El escritor Mathias Enard (Niort, Francia, 1972), residente en Barcelona desde 2000, ha ganado el premio Goncourt 2015, el más importante de las letras francesas, por su novela Brújula, una obra que cuenta la historia de una cofradía de orientalistas que viven entre Viena y Estambul. Las reseñas francesas hablan del relato en primera persona de un intelectual aficionado al opio, que relata su infancia en la comunidad judía de El Cairo. El autor, de 43 años, sucede en el palmarés del prestigioso galardón a Lydie Salvayre, que lo obtuvo con No llorar, relato ambientado en la Guerra Civil española.
Narrada en primera persona a partir de la voz de Franz Ritter, un conocido musicólogo de 40 años afincado en Viena y especializado en la música del cercano Oriente y su influencia en Occidente que está aquejado de una enfermedad grave que le lleva a fumar opio para atenuar el dolor, Brújula bucea entre los recuerdos de la infancia del autor francés. Franz evoca todo lo vivido y aprendido mientras su imaginario vuela hacia París, Estambul, Damasco y Teherán, ciudades que han marcado su biografía intelectual y sentimental. Amigos, amores, músicos y literatos malditos, viajeros y mujeres aventureras de procedencia y destino incierto, todos tocados por el hechizo de Oriente Medio, desfilan por su mente y por las páginas de esta novela. Un libro complejo y ambicioso que reflexiona sobre las relaciones entre Oriente y Occidente y que según el jurado del premio "desmonta muchos clichés".
Calle de los ladrones, publicada en 2009, fue la última novela de Enard publicada en España. Allí, la droga no era el opio sino el hachís, y el protagonista no era un intelectual sino un crío de Tánger que trataba de salir adelante dando vueltas a un lado y otro del estrecho. La trama, en algún punto, giraba hacia el islamismo radical. Antes, Habladles de batallas, de reyes y elefantes, que relata el supuesto viaje del genio renacentista Miguel Ángel a la Constantinopla ya capital del Sultanato Otomano tras una disputa con el papa Julio II.
Enard se impuso a los otros tres finalistas, entre ellos el franco-tunecino Hédi Kaddour, gran favorito con su obra Les prépondérants, que había recibido la pasada semana el premio de la Academia Francesa. De haber ganado el Goncourt, Kaddour se hubiera convertido en el tercer autor en toda la historia del galardón, iniciada en 1903, que sumaría el mismo año los dos grandes premios literarios del país. Los otros dos finalistas eran el psiquiatra Tobie Nathan, por Ce pays qui te ressemble, y Nathalie Azaoulai, por Titus n'aimait pas Bérénice.
Los libreros franceses consideran que la repercusión del Goncourt, que tiene una dotación económica simbólica de 10 euros, se traduce en 400.000 libros vendidos.