Es una frase dura, puede parecer que se esta demonizando a los teléfonos móviles inteligentes, pero para analizar esta frase en contexto tendremos que conocer más a su autor.
Richard Matthew Stallman es un programador estadounidense fundador del movimiento de software libre, la FSF (Free Software Fundation), inventor del copyleft, programador del conocido editor Emacs, del compilador Gcc, el depurador Gdb y ademas creador del conocido sistema operativo GNU. Os preguntareis que sistema operativo es GNU para ser tan conocido, si os hablo de Linux os suena un poco mas ¿verdad?.
Si habéis tenido la oportunidad de asistir a una conferencia de Stallman, algo que os recomiendo, lo primero que os dirá es que el sistema operativo no se llama Linux, Linux es el kernel (el motor del sistema operativo), sino que se llama GNU/Linux. Linus Tolvards lo que hizo fue encajar la ultima pieza del rompecabezas, la mas importante, pero la última al fin y al cabo.
Stallman es un fuerte opositor al software privativo, establece que junto con el binario del programa debe entregarse siempre las fuentes del mismo, el código del programa, para que el propio usuario tenga la libertad de usar el programa, modificar el programa, distribuir el programa a su prójimo y mejorar el programa. Que por ejemplo es lo que hacen Cyanogen y el resto de cocineros de Android, cogen el código, lo modifican, lo mejoran y los distribuyen para que todos nos beneficiemos de su trabajo, lo donan a la comunidad. Excepto las propias aplicaciones de Google como Gmail, Calendar y Market que no son libres.
Stallman se opone a todo software que no distribuya las fuentes junto con el binario porque atenta a la libertad de usuario ya que al no poder estudiar el código no sabes que es lo que hace ese programa en tu maquina, es una caja negra. En su viejo portátil lleno de pegatinas de Gnu y la FSF unicamente lleva una distribución de GNU que no lleva software privativo, creo que es Debian, y suele cargan contra aquellas distribuciones que no respetan la esencia del software libre, como por ejemplo OpenSuse, mantenida por Novell, empresa que tiene cientos convenios con Microsoft que no son muy del agrado del Señor Stallman.
En sus conferencias declara que se ha comprobado backdoors en Windows, en MacOSX y en Flash, agujeros de seguridad para espiar al usuario. Ademas últimamente hace mención al Kindle de Amazon, el lector de libros electrónicos del cual borraron remotamente un libro a gran cantidad de usuarios, exactamente lo mismo que hicieron en Android hace dos semanas con las aplicaciones con malware que había en el Market.
Llevamos un localizador en el bosillo
Una vez hemos conocido a grandes rasgos a Richard M. Stallman podremos entrar en contexto de las declaraciones que ha hecho sobre los teléfonos móviles, en concreto los smartphone. Stallman tiene cierta obsesión Orwelliana sobre el Gran Hermano que nos vigila, y en parte no le falta razón, pero lo lleva al extremo. Por ejemplo no tiene teléfono móvil, ya no smartphone, sino uno que solo valga para llamar y enviar sms, porque no quiere que le localicen en cualquier momento.
Podréis pensar que los teléfonos GSM no tienen localización, pero nada mas lejos, cualquier teléfono móvil nada mas conectarse a la red GSM se identifica con su IMEI, un identificador único para terminal. El IMEI de nuestro teléfono esta asociado a nuestro nombre por el contrato que tenemos en la operadora móvil, por eso podemos darlo de baja cuando nos lo roban. La localización GSM se puede hacer de varias formas, por celda, con una localización en un radio de 2km, por celda mejorada, con un radio de 500m, o por triangularmente con diferencia de tiempo observada en la que el radio es de 50 metros.
Este tipo de localización es la que usamos en Google Maps cuando no queremos usar el GPS, que nos sale un circulo azul con nuestra localización.
Hace tiempo varias operadoras prestaban un servicio llamado ¿Donde estoy? en el que dando de alta un terminal podías recibir en otro la localización aproximada del terminal, pues bien este servicio se uso en varias ocasiones por maltratadores para localizar a su victima. Solo necesitaban darse de alta con el teléfono de la victima en un descuido para poder recibir en cualquier momento su localización.
Ademas se pueden usar emisores GSM configurándolos como falsas torretas de comunicación para poder inyectar código malicioso en el terminal y así poder acceder a toda la configuración, mensajes, agenda, llamadas… Hace tiempo ademas había cierta técnica llamada Bluejacking en la que aprovechando un bug en el bluetooth de los teléfonos podías acceder a cualquier archivo del teléfono y descargarlo sin que su dueño se diera cuenta.
¿Nos espía nuestro país?
Los casos anteriores son ejemplos de utilización del teléfono móvil de forma fraudulenta por usuarios, pero ademas los estados pueden y acceden a cualquier telefono estando en cualquier momento intervenidas nuestras comunicaciones, son el proyecto Echelon y el programa Carnivore.
Sus detractores dicen que también se usa para la intervención economica en países y para la invasión de privacidad de los ciudadanos.
Carnivore es un software creado por el FBI que se instala en los proveedores de acceso a Internet, previa petición judicial (eso dicen), que es capaz de interceptar cualquier comunicación de un usuario en concreto, desde que entra en la red hasta que sale, digamos que es un sniffer a lo bestia.
Tiene capacidad de discernir entre usuarios interceptados y no interceptados, osea que diferencia el trafico entre usuarios y el tipo de trafico. Es decir que si quiere interceptar tus correos solo intercepta ese trafico mientras que el resto pasa sin ser auditado. Los resultados de Carnivore se comparte con la industria para poder establecer parámetros para la auditoria de usuarios. Es decir, que se establecen backdoors en programas (puertas de atrás) para que podamos ser auditados sin saberlo en colaboración con las empresas que nos venden el software o los dispositivos.
A primera vista puede que las palabras de Stallman sean un poco conspiranoicas, pero no le faltan algo de razón. No quiero decir que por culpa de la paranoia tecnológica nos volvamos a la edad de piedra, pero si que estaría bien ser consciente de las concesiones que hacemos al usar cierto software y de decidir si queremos hacerlas o no.
En el caso de Stallman no esta dispuesto a sacrificar algunas de sus libertades en pro de la tecnología, en mi caso sí estoy dispuesto, pero siendo consciente de que el Gran Hermano nos vigila.
¿Vosotros estáis dispuestos a hacer estas concesiones?