El mar de dentro
Pere Rovira
16 marzo, 2006 01:00Pere Rovira. Foto: Domenech Umbert
El mar de dentro es el cuarto libro de Pere Rovira (1947), una de las voces más firmes de la poesía catalana actual. El autor no es un desconocido para el lector español gracias a dos antologías bilingöes de su poesía -Cuestión de palabras (1995) y Para qué sirve la sed (2001)- y a diversos ensayos, entre otros La poesía de Jaime Gil de Biedma (1986 y 2005), primera monografía sobre el autor, y Cuando siento no escribo (1998), sugestiva aproximación a Bécquer.
Por la corriente turbia de la literatura desembocamos en el espacio sombrío y la cruda reflexión de la parte segunda, "El mar de dentro", entre el amor real que escuece y la muerte que hiela el corazón. "Los viejos de la playa", esos sosias inexorables, irónicos y fatales de Baudelaire, abren este espacio donde el vigor vitalista del poeta trasluce el desgarro existencial de fondo, apenas dulcificado por el aire de canción de algunos títulos. Varios poemas de insomnio y duermevela son el instrumento más eficaz para plasmar con trazos oníricos la intuición del horror que no puede decirse con palabras, esa fatalidad que se nos impone entre la belleza y la caducidad. Las elegías al padre protagonizan una serie de epitafios que salvan el valor del instante, el orgullo de la lucidez que se permite fingir una esperanza y que, en el hermoso final, "Emilia canta", uno de los mejores poemas de amor del libro, frente a la poesía, "que no recupera nada", deja sonar la voz de la muchacha y le desea "que no aprenda a añorar, que sólo cante/ la canción del presente".