Hola, amigos:
Hace poco leí una novela magnífica sobre un abuso narcisista, el que comete durante años una madre con su hija, que me dejó cavilando (Todos los caminos al paraíso, de Silvia Sánchez Rog). También he conocido casos cercanos de esta clase de padecimiento. Y he descubierto en las redes sociales que hay una amplia preocupación sobre el asunto. Los individuos narcisistas son prepsicópatas, por así decir, tipos manipuladores con incapacidad para amar, pendientes solo de conseguirse un bienestar más bien práctico y de llenar el enorme hueco de su nula pero engañosa autoestima. La semana que viene escribiremos sobre el narcisismo, no solo en su versión perversa o patológica, sino en su versión global, tal y como lo define el diccionario de la Real Academia: "Excesiva complacencia en la consideración de las propias facultades u obras".
Veamos, entretanto, quiénes son los finalistas de la semana dedicada a la hierba:
RamónJ
"Señoría, no se puede imaginar cómo estaba el jardín de malas hierbas y ahora está precioso", le dijo el abogado de los okupas.
Pugachov
Después de poner el cartel de «No pisar la hierba», él mismo tuvo que pisarla para cambiar la «r» por una «d».
Pugachov
La sirvienta, limpiando malas hierbas, encontró una joya. La condesa, limpiando sus joyas, encontró una brizna.
PilarAlejos
Desde que desapareció su máximo rival, crece mucho más verde la hierba del hoyo 18.
Lluviausente
Andar descalzo por la hierba le hacía conectar con la naturaleza. El atasco de vuelta le reconectaba con la ciudad.
Lluviausente
Entre la hierba vio un trébol. Al agacharse a recogerlo tropezó y se lesionó ambas rodillas. Era de tres hojas.
PilarAlejos
Mientras fumigaba las malas hierbas, no vio venir la guadaña ni el infarto.
Poa
Cruzó el túnel cavado durante años, redujo a tres guardias y mató a dos perros, pero su alergia le impidió cruzar el campo de quenopodios.
AlonsoCuriel
"Componen una imagen muy cinematográfica", pensaba siempre aquel asesino cinéfilo tras ocultar los cadáveres entre la hierba.
Pugachov
Empezó guardando hierbas entre las páginas de un libro, luego fueron hojas, ahora su padre le dice que deje de mirar así a los troncos.
Torivino
Nunca encontró esa hierba de la felicidad que le dijeron, pero su búsqueda hizo que su vida fuese plenamente feliz.
Torivino
Cuando dejó de fumar hierba a diario se encontró con que existían otros mundos.
Pugachov
La quema de hierbas y rastrojos se les fue de las manos y el fuego llegó hasta el mismo palacio de Versalles.
gpm
Los nuevos vecinos envidiaban su césped: compraban un abono idéntico, regaban a la misma hora…, pero no conocía su secreto ni la policía.
ANA
Sus amigos se extrañaban de que nunca hubiera ido a un psicoanalista, él, tenía un método sencillo para desconectar: pisar descalzo la hierba en el parque.
IBG
“¡Ah! Por esto nunca me gustaron las ensaladas”, se dijo la calavera al sentir la hierba que le brotaba entre los dientes.
Noniná
Tras fumarse la pipa de la paz, a los indígenas les entró el sueño y a los conquistadores les entró la risa.
AnaBelén
El pícnic era tan suculento que a la pareja se sumaron las hormigas, las moscas y hasta unas vacas que pastaban por allí.
cladaco
Nunca imaginó que, desde allí, oliera tan bien la hierba. Desde abajo y encerrado en esa caja de madera.
Laprofe
El cielo se cubrió de hierba y —como con todo— nos encantó la novedad hasta que los saltamontes nos cayeron encima.
Y uno, de regalo:
Marta
Llevaba años intentando deshacerse de las malas hierbas; cuando al fin lo consiguió, había escarbado tanto que había cavado su propia tumba.
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Gracias.
Saludos cordiales.