Carmen M. Cáceres
Conocida sobre todo como traductora, junto a Andrés Barba, de Conrad, Defoe o D. H. Lawrence, Carmen M. Cáceres (Posadas, Argentina, 1981) debuta como novelista con Una verdad improvisada, un relato que nos descubre una voz nada primeriza por su dominio del lenguaje, su cuidado estilo y la ambición de su envolvente trama, a vueltas con el amor.Si, como decía el clásico, todas las familias felices se parecen mientras que las desdichadas lo son cada una a su manera, también hay tantas clases de amores tristes como parejas. Algunos están atravesados por la desconfianza, los malos quereres, los complejos, el pasado o el dinero... El que une y separa al tiempo a Bruno y Clara, los protagonistas de esta novela, lo está por Ana, la ex novia del protagonista, un fotógrafo que pasó varios meses recorriendo el mundo y durmiendo en la calle. Clara trabaja en un emporio veterinario y colabora con Bruno en una futura muestra sobre familias que se dejan retratar en sus cocinas, desvelando así su intimidad.
El problema surge cuando Bruno recae en una vieja dolencia y pierde completamente la voz, lo que le convierte en una suerte de espejo sobre el que Clara vuelca sus miedos, dudas y celos. También su rabia, y un puñado de certezas ("se puede calcular la importancia de una relación por la soledad que la precede", p. 14; "el problema de esos amores tibios no era la nostalgia sino la sensación de que morían pero jamás se apagaban", p. 78). No se la pierdan.