Lee aquí alguna de las misivas de Cartas desde la prisión, el epistolario que retrata la profunda humanidad de Nelson Mandela
En 1962, cuando el régimen sudafricano del apartheid se encontraba en su momento más duro, Nelson Mandela fue detenido y condenado a cadena perpetua. Tenía 44 años y todo indicaba que acabaría sus días en una de las cárceles más duras del mundo, Robben Island, un penal de trabajos forzados situado frente a Ciudad del Cabo. Nunca flaqueó, jamás perdió la dignidad: ni renunció a sus principios ni permitió que la sinrazón lo envileciera.Durante los 10.052 días de cautiverio escribió cientos de cartas a las autoridades penitenciarias, a sus compañeros de lucha, a familiares o amigos, a su mujer y a sus hijos. En ellas, el Nobel de la Paz reclama derechos a funcionarios inclementes; insta a proseguir el combate; recuerda momentos felices; muestra cariño, dolor o añoranza; elogia y anima, consuela y aconseja...
Hoy, cuando se cumplen 100 años del nacimiento de un hombre que escribió nuevos capítulos de libertad y paz para su pueblo, uno de los numerosos homenajes llega en forma de libro. La editorial Malpaso publica Cartas desde la prisión, el epistolario de sus casi tres décadas en la cárcel donde se recoge de forma rica y precisa su pensamiento político, su trayectoria pacifista, la lucha incansable a favor de los derechos humanos, las relaciones con la familia y el día a día en prisión.
Fechadas entre finales de 1962 y el 11 de febrero de 1990, día en que volvió a caminar como un hombre libre en el preludio del desmantelamiento del régimen de segregación racial sudafricano, las 255 cartas aquí reunidas, una selección de las miles escritas a lo largo de su cautiverio, configuran el retrato íntimo e ideológico más completo del héroe que encabezó la liberación de su pueblo y del individuo entrañable que asomaba tras la figura pública, pero son también un documento que refleja como ningún otro la perspectiva humana de un episodio terrible de la historia contemporánea.