La Universidad Autónoma de Madrid (UAM) ha investido este jueves como doctor honoris causa al escritor Paul Auster y al historiador Richard L. Kagan durante un solemne acto académico presidido por la rectora Amaya Mendikoetxea. Ambas candidaturas han sido promovidas por la Facultad de Filosofía y Letras de la universidad.
Durante su discurso tras ser investido doctor honoris causa por la universidad madrileña, Auster ha leído un texto escrito al inicio de la pandemia que enlazaba su tradición familiar con Ucrania, lo que le ha servido para denunciar el ataque de Putin. "La invasión rusa a Ucrania está a punto de entrar en su quinto mes, una devastación nunca vista en Europa desde la II Guerra Mundial", ha señalado el escritor, quien se ha mostrado "muy agradecido" por el reconocimiento recibido por la universidad.
El novelista ha recordado el viaje que hizo a Ucrania en septiembre de 2017 cuando aprovechó para visitar la zona de la que era originario su abuelo, que nació en una ciudad situada junto a Leópolis y emigró a Estados Unidos hacia el año 1900. Tras ese periplo redactó un pequeño ensayo titulado Los lobos de Stanislav, con reflexiones que podían ser una "premonición de lo que estaba por venir".
"¿Qué debemos creer cuando no se puede estar seguro de si un supuesto hecho es cierto o no?", se ha preguntado el escritor en su discurso:"¿Acaso es necesario que un hecho sea cierto para que se acepte como cierto, o la fe en la veracidad de un hecho ya lo convierte en verdadero?". Auster viajó a una zona en la que en 1941 los nazis arrestaron a 10.000 judíos y los fusilaron en el cementerio judío y encerraron a los supervivientes en un gueto para enviarlos al campo de exterminio.
"Los fusilaron y los fusilaron, hasta que no quedó ni uno solo; decenas de miles de personas asesinadas de un tiro en la nuca y enterradas en las fosas comunes que habían cavado ellos mismos antes de que los mataran", ha rememorado. En julio de 1944, según le contó un poeta, cuando el Ejército soviético irrumpió en la ciudad, la población humana se había dispersado a los cuatro vientos, y en su lugar la ciudad "estaba ahora habitada por lobos, cientos de lobos, quizá miles de lobos".
Auster no pudo encontrar pruebas sobre los lobos pero sí un cortometraje sobre la toma de la ciudad por parte de las tropas soviéticas el 27 de julio de 1944, "lo que resultó una grabación de propaganda mal montada e inacabada que pretendía ensalzar la grandeza y el valor de la Unión Soviética". "A falta de información que pueda confirmar o desmentir la historia que me contó el poeta, prefiero creerle. Con independencia de que estuvieran allí o no, elijo creer en los lobos".
El autor, que ha recibido los símbolos que acompañan al birrete laureado (un anillo, guantes blancos y el libro de la ciencia), ha bromeado antes de pronunciar su discurso: "¡Miradme, qué pensaría mi madre!".
El novelista, poeta y guionista Paul Auster es uno de los autores estadounidenses contemporáneos más reconocidos desde la publicación de su novela La invención de la soledad en 1982, a la que han seguido otras como la Trilogía de Nueva York y El palacio de la luna. El marido de Siri Hudsvedt es también un apasionado del cine, donde ha trabajado como guionista (The music of chance, Smoke) y como director (Lulu on the bridge). Recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 2006 y es Caballero de la Orden de las Artes y las Letras de Francia desde el año 1992.
La encargada de nombrar los méritos de Auster ha sido la profesora Laura Arce, madrina en la candidatura del escritor, del que ha destacado que representa "los valores del humanismo como creador y crítico literario", así como su "vinculación con la cultura europea, su compromiso y su visión crítica de las sociedades contemporáneas". "Es uno de los escritores norteamericanos con más influencia de la literatura europea", ha asegurado.
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Durante su discurso, Arce ha recordado la anécdota que llevó a Auster a convertirse en escritor, no poder conseguir el autógrafo de su ídolo de la liga de béisbol cuando tenía ocho años por no llevar un bolígrafo encima. Así, ha recordado las palabras del propio Auster: 'Después de aquella noche comencé a llevar un lápiz conmigo allí donde iba. Si llevas un lápiz en el bolsillo, hay bastantes posibilidades de que un día te veas tentado a utilizarlo'.
Historia de Filadelfia
Por otro lado, el historiador, profesor y ensayista Richard L. Kagan es un hispanista especializado en la España de los Austrias. Licenciado en la Columbia University, Kagan se doctoró en Cambridge University con una tesis sobre 'La España de los Hasburgo', que fue supervisada por el historiador John H. Elliot.
Kagan ha incidido en el "inmenso placer" y el "honor singular" por su reconocimiento. Además, ha expresado su "agradecimiento profundo" a su padrino, el profesor Antonio Álvarez Osorio.
Cuando empezó hace unas semanas a considerar el tema de su presentación de este jueves, Kagan averiguó que otros honrados ofrecieron una presentación de carácter autobiográfico o "mirando atrás para hacer un balance que ubicase su propia obra". "Yo por mi parte he considerado más interesante ofrecerles una breve introducción de la historia de Filadelfia, ciudad en la que vivo desde mi jubilación", ha relatado.
El historiador es profesor de la John Hopkins University y a lo largo de su carrera ha publicado numerosas obras, entre las que destacan Los sueños de Lucrecia, Imágenes urbanas del mundo hispánico y Los cronistas y la corona.
El profesor Antonio Álvarez Osorio ha sido el encargado de enumerar los méritos de Kagan y sus principales aportaciones científicas en el ámbito de los estudios humanísticos. Durante su intervención, Álvarez Osorio ha recordado que "la singladura de su familia se asemeja a la de tantas que se vieron forzadas a dejar sus tierras natales en los primeros lustros del siglo XX y trasladarse a Estados Unidos buscando una nueva vida".
Así, ha explicado que los Kagan dejaron Ucrania "poco antes de que las guerras y el totalitarismo asolasen buen parte de Europa durante décadas". "Cabe conjeturar en qué medida este éxodo familiar pudo influir en la forma de comprender los procesos sociales y el análisis histórico por parte del profesor Kagan, así como su particular sensibilidad con los grupos estigmatizados y perseguidos a lo largo de los siglos", ha precisado.