El evangelista
Adolfo García Ortega
14 octubre, 2016 02:00Adolfo García Ortega
Son ya más de media docena de títulos narrativos los que se suman al haber literario de Adolfo García Ortega (Valladolid, 1958), aunque puestos a recomendar uno a quien nunca se ha asomado a su obra, Pasajero K (2012) sería el título que presenta, como ningún otro, a un escritor interesante, culto, y riguroso en la elección de sus tramas, exigente con el estilo, y propenso al desafío literario. Cuando se le sigue, es fácil comprobar que ante un nuevo reto se crece, y no se lo pone fácil a lectores poco dispuestos a dejarse enredar en asuntos que en nada responden a convenciones formales y estilísticas, lo que le reporta el beneplácito de los más exigentes.Es difícil no admirar cuanto escribe, como lo es no aceptar que este nuevo título, El evangelista, supone un paso más en su completa cartografía de escritor. En esta ocasión, ofrece una personal recreación del Evangelio, de lo que pudo haber sido la verdadera historia del enigmático "agitador" Yeshuah, llamado entonces el "Visionario", y de cómo su empeño por cambiar el orden de las cosas en nombre de un Reino divino le llevó a profetizar por calles y aldeas el anuncio de un nuevo monarca, lo que hizo actuar contra él y sus seguidores a la "máquina arrasadora de los romanos". Cuenta el escribano conductor del relato, narrador y testigo de lo ocurrido dos años antes en Galilea y Jerusalén, en tiempos de Tiberio, que la masacre en la que derivó el enfrentamiento le impide olvidarlo, y que la suya es la crónica de una traición. Un acierto adoptar su voz como punto de vista, porque hace crecer en humanidad a los personajes y otorga credibilidad a su versión de los hechos, imaginativa y audaz. Aunque el interés del libro no va más allá de un impecable ejercicio literario a la altura de su autor.