El asesinato de Sócrates
Marcos Chicot
9 diciembre, 2016 01:00
Marcos Chicot (Madrid, 1971), empeñado en totalizar mediante la narrativa la Grecia antigua y hacerla accesible al gran público; así lo atestiguó su libro anterior, El asesinato de Pitágoras.
La narración principia con la tragedia de dos niños cambiados al nacer, y un oráculo que vaticina la muerte de Sócrates a manos del "hombre de la mirada más clara". Entre medias, y hasta llegar al famoso juicio y la cicuta, todo un crisol de la Grecia del siglo V ac. Aquí sobresale sin aspavientos un minucioso trabajo de documentación y el empeño divulgador de Chicot, que hila la "tragedia griega" de los dos héroes con las vidas cambiadas al nacer -Calícrates y Perseo- con las numerosas batallas que dejan en suspenso los amores: aquellos en que la esposa esperaba homéricamente el regreso del marido guerrero.
El volumen nos remite a un Sócrates excesivamente estereotipado, protagonista relativo del libro en torno al cual sí que se mueven personajes más complejos sobre los que gravita toda una época: el siglo de Pericles, la Asamblea ateniense, las guerras del Peloponeso o la de los estrenos de las comedias de Aristófanes. Una época inabarcable, constreñida en una novela que compensa con conocimiento de causa los graves errores de ritmo.
Es un esfuerzo encomiable el de pretender abarcar en una novela todo el espíritu y la cronología, las guerras y la vida cotidiana, de la Grecia y de la Atenas en las que vivió Sócrates. Un trabajo reseñable, pues, el de captar "el todo" de un determinado ciclo histórico: su respiración, su ambiente, su pálpito... más ese reflejo de lo cotidiano de un momento del pasado que persigue toda novela que se precia de verosimilitud. Esto es algo que va en el afán del autor, La narración principia con la tragedia de dos niños cambiados al nacer, y un oráculo que vaticina la muerte de Sócrates a manos del "hombre de la mirada más clara". Entre medias, y hasta llegar al famoso juicio y la cicuta, todo un crisol de la Grecia del siglo V ac. Aquí sobresale sin aspavientos un minucioso trabajo de documentación y el empeño divulgador de Chicot, que hila la "tragedia griega" de los dos héroes con las vidas cambiadas al nacer -Calícrates y Perseo- con las numerosas batallas que dejan en suspenso los amores: aquellos en que la esposa esperaba homéricamente el regreso del marido guerrero.
El volumen nos remite a un Sócrates excesivamente estereotipado, protagonista relativo del libro en torno al cual sí que se mueven personajes más complejos sobre los que gravita toda una época: el siglo de Pericles, la Asamblea ateniense, las guerras del Peloponeso o la de los estrenos de las comedias de Aristófanes. Una época inabarcable, constreñida en una novela que compensa con conocimiento de causa los graves errores de ritmo.