Relación de seres...
Anelio Rodríguez
16 mayo, 1999 02:00En el prólogo, Luis Mateo Díez explica la génesis del libro: Anelio Rodríguez Candelaria, hijo del autor, se aficionó, entre sus cuatro y seis años, a dibujar seres fantásticos. A veces -hay que decirlo- lo fantástico es más la mirada subjetiva del niño dibujante que los seres dibujados. A medida que los terminaba, su padre no sólo los recopilaba sino que escribía cuentos breves -hiperbreves- o pequeñas reflexiones, o pequeños poemas en prosa, alrededor de ellos. El resultado final, que recopila los textos junto a las infantiles ilustraciones, es notable y, a la vez, tan "rara avis" en el panorama editorial literario que sólo cabe celebrar que alguien se haya atrevido a publicarlo.
Los textos de Anelio Rodríguez Concepción son incursiones en el reino de lo fantástico: un derroche de imaginación, las palabras del adulto ante la mirada del niño. Pero también son el reino de lo sutil, lo inteligente, lo emotivo. Algunas muestras: la recreación del oso (pág. 39), que fue de peluche antes que vertebrado, pero al que hizo crecer la malicia de las niñas; o la de la mosca (pág. 51), una concatenación de referencias literarias que evoca los juegos infantiles. Hay también seres extravagantes -el Hombre tomate, o el Monstruo de los túneles-, exóticos -los marcianos-, cinematográficos -Charlot, Batman-, y así hasta llegar a cuarenta personajes que forman, como dice Luis Mateo Díez en el prólogo: "un territorio obviamente literario poblado de seres imprescindibles, que lo habitan como únicamente puede habitarse lo que proviene de la imaginación". Una delicia de libro.