Escena de El viaje a ninguna parte
Vuelve el gran homenaje al mundo de la escena de Fernán Gómez. El autor Ignacio del Moral y la directora Carol López han abordado sin complejos El viaje a ninguna parte con la intención de subir, desde hoy, al Teatro Valle-Inclán un texto en el que se narran las peripecias de una familia de cómicos.
Por eso Ignacio del Moral ha tomado como base el texto literario. La novela, al ser tan dialogada, permitía, según el autor de Presas, dividirla fácilmente en escenas y de paso evitaba las "imágenes" del cine para encontrar sus propias soluciones a los problemas y desafíos que proponía el escenario: "Yo tenía que encontrar la manera de mostrar los diferentes espacios, los numerosos personajes que aparecen y que se van cruzando en el camino de los Iniesta Galván. Tuve claro que no había que intentar ser realista, que todo tenía un carácter de evocación, ya que se trata del relato de Carlos Iniesta al cabo de los años". La directora Carol López reconoce a El Cultural tratarse de una obra difícil debido a las transiciones, la diversidad de espacios y los saltos de tiempo: "Siempre entendí que debíamos desnudar esos artificios. Tanto Ignacio como yo teníamos muy claro que sólo íbamos a contar la historia de estos cómicos desde que llega el chico hasta que la compañía se disuelve. Y que íbamos a mantener el flashback pero sólo para comprender que todos los recuerdos de prosperidad de Carlos son fantasías suyas".
Miguel Rellán, Antonio Gil, Olivia Molina, Tamar Novas y Andrés Herrera son algunos de los nombres que encabezan el reparto de este Viaje en el que, según Del Moral, los actores han conseguido mostrar una auténtica compañía, un colectivo unido por lazos no sólo profesionales sin también afectivos: "Para mí, era un viejo sueño trabajar con Rellán, uno de mis actores favoritos desde siempre. El resultado de la obra es que destila humanidad, amor por lo que se cuenta y, sobre todo, que se percibe esa unidad y compenetración que era esencial, ya que los Iniesta Galván además de una compañía son familia".
La directora no es menos entusiasta con el elenco elegido para el montaje, capaz de crear la química necesaria para una historia que, al fin y al cabo, tiene a los intérpretes como protagonistas absolutos dentro y fuera del escenario: "Me creo a esta compañía desde el primero momento -señala López-. Han estado dispuestos a jugar, a probar, a desechar, a recuperar y a buscar constantemente". La química que ha construido la materia del Viaje de Ignacio del Moral y Carol López está formada también por la música de Luis Miguel Cobo (en la película realizada por Pedro Iturralde) y las videoescenas de Álvaro Luna, fundamentales para conseguir ambientes tan necesarios como el paisaje castellano y los recuerdos del protagonista.