Un momento de  'La forza del destino' que podrá verse  en el Liceu. Foto: Antoni Bofill

Un momento de 'La forza del destino' que podrá verse en el Liceu. Foto: Antoni Bofill

Ópera

'La forza del destino' de Verdi llega a Barcelona con ocho representaciones en el Liceu

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Se ha abierto cierta expectación ante las representaciones que anuncia el Liceu de La forza del destino de Verdi, coproducción con la Ópera de París firmada en 2011 por Jean-Claude Auvray y vista ya en Barcelona en 2012. La propuesta ensalza las virtudes teatrales y la espectacular dimensión musical de una obra que nació en un momento en el que el compositor había pensado en retirarse. Menos mal que no lo hizo, debemos decir. La tentación musical llamó otra vez a su puerta con una proposición de la Ópera de San Petersburgo.

Se estudiaron varios temas posibles y finalmente se eligió Don Álvaro o la fuerza del sino, del Duque de Rivas, que el compositor habría conocido en la traducción de San Severino. Tanto le gustaba que en dos meses y medio, de septiembre a noviembre de 1861, terminó la música. Aunque un estudioso como Gabrielle Baldini -en su original ensayo Abitare la battagglia-, proclamaba la pobreza y carácter absurdo de la tragedia, fruto de la “impotencia creativa del Duque de Rivas”, lo cierto es que Verdi debió de apreciar no poco la obra literaria.

Se estrenó en el Teatro Bolshói de San Petersburgo en 1862. Una segunda versión en la que intervino Antonio Ghislanzoni modificando el libreto de Francesco Piave se mostró en 1869 en La Scala de Milán.

Baldini fue también de los primeros en apuntar una cosa realmente curiosa pero nada descabellada: que Verdi había creado una especie de ópera rusa ante litteram y que por ello su “estructura casual”, hecha de múltiples acciones paralelas, no es el resultado de amalgamar una serie de elementos heterogéneos, sino el derivado de un trabajo perfectamente diseñado y dirigido al público para el que la obra había sido escrita.

Di Benedetto considera que amputar alguna de las escenas coloristas, de masas, de La forza -por ejemplo, la del campamento de la segunda parte del acto III- sería mucho más grave que eliminar la escena de la marcha triunfal de Aida. Budden, por su parte, en su obra Las óperas de Verdi, vol. II, localiza numerosas semejanzas entre La forza y ciertas óperas rusas. La melodía que suena en el acto III recuerda a ciertos momentos de En las estepas de Asia Central.

La ópera se basa en 'Don Álvaro o la fuerza del sino', del Duque de Rivas. Tanto le gustaba a Verdi que acabó la música en dos meses y medio

En Barcelona se prevén ocho representaciones entre el 9 y 19 de noviembre bajo la severa y efusiva dirección de Nicola Luisotti, un verdiano de los de verdad, como en tantas ocasiones ha puesto de manifiesto en el Teatro Real. Se barajan bastantes nombres. Hay dos Leonoras: Saioa Hernández, cada vez más segura y poderosa, una de las spinto más sólidas de su tiempo, y Anna Pirozzi, voz caudalosa, casi agresiva, aunque entonada.

Don Carlo se lo disputan Artur Rucisnki, siempre seguro kavalerbariton, y Amartuvshin Enkhbat, un vozarrón de mayores asperezas. Don Alvaro estará en las voces ampliamente líricas de Brian Jadge, de fuerte pegada y relativo engolamiento, y Francesco Pio Galazzo (esposo de Saioa), más templado.

Dos bajos no especialmente imponentes, pero artistas cumplidores, John Relyea y Alejandro López, vestirán las ropas del Padre Guardiano. Preziosilla será servida por dos prometedoras mezzos líricas, Caterina Piva y Szilvia Vörös, y Fra Melitone tendrá dos excelentes caricatos como los barítonos Pietro Spagnoli y Luis Cansino