Dos mujeres
Elvio E. Gandolfo
15 julio, 2011 02:00Pero "Escamas, piel" desmiente esta clase de veredictos precipitados. Cuenta, desde el recuerdo, la historia de un encargado de ferretería treintañero, Berti, y el terrible vuelco que da su vida por la coincidencia diaria en una panadería con una misteriosa mujer de larga melena negra, Irene, estudiante de medicina. La lucha del personaje principal, el ascenso del deseo, la obsesión, el dilema entre caer o no caer, el desafío personal de esa conquista, quedan poderosamente registrados en la narración de Gandolfo, un texto sólido y medido en el que nada parece faltar o sobrar y donde el erotismo es, desde el inicio, la nota dominante. Pronto sabremos de los estragos que esta mujer ha producido entre otros hombres a través de los relatos de su amigo Corradi y del (magistralmente dosificado) testimonio que llega al lector de boca del viajante de comercio Fernández, confesiones que disparan al máximo el suspense. El pasaje de Férnandez en el restaurante deja también patente la naturalidad conversacional de Gandolfo. Las dos historias comparten un aire de familia, pues ambas incluyen una deriva fantástica hacia transformaciones del cuerpo y del alma, mutaciones, miedos, terrores. Pero quizá de fondo quiera hablar el autor de la dificultad de las relaciones personales, del componente posesivo-destructivo de todo amor, de las heridas y huellas que nos quedan para siempre.