La civilización maya sigue desvelando su monumentalidad y sus secretos. Una investigación internacional con herramientas de teledetección ha localizado cerca de un millar de sitios del periodo Preclásico, entre 1000 a.C. y 150 d.C., en un área conocida como la Cuenca Kárstica Mirador-Calakmul, que se extiende entre el bosque tropical de Petén, al norte de Guatemala, y al sur de la ciudad mexicana de Campeche.
El proyecto, iniciado en el año 2015, ha identificado más de 775 asentamientos mayas antiguos dentro la cuenca y otros 189 en la cordillera circundante. Los arqueólogos consideran que en la zona hubo más de cuatro centenares de ciudades, pueblos y aldeas. Uno de los descubrimientos más significativos, no obstante, es el de una red calzadas que interconectaban los lugares, estaban señalizadas e incluso pintadas con cal y alcanzaban los 40 metros de ancho y unos 177 kilómetros de largo. Estas "autovías de piedra", como las han bautizado, crearon un escenario de comunicaciones con implicaciones sociales, políticas y económicas.
"Encontramos una sorprendente cantidad de centros ceremoniales, ciudades y sistemas de cultivo donde habitaron los mayas durante más de mil años", ha explicado durante una conferencia de prensa el arqueólogo Carlos Morales, de la Universidad de Austin, Texas, uno de los siete profesionales que elaboraron la investigación. Los resultados también han sido publicados en la revista científica Ancient Mesoamerica. "Es un descubrimiento histórico para Guatemala y el mundo", ha destacado otro de los directores del proyecto, el arqueólogo estadounidense Richard D. Hasen (Universidad de Idaho).
Desde 2015 se han sobrevolando más de mil kilómetros cuadrados de la citada zona selvática. "Los registros [de las estructuras y demás restos arquitectónicos] fueron posibles gracias a que se utilizó la tecnología LiDAR, que son sensores remotos que miden con luz láser la distancia entre un emisor y un objetivo", ha detallado Morales. Gracias a esta herramienta de teledetección se han podido documentar todos los vestigios que permanecían ocultos bajo la selva. Además de ejemplos de arquitectura doméstica se han hallado evidencias de pirámides, canchas de juego de pelota y de una ingeniería hidráulica significativa, incluidos embalses, represas y canales de riego.
"Estos hallazgos muestran la complejidad económica, política y social de lo que estaba sucediendo simultáneamente en toda esta área", ha subrayado Hansen. Las últimas estructuras documentadas pertenecen cronológicamente a la llamada era maya preclásica media a tardía, que va aproximadamente del 1000 al 350 a. C., y se cree que muchos de los asentamientos estaban controlados por la metrópoli conocida en la actualidad como El Mirador. Eso fue más de cinco siglos antes del apogeo de la civilización prehispánica, cuando prosperaron docenas de importantes centros urbanos en lo que hoy es México y América Central.
Según los arqueólogos, los resultados de la investigación sirven para explicar que los mayas habían puesto en marcha una gran expansión política y económica en la región, fundando así uno de los primeros Estados del continente.
"La arquitectura monumental, los formatos arquitectónicos consistentes, los límites y unificaciones de sitios específicos, las instalaciones de gestión y recolección de agua y más de 177 km de calzadas elevadas preclásicas sugieren inversiones laborales que desafían las capacidades organizativas de entidades políticas menores y representan las estrategias de gobierno en los períodos preclásicos", escriben en el citado estudio. "Las distribuciones de los asentamientos, las continuidades arquitectónicas, la contemporaneidad cronológica y la organización jerárquica de los sitios, brindan evidencia de una administración centralizada temprana y estrategias socioeconómicas, dentro de una región geográfica definida en las tierras bajas mayas".
María Belén Méndez, arqueóloga y doctora en Estudios Mesoamericanos ajena al proyecto, ha opinado en la agencia Asociated Press que los hallazgos son interesantes porque muestran la forma de organización de quienes habitaban el lugar hace unos 3.000 años, aunque se muestra precavida ante la necesidad de confirmar estas hipótesis con más estudios y excavaciones. "Se puede hablar de descubrimiento de varias calzadas pero no se sabe si todas son contemporáneas, si fueron construidas al mismo tiempo", ha lanzado. Pero ha confirmado que las estructuras documentadas revelan que los mayas "manejaban el agua en tiempos antiguos, sobre todo en esa sección de tierras bajas donde era difícil manejar el recurso, [estas construcciones] son importantes porque nos hablan de la complejidad social".