La estancia
Sergio Gaspar
3 julio, 2009 02:00El libro no deja indiferente en ningún momento, todo lo contrario, resulta a cada paso perturbador. Los poemas dedicados a la muerte de la madre incluyen alteraciones de la sintaxis, ese componente de las lenguas que se diría inquebrantable - "No madre / es. Ni no soy mi padre"-, que muestran que esta escritura remueve, y, por tanto, activa, el lenguaje, y la lectura. Hay además un fragmentarismo general, ese rasgo de la modernidad más estricta, tanto en el decir como en la indicación de algunos subtítulos. El resultado es una intensidad de escritura, un efecto de verdad, como muy pocas veces se da y que proviene de un auténtico deseo de escribir y no de una impostación de la figura de poeta. Un libro excelente.