Novela

Zigzag

Jose Carlos Somoza

23 febrero, 2006 01:00

Jose Carlos Somoza. Foto: Esther Lobato

Plaza & Janés. Madrid, 2006. 528 págs, 19’90 euros

La física contemporánea nos va revelando una realidad misteriosa, un Universo más complejo de lo que la fantasía y el arte nos ha mostrado. Desde que Einstein enunció su "Teoría de la relatividad", se ha podido comprobar su exactitud en casi todas las situaciones, menos en el mundo de los átomos.

Para este "universo" surge entonces la teoría cuántica. Entre las dos puede explicarse casi toda la realidad. Uno de los intentos de completar ambas proposiciones es la "teoría de las cuerdas", según la cual las partículas que forman el Universo no tienen la tradicional forma esférica, sino que son alargadas, muy finas, porque su única dimensión sería la longitud. Esto sería aparentemente, porque esconden otras dimensiones que si pudiéramos "abrirlas" se nos mostrarían.

A partir de esta hermosa y compleja teoría, Somoza nos introduce en una historia trepidante, en un mundo perturbador, que mantiene la intriga sin respiro para el lector, en la mejor tradición de la ciencia ficción y de la novela de intriga clásica. La protagonista es una joven y destacada profesora de física teórica que da clases en la Universidad Dante Aligheri. Estamos en 2015, y Elisa Robledo, la heroína, recibe una inquietante llamada, sabe que peligra su vida y sólo puede contar con la ayuda de un colega, Víctor Lopera. Por medio de saltos temporales, volvemos a 2005, donde comienza los sucesos terribles que desencadenan toda la acción, cuando Elisa era estudiante de último año de Física, y se matricula en un curso estrella que imparte un talentoso profesor español, David Blanes, que ha desarrollado una teoría física fascinante: la "Teoría de la secuoya", para la comunidad científica internacional: la aplicación de la "Teoría de las cuerdas", entre las cuales hay algunas que pueden ser "abiertas" a baja energía, con aceleradores de partículas del tiempo.

Rememora así cuando estuvo trabajando en un proyecto secreto que experimentaba para "abrir" cuerdas temporales, que permitieran "ver" en el presente instantes del pasado. Pero el horror acecha. Las consecuencias de esos experimentos no deja indemnes a las personas que "ven" esas secuencias, se producen unos extraños fenómenos que llaman "desdoblamientos", consecuencia del entrelazamiento entre el pasado reciente el presente. De esa realidad, aparentemente inofensiva, surge lo terroríficamente inesperado, porque cada fracción de segundo somos alguien "distinto".

Con una documentación científica muy bien asimilada a la trama y a su estructura, José Carlos Somoza juega con la posible verosimilitud científica para crear una atmósfera inquietante, desasosegadora, que crea un universo extraño que es parábola de la naturaleza humana. Como decía Montaigne, citado por Somoza, "sé bien de qué huyo, pero ignoro lo que busco". Y el lector piensa, ante tanta oscuridad que nos estampa el ser humano y sus acciones, en su ansia de dominar el universo, en la luz de esas estrellas que tarda millones de años en llegar a la Tierra.