Mi vida personal antes y después de Android
No cabe duda de que si nos ponemos a pensar, hay un antes y un después desde que uno adquiere su primer terminal con Android. Y es que aunque teléfonos os aseguro que he tenido muchísimos, todo es diferente desde que tengo un Android. No sólo por las prestaciones que se adquieren cuando se entra en el maravilloso mundo de las aplicaciones y de la tarifa plana de internet, es que Android es más que eso, es una forma de vida. ¿Exagero? Puede que un poco…pero en mi caso ha cambiado mi vida en muchos aspectos.
Siempre he tenido gran afición por la telefonía desde que me comprara mi primer móvil en el año 1999. Era un Motorola D520 que compré con mi primer sueldo de verdad y fue con Amena. Desde entonces empezó una colección por la que han pasado muchos modelos de móvil. Siempre mejorando y siempre buscando las novedades he ido cambiando de móvil hasta que cayó en mis manos el primer móvil con Android.
Mi primer Android fue un HTC Magic y hasta entonces toda experiencia con un terminal táctil que había tenido fue con una Pocket PC Samsung y con un HTC Touch. Estaba familiarizado hasta cierto punto con aplicaciones en java tanto para symbian como para Pocket Pc pero ni de lejos me imaginaba el mundo que se me abría ante mis ojos con un Android en mis manos. Había leído cosas, seguía de cerca y con curiosidad todo lo que tenía que ver con el sistema y cada vez tenía más ganas de probarlo. ¿Porqué? Porque no se parecía en nada a todo lo que había probado antes. A mi me gusta mucho trastear, y ya hice cambios de rom cuando estuve toqueteando la HTC Touch, que aunque era Windows habían cocineros que ya modificaban ROM’s. Pero con Android se me abría un mundo de posibilidades.
Antes y después
La verdad es que a nivel personal os puedo decir que mucho ha cambiado mis costumbres el tener android. Además del constante cacharreo al que someto mi móvil, me he acostumbrado a tener un «todo en uno» en el bolsillo. Pensándolo friamente creo que si salgo de casa sin mi teléfono me falta un 50%. Y es que no sólo es teléfono, es mi agenda, mi libreta, mi cámara de fotos y mi nexo con la vida virtual que por deformación profesional es donde me paso gran parte del día también. Cumple múltiples funciones y ya por costumbre me veo algo «cojo» si no lo tengo.
Antes la verdad es que al ser los teléfonos más limitados, no les sacaba tanto partido o dependía menos de ellos. A partir del Pocket pc todo el tema de productividad personal lo empecé a descubrir y a sacarle algo de rendimiento. Tener el correo en el teléfono también pasó a ser algo casi imprescindible. Pero faltaba algo, faltaba el ecosistema que Android proporciona y con el que me siento como pez en el agua. Quizá no era necesario, pero no me cabe duda de que con las aplicaciones que tenemos disponibles y todas las prestaciones de un smartphone de hoy en día, hablo por mi, mi vida personal y profesional ha mejorado sustancialmente. Porque puedo disfrutar de mis aficiones con el terminal, con su potencia, y con un sistema operativo que al ser de código abierto, da acceso a muchísimos desarrolladores a aportar y mejorar algo que está vivo. Por consiguiente estoy siempre intentando estar al día de todo lo nuevo que sale, y por cada ROM que estreno es prácticamente como estrenar móvil nuevo con lo que no existe el aburrimiento en esta plataforma. La capacidad de personalización de Android es casi única, y quizá es una de las cosas que más me gusta y a las que más rápido me he acostumbrado.
He probado todas las plataformas existentes (gracias a mi trabajo) y nunca me he cerrado ninguna puerta ni he sido ni defensor a ultranza ni fanboy ni troll. Yo disfruto con la tecnología, venga de la marca que venga, y si pudiera, tendría más gadgets que el mismísimo Steve Wozniak. Pero si he de elegir elijo Android. Porque va conmigo, porque me siento como pez en el agua y porque cumple con mis requisitos personales. Y es que en esto de los sistemas operativos hay que buscar lo que a uno le resulte más cómodo y mejor para sus necesidades. No hay que dejarse llevar por los extremos.
Ni que decir tiene que Androidizarme ha tenido muchísimas cosas positivas como las comentadas, de ser más organizado, de disfrutar de un móvil con el que no me canso de trastear, pero quizá una de las más significativas en mi vida es la oportunidad de poder compartirla con todos vosotros a través de esta comunidad que es El Androide Libre. Y es que somos muchos los inquietos por este mundillo y que colaboramos y volcamos parte de esa pasión en esta página de manera desinteresada. Y muchísimos más los que nos seguís y hacéis de esto algo que realmente vale la pena.
¿Y a vosotros? ¿En qué os ha cambiado la vida Android? Esperamos vuestras historias en los comentarios.