Tocar el agua, tocar el viento
Siruela rescata, a partir del 7 de septiembre, una de las primeras novelas del escritor israelí Amos Oz
25 agosto, 2016 02:00Aquí puedes leer las primeras páginas de Tocar el agua, tocar el viento, de Amos Oz
Tocar el agua, tocar el viento relata la historia de Elisha Pomeranz, un matemático y relojero judío que abandona Polonia en 1939 cuando los nazis se adentran en el país. Pomeranz se ve forzado a huir a los gélidos bosques, dejando atrás a su bella e inteligente esposa, Stefa. Después de la guerra, tras haber eludido los campos de concentración, ambos consiguen ir rehaciendo sus vidas mientras buscan el momento de reencontrarse: Stefa, en la Rusia de Stalin, y Elisha, en Israel, donde otro conflicto está empezando a fraguarse. Tras varios cambios de identidad, finalmente en un kibutz Elisha encuentra una solución matemática al problema del infinito.En esta novela, Amoz Oz añade a su relato un marco de fantasía alegórica, de cuento popular. Así, del mismo modo en que las figuras de Chagall resuelven con total naturalidad los problemas gravitacionales, Elisha levita y sobrevuela "los alemanes, los bosques, las cabañas, los fantasmas, los lobos"; Stefa, por su parte, se convierte en una especie de heroína cómica de la burocracia soviética. Pero, cuando el matrimonio se reúna por fin, será solo para desaparecer de nuevo, convertidos ya en seres tan insustanciales como todos aquellos que se han alejado demasiado de la tierra para escapar de los corrosivos tentáculos del mal.
Oz nos brinda aquí una magistral amalgama de especulación filosófica, acertado comentario social y una solida narración. Concebida con una licencia poética y basada en la proposición de construir todos los personajes de manera igualitaria, Tocar el agua, tocar el viento abarca ligeramente multitud de elementos, fluyendo desde Polonia a Israel, de Heidegger a Stalin, del mero cotilleo a las matemáticas, del espionaje a la metafísica, del régimen nazi al comunista. Con esta novela, publicada originalmente en 1973, el reconocido escritor israelí nos ofrece una profusión de encantadores momentos con un efectivo y enérgico lenguaje.