Texas Instruments podría dejar de fabricar chips para móviles
Muchos de nosotros nos fijamos en nuestro día a día en los chips que llevan nuestros teléfonos o tablets, pero no cabe duda de que sois muchos más los que no. Aún así creo que esta noticia es interesante tanto para unos como para otros, por lo que cuenta y por lo que significa.
Sabéis que hay varios titanes en la palestra luchando por ser el mejor en cuestión de chips, por un lado Qualcomm y su Snapdragon S4, Samsung y su Exynos, Nvidia con su Tegra 3 (y los que vendrán en breve), Intel con sus Medfield (y lo que vendrá en breve) e incluso Huawei con sus K3V2 (bendita bestia que pudimos ver en el MWC y que han guardado en un armario desde entonces). No obstante parece que Texas Instruments, con sus OMAP podría dejar de estar en las quinielas en breve.
Al parecer, los números de la compañía no hacen demasiada gracia a los accionistas, quienes habrían pedido cerrar una parte de la empresa, en concreto la división encargada de la producción de soluciones integradas y procesadores para telefonía móvil.
Desgraciadamente es lógico que tarde o temprano pensaran en algo así, cuando los diferentes fabricantes han ido optando por soluciones de otros fabricantes frente a la que ofrecían los americanos. El último en abandonar el barco parece ser Motorola, quien está empezando a utilizar la solución Quad Core de Qualcomm en sus productos de gama alta.
¿Y qué significa esto para los usuarios de móviles? Pues en general, no demasiado, aunque para los usuarios de Android es una de cal y otra de arena. En el lado negativo tenemos la mala suerte de que el mercado de fabricantes de chips se reduzca, a falta de que Intel termine de dar un paso adelante con su apuesta por las plataformas móviles y que Huawei decida lanzar sus Quad Core por fin, lo que podría ocasionar por un lado, escasez de integrados debido al aumento de la demanda sobre los que se han quedado y por otro un aumento del precio de los mismos debido precisamente a ese aumento de la demanda.
Como contrapartida no obstante, el entorno se homogeneiza, siendo esto un factor clave para ayudar a la optimización del rendimiento de la plataforma en los dispositivos por venir, precisamente porque al disminuir el número de integrados (que no necesariamente de arquitecturas) es más fácil conseguir drivers que funcionen cada vez mejor en los citados aparatos. Es decir, que probablemente tanto fabricantes como comunidad encuentren un pequeño filón (aunque nada demasiado grande) a la hora de poder llevar a cabo desarrollos todavía mejores que los que veníamos teniendo hasta ahora.
Como veis, sabor agridulce para animar un poco este mes de Agosto. Y vosotros, ¿qué opináis? ¿creéis que este movimiento de Texas Instruments afectará a los androides por venir?