Las patentes, la innovación, Apple y la madre que los parió…
En alguna ocasión me habéis oído despotricar sobre el tema de las patentes, las demandas y demás. En parte porque es un tema que siempre (tristemente) está de actualidad y en parte porque como aficionado a la tecnología cada vez estoy más harto de tonterías.
Si estáis leyendo esto es obvio que a vosotros también os interesa la tecnología, lo que quiere decir que cuando sale una novedad chula, una característica interesante e innovadora os mordéis las uñas hasta quedaros sin ellas de los nervios pensando en cuándo podréis disfrutarla. Sin embargo, gracias a las estúpidas estupendas patentes absurdas que los fabricantes realizan sobre interfaces, diseños y características.
Día sí, día también nos levantamos leyendo como Samsung ha conseguido que prohiban algo de Apple en algún país y al siguiente a ese que Apple ha hecho lo propio con Samsung, de vez en cuando con HTC, Motorola o Microsoft como actores invitados. Pero lo peor no es esto (que de por sí solamente sería cansino) sino el leer (no sin cierta perplejidad) que parte del motivo de la demanda de Apple sobre las tablets de Samsung es que tienen patentado “un rectángulo con las esquinas redondeadas y pantalla grande retroiluminada”, ¿estamos tontos? ¿qué clase de persona puede conceder una patente sobre algo tan tremendamente ambiguo? Y lo que es peor, ¿qué juez puede tomársela en serio después?
Hace unos días nos dieron el bombazo de que Apple había patentado de golpe prácticamente todo en las interfaces de usuario, incluyendo elementos que jamás han utilizado y que la competencia lleva usando años (como los widgets) y que además llevan existiendo desde antes de que ellos lanzaran sus teléfonos.
Pero hoy me he encontrado leyendo noticias diametralmente opuestas por dos frentes. Por un lado, los compañeros de and.roid.es comentan que por lo visto parte de la defensa de Samsung se basó en que el diseño del propio iPhone es un plagio de un dispositivo de Sony que finalmente nunca vió la luz. Por el otro, podemos leer en Phandroid que Apple ha patentado el diseño de unas gafas inteligentes (un mes después que de Project Glass empiece su andadura).
Sobre el primer caso lo tengo claro, ¿y qué? ¿qué más da que Apple copiara un diseño de un prototipo de otra compañía? Pero, por otra parte, ¿cómo se sienten pues legitimados para reclamar a nadie que no copie sus diseños? Y si es así, ¿qué juez, sabiendo esto, puede conceder más de cinco minutos a una demanda tan frívola? De todas formas es una chorrada, porque ahora Apple ha presentado pruebas en ese mismo juicio de que ellos tenían un diseño previo al menos un año más viejo que el boceto de Sony y no sé por qué me da que entre ataques y contraataques de una y otra compañía (Apple y Samsung) podríamos seguir años sin llegar a ninguna conclusión.
Sobre el segundo más bien estoy preocupado. Es obvio que ambas compañías llevan un tiempo trabajando en el proyecto, porque ni el prototipo de las Project Glass ni los documentos de la patente del que de momento sólo he visto bautizado como iPatch se hacen en dos tardes. No obstante, mientras que Google no suele ser nada beligerante en el campo de las patentes, no dudo que la compañia de Cupertino por su parte intentará sacarles todo lo que pueda aprovechando esa reciente patente, ¡como si hubieran inventado algo!
El problema no lo tienen ellos, lo tenemos nosotros. Porque Google ha reinventado un gran concepto (que no inventado, ya existen varios proyectos diferentes de smartglasses) y Apple, aprovechando ese trabajo, intentará hacer un producto tan bueno o mejor. Si les funciona genial, porque entonces los consumidores podremos disfrutar de dos productos de excelente factura y con impresionantes características. Pero, ¿y si se llevan un revés en el mercado? ¿cuanto tardarán en sacar a la calle a su ejercito de abogados rabiosos? Y si se preocuparan un poco por sus clientes (que a fin de cuentas son quienes les dan el dinero) dejarían que la competencia aprovechara un diseño bueno e intentara mejorarlo, porque de esa forma los demás podrían a su vez darnos alguna idea para mejorar aún más nuestro concepto. Sin embargo, si ese dinero de I+D lo inviertes en abogados lo que consigues es dejar a la competencia parada y a tus ingenieros sin razones para esforzarse. No sólo eso, consigues dejar a tus clientes con productos que son mucho menos de lo que podrían ser porque, si no hay competencia, ¿para qué mejorar? Y aquí no hablo sólo de Apple, hablo de Samsung, hablo de Sony, hablo de Motorola, hablo de HTC y hablo de cualquier fabricante que haga lo mismo. Si de verdad crees que eres mejor que la competencia, simplemente déjales que hagan lo mismo que tú, siéntete satisfecho y orgulloso sólo cuando no consigan ser igual de buenos y aprende y sé humilde cuando sean mejores, porque tarde o temprano alguien será mejor que tú.
Nunca pensé que llegaría el día en que me aburriría de leer noticias de tecnología, pero gracias a los patent-trolls insaciables hoy es ese día. Gracias, compañías que recibís nuestro dinero, por demostrar que os importa bien poco quién paga vuestros sueldos y cuales son las necesidades del público frente a las crudas realidades del mercado, vuestro dinero es más importante…
Imagen de cabecera:Best-Mobile-Contracts.co.uk