El reino blanco
Luis Alberto de Cuenca
16 julio, 2010 02:00Luis Alberto de Cuenca
Hace ya años Cuenca optó por una escritura que rehúye las oscuridades y El reino blanco se mantiene en tal poética: en uno de los poemas se lee que la poesía ha de ser "una fiesta alegre / y comunicativa, donde quepamos todos" y nada distinto cabe deducir de unos poemas donde se celebra a Foxá, pero también a Cirlot, por citar dos escritores bien diferentes. Claridad de dicción que cobra fuerza en una cuidadosa musicalidadde los versos, con preferencia por los endecasílabos y los alejandrinos, aunque se incluyen varios haikus, encantadores, y seguidillas y varios poemas en prosa.
Si una de las temáticas es la literatura misma, el consuelo que regala -en no pocos textos el personaje está leyendo o rememora lecturas, incluidas las de los tebeos-, el cine, etc., como reino blanco, no ocupan un lugar menor el amor y el sexo, sin que falten abundantes pasajes de fetichismo.
El amor, la mujer, es otra de las formas que adquiere el reino blanco y se reitera la mención de la Diosa Blanca con todo su simbolismo. Así, la vida toma cuerpo en estos poemas, pero no como algo distinto de lo anterior, pues en él también los textos de la cultura son vida, de manera que todo aquí tiene, incluso lo fantaseado, una dimensión autobiográfica, tal como sugiere que el poema dedicado a Alicia se cierre nombrando a ella y al yo "como un rey y una reina". Excelente poeta y excelente libro.