Poesía completa
Joan Salvat-Papasseit
31 julio, 2008 02:00Caligrama 2 del poema de 'La rosa als llavis' (1923).
No poco de personaje novelesco tiene la vida de Joan Salvat-Papasseit (Barcelona, 1894-1924) y no sólo por la tuberculosis, tan literaria, que le traería una muerte temprana, sino también por su condición de autodidacta, que le lleva a compaginar sus diversas tareas de trabajador -"Veamos: yo he vigilado madera en el muelle" escribe en clave autobiográfica en uno de sus poemas- con un ansia de saber que hará de un proletario un vanguardista y antes un activista político que militará en las Juventudes Socialistas y que adoptará en sus escritos en ese ambito el seudónimo de "Gorkiano" y a quien se debe la fundación de la revista "Un enemic del poble. Full de subversió espiritual", para más tarde consagrarse a propagar la "divina Acracia". Otra revista que se le debe será Arc-Voltaïc, en la que colaborarán Miró o Rafael Barradas, y, en fin, en 1919, ya en lucha contra la enfermedad, decide centrar todos sus esfuerzos en su obra poética.Una obra, ya queda dicho, marcada por la vanguardia y, en particular, por el futurismo, de lo que son muestra las extravagancias tipográficas, en sus inicios pero todavía presentes en el póstumo óssa menor (1925), o la selección de palabras y expresiones surgidas de los avances de la ciencia y la técnica y de las modas: Poemes en ondes hertzianes se titulará el primero de sus libros en 1919 y "fox-trot" se lee en uno de sus últimos textos, o véase "Romàntica" también del libro final, sin que falte la expresión "sense fils" que Marinetti había utilizado en su Manifiesto de 1912, mínimos ejemplos de una estética en la que Salvat mantuvo su quehacer. Añádase que el primero de los textos del libro inicial lleva el título de "Lletra d’Itàlia", todo un síntoma.
Con todo lo fundamental que el futurismo fue en la obra de Salvat no lo es todo. Así, junto a los tópicos que la modernidad había impuesto -a lo ya señalado hay que agregar, por ejemplo, el orientalismo en "Estampa japonesa" o los haikus contenidos en "Vibraciones"- está lo ideológico. De la declaración inicial, teñida de nietzscheanismo, de que "Experiencia,/ moral,/ sistemas de gobierno./, sistemas filosóficos,/ religones" no son más que sofismas, se pasa al catalanismo exaltado de Les conspiracions, que le lleva a recurrir al mito de una Castilla belicosa -"tiene callos de de alzar la espada" escribirá- y opresora, que da paso en los siguientes libros, sobre todo en El poema de la rosa als llavis (1923), a una presencia constante del tema amoroso, la fuerza todopoderosa que redime las miserias de la vida: "el amor/ sabe que la vida es siempre una fiesta". Quizá sea aquí donde Salvat se muestra más original y ello precisamente por medio del rescate de la tópica que es la del amor cortés. Los poemas "Estaré en tu habitación, amiga" y "Qué tibio placer" actualizan la cuestión del amor en secreto, con espía incluido en el primero de ellos; "Mas de este sueño" rehace la forma de la albada; "preso estoy/ prisionera la quiero" encierra el tema de la cárcel de amor, etc. Ahora el ámbito es preferentemente rural, o incluso bucólico, y lo vegetal ocupa un importante lugar y no faltan las saetas o el dios ciego de la tradición. Pero, en cuanto poeta moderno, Salvat no traza una mujer que se identifique con la donna angelicata del modelo petrarquista. Por el contrario, la amiga, como es mencionada reiteradamente, tiene cuerpo y los poemas contienen notas de sensualidad al dejar constancia de su escote o sus pechos. Más aún, hay encuentro de los amantes, de manera que "si ayer era doncella ahora es mi tesoro" o "Si la sentaba en mis rodillas/ era una flor que se abría".
Reciente todavía la edición de la Obra completa. Poesia i Prosa (Galaxia Gutenberg, 2006), es de todo punto oportuno el volumen aquí reseñado, pues supone la traducción por primera vez de toda la obra poética de Joan Salvat-Papasseit al español. Ha sido tarea de Jordi Virallonga, estudioso de la poesía y también poeta y ambas facetas se alían con fortuna, más cuando se ha exigido respetar, hasta donde ha sido posible, la forma métrica e incluso la rima cuando la había en el original, autor también de una introducción que ofrece al lector la información suficiente y la valoración de quien, pese a su muerte tan temprana, dejó una obra de primer orden y básica para la reconstrucción de la cultura catalana.