Luis López Carrasco (Murcia, 1981) ha sido reconocido con el 41.º Premio Herralde de Novela, dotado con 25.000 euros, por su obra El desierto blanco. El cineasta, director del aclamadísimo documental El año del descubrimiento (Premios Goya, Feroz y Forqué al mejor documental de 2020), "ha escrito una novela excepcional sobre una generación vista desde un tiempo y un espacio ajenos", según reza el acta del jurado. Camila Fabbri (Buenos Aires, 1989) ha resultado finalista con su novela La reina del baile. Ambas obras llegarán a librerías el próximo 22 de noviembre.
El desierto blanco está repleta de "situaciones extremas, enigmas sin resolver" y, además, "no da tregua, hipnotiza y arrastra", según Ana Cañellas, miembro del jurado del premio como representante de la librería Cálamo (Zaragoza). López Carrasco "cartografía la urbanización como isla desierta y la poesía como terreno urbanizable: la melancolía es una necesidad no satisfecha, la tristeza en la literatura tiene un toque burgués, y el cuerpo y sus afectos siempre están desnudos en el capitalismo", explica Marta Sanz, también miembro del jurado, sobra la obra, "una rareza que, de verdad, deslumbra".
"El trabajo moderno, el turismo organizado, la amistad y sus rituales, el relato familiar, la memoria como dolor y como consuelo" son algunos de los ejes sobre los que gira este relato "audaz, comprometido" y "tristísimo", según la consideración de otro miembro del jurado, Gonzalo Pontón Gijón, que pondera el "talento excepcional para la escena y para el detalle" de López Carrasco.
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La novela del cineasta, cuya única parada en la literatura data de 2014 con la publicación de Europa, relato enmarcado en la ciencia ficción, "imagina un futuro muy cercano en el que, sin nostalgia, aunque sí en un hermoso tono melancólico, no nos hemos olvidado de quiénes fuimos y quiénes somos, de la amistad y la familia, del amor y la ternura, de la rabia y la rebeldía, del juego y la fantasía, de la creación y la memoria, de todo aquello que podría salvarnos del Apocalipsis". Son palabras del escritor mexicano Juan Pablo Villalobos, el otro miembro de un jurado que se completaba con la presencia de la editora Silvia Sesé.
El punto de partida de El desierto blanco es una huida en globo de nueve desconocidos por unos bombardeos. Deben decidir quién de ellos debería arrojarse al mar para que el resto pueda llegar a una isla desierta en la que iniciar una nueva civilización. Las nueve personas que viajan en el globo son los únicos supervivientes de una guerra mundial que ha hecho desaparecer el mundo tal y como lo conocemos. Carlos es el narrador de esta novela en la que los personajes deben enfrentarse a su pasado.
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La reina del baile, obra finalista de Camila Fabbri, sigue a una mujer que despierta en un coche volcado. Descubre que ella es la conductora y que en el asiento de atrás viajan también una joven de quince años y un perro. La mujer no recuerda quiénes son ni qué están haciendo ahí. Esta novela, que también indaga en los modos de relacionarnos con el pasado, "asalta al lector con la inusitada fuerza de su prosa, sencilla y directa solo en apariencia", hasta convertirse en un relato "perturbador, envolvente y esperanzado", reza el acta del jurado.
Fabbri es escritora, dramaturga y guionista. En 2015 publicó Los accidentes, su primer libro de relatos, reeditado en 2017 en España y Latinoamérica. El día que apagaron la luz (2021) fue su primera novela de no ficción y Estamos a salvo (2022), su segundo libro de relatos. En 2021 fue seleccionada por Granta como uno de los 25 mejores narradores en español menores de 35 años. La película Clara se pierde en el bosque (2023), su debut como guionista y directora audiovisual, fue estrenada en competencia en la sección Horizontes latinos de la 71.ª edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián.