo sigue en marcha, sino que en el 2013 veremos materializarse algunas de las promesas que nos hicieron ya hace unos años.
La versión para escritorio sigue recibiendo atenciones, en forma de una nueva interfaz, de reducción del uso de memoria, y de una nueva API para aplicaciones sociales, pero son las versiones móviles las que están atrayendo todos los focos. Es en ese mercado donde se está produciendo el mayor crecimiento de usuarios, así que es lógico que Mozilla se haya esforzado aún mas para mejorar la versión de Firefox para Android. Después de un lanzamiento inicial que recibió muchas críticas, la app se re-desarrolló para mejorar el rendimiento de una manera espectacular, y por el camino también se añadió soporte a dispositivos con procesadores ARMv6, la mayoría de ellos de gama baja. Una de las características estrella de esta aplicación es la opción para avisar a las webs que visitamos que no deseamos que nos rastreen. Esta función se llama Do Not Track, y, tal vez de manera sorprendente, son los usuarios de Android los que mas la activan, un 19%, por el 8% de los usuarios de la versión de escritorio. Esto puede significar que los usuarios de móvil son mas conscientes de los problemas de privacidad que comportan las nuevas tecnologías, pero también puede deberse a que muchas de las personas que usan el navegador son entusiastas que buscan expresamente estas características.
La evolución de este trabajo en el navegador movil tiene nombre: Firefox OS. El 2013 será el año que veamos los primeros dispositivos corriendo el sistema operativo de Mozilla, y parece que la espera merecerá la pena, aunque solo sea por la curiosidad de ver un «sistema web abierto», como lo define la propia Mozilla. Ya hay algunos fabricantes y operadoras como ZTE y Movistar que ven las posibilidades de un sistema abierto de bajo coste, que alcance a las masas allí donde Android aún no ha plantado su bandera. Otra historia distinta será si Firefox OS consigue mantenerse firme ante tamaña competencia, y el efecto que tendrá en la Fundación Mozilla si el intento fracasa.
Pero estamos a finales de año, época de esperanza. Y personalmente, mi esperanza es que Firefox OS tenga éxito. Primero de todo, porque sigue los principios de libertad y desarrollo libre que otrora formasen el armazón con el que se cubría Android, antes de chocarse contra la dura realidad. Y segundo, porque realmente es necesario un nuevo actor en la estancada obra de teatro en la que se ha convertido el mercado.
Windows Phone 8 ha fallado estrepitosamente en su intento de meterse en medio de la batalla entre Apple y Google, si bien los fabricantes parecen dispuestos a perdonárselo para no convertir el mercado en un bipolio duopolio. Ahí es donde Firefox OS tiene posibilidades de triunfar, pero, sobre todo, de influenciar al resto para mejorar la situación actual. Exactamente igual que hizo Firefox cuando apostó por los estándares abiertos en desarrollo web frente al monopolio de Internet Explorer.