Android y el malware, una relación infecciosa y que "vende" muy bien
Desde luego y por desgracia, no es la primera vez que hablamos sobre este tema, Android y malware son términos que vemos escritos juntos cada vez más veces a lo largo y ancho de la Red de Redes.
¿Es Android peligroso? ¿es evitable? ¿es una relación infecciosa imposible de romper? ¿tenemos que demonizar a Google por esta realidad? ¿cuánta culpa tenemos los usuarios de que existan estos problemas? Vamos a hablar un poco sobre ello…
Creo que debemos empezar por decir, que haya donde haya posibilidad de implantar malware, existirá, por la misma razón que existe la maldad en el mundo, hay gente para todo, y los hay que están hechos para joder vivos a los demás (y disculpad por mi vocabulario, pero no tiene otro nombre).
De entender que esta noción es prácticamente un axioma indisoluble a pasar al más barato de los alarmismos hay un trecho, y gordo además. Como bien nos contó hace tiempo mi compañero Danny, no es tan fiero el león como lo pintan a veces y Android no se puede «vender» como un criadero de fallos de seguridad… ¿A quién le interesa que esto se «venda» así? Pues a quién va a ser, a la competencia, a los Microsoft y su Windows Phone, Apple y su iOS, Nokia y su Symbian/Meego/Windows Phone. Pero vaya, que es lo más normal, igual que a Google le interesa que se diga que los anteriores son menos versátiles o más simples que el mecanismo de un chupete, y por supuesto, tampoco es así, ni tanto ni tan calvo.
Por lo tanto, ¿cuál es la foto? Pues que existe el malware en Android, pero que tenemos que ser nosotros los que hagamos posible que no nos ataque, que sus efectos son evitables y/o corregibles.
Hace poco, se hablaba de que se había aumentado en un 400% las alarmas de malware en Android, que como bien decía Danny, pues si son 2, a 8, un porcentaje frío tampoco dice más, pero resuena mucho. Luego, esta misma semana. Ahora ha sido Lookout (recordemos que está en el negocio de la seguridad informática) la que nos alerta sobre que «ahora es dos veces más fácil tener malware en nuestros teléfonos que hace 6 meses». Me gustaría que alguien les dijera que es mejor decir la verdad tal cual: se han duplicado el número de apps infectadas con malware en 6 meses. Pero de ahí a que sea más fácil tener malware… Si eres un usuario cuidadoso y responsable, tendrás seguramente te será 0 veces más fácil tener malware en tu teléfono, independientemente de lo que crezcan esa familia de aplicaciones malintencionadas.
De ahí la importancia de tomar precauciones, que no nos instalemos cualquier morralla en el teléfono, tenemos que investigar, ver qué permisos nos pide, leer sobre determinada aplicación en algún blog o medio de confianza, y sobre todo, no andar a lo loco instalando aplicaciones que no tienen buena pinta en el Market, que entiendo que es un uso normal, y que debería un sistema de filtrado mejor en la tienda de apps de Google, pero no nos cuesta a veces tener un poco de cuidado.
Si no, nos pasará como a los usuarios de cierta aplicación (se desconoce el nombre) que tenía un troyano en su interior. ¿Qué hacía? Pues grababa nuestras conversaciones telefónicas (en formato AMR) en una carpeta llamada «CallRecorder», y las enviaba silenciosamente a un servidor, como descubrió la empresa CA Technologies.
Al menos cuando hay casos gordos, Google ha estado atento y lo ha solucionado a tiempo, como cuando saltaron todas las alarmas por las 50 primeras aplicaciones malitencionadas en Android, o cuando se solucionó el problema del soporte de HTTPS para evitar que nos atacaran fácilmente en una WiFi pública, o incluso cuando se descubrió el gusano llamado jSMSHider, habido en algunas ROMs cocinadas antiguas.
Total, que el peligro está ahí, y eso no se puede negar, pero que nosotros tenemos que poner medios por nuestra parte para que no nos afecte, tan sencillo como eso, y tomar las precauciones necesarias, y si lo creemos conveniente utilizar software al efecto, pero que no es de recibo el nivel de alarmismo al que hemos llegado y que tampoco podemos tener miedo a cada paso que damos, sólo lo tenemos que dar con seguridad.