Un momento de la producción de Giancarlo del Monaco en el Teatro Real. Foto: Javier del Real

Un momento de la producción de Giancarlo del Monaco en el Teatro Real. Foto: Javier del Real

Ópera

'Plagiacci': el crimen del payaso celoso

La ópera de Ruggero Leoncavallo, situada en un pueblo al sur de Italia un 15 de agosto, recoge los celos de Canio, un 'clown' desbordado por el amor hacia Nedda.

7 agosto, 2022 01:23

"Ríe, payaso", exclama Canio, el personaje abatido por el desencuentro amoroso con Nedda en la ópera de Ruggero Leoncavallo (Nápoles, 1857 - Montecatini Terme, 1919). Al final del primer acto de Pagliacci, el verano es un catalizador de las pasiones virulentas de la trama, situada en el pueblecito de Montalto di Calabria, al sur de Italia, un 15 de agosto por la tarde. Es el momento del aria para tenor Vesti la giubba, la pieza más emblemática de la obra.

Canio, interpretado por figuras como Enrico Caruso, Plácido Domingo y Luciano Pavarotti desde su estreno en 1892, se seca el sudor que ha desprendido la pintura de su cara en medio del lamento por tener que hacer reír al público ("la gente paga", entona resignado) cuando más destrozado se siente. Su esposa Nedda se ha enamoriscado del aldeano Silvio, y Canio, preso de los celos, termina asesinándolos.

El calor del ferragosto italiano, periodo vacacional correspondiente al festivo día de la Asunción de la Virgen, determina el trágico argumento de la obra, dividida en dos actos, donde una compañía teatral ambulante actúa en pleno verano, el único momento posible en el año , pues en invierno la nieve les impedía llegar a ciertas localidades.

"Son las tres de la tarde. El sol de agosto brilla esplendoroso con todo ardor", se indica en el libreto, único éxito rotundo del compositor italiano. "¡Qué bello es este sol de agosto! Yo, plena de vida y toda lánguida por un deseo desconocido..., ¡no sé qué es lo que quiero!", diría Nedda, ajena al clima árido de aquel municipio sin rastro de vegetación donde el ambiente era irrespirable.

Pagliacci está inspirada en los sucesos reales de los que fue testigo el propio Leoncavallo dos décadas antes de la composición de la obra. Su padre había sido el juez encargado de dictar sentencia por un crimen cometido en circunstancias similares.

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"Pensé en la tragedia que había ensangrentado los recuerdos de mi lejana infancia y en el pobre criado Gaetano Scavello, asesinado ante mis ojos. En menos de veinte días tuve el libreto de Pagliacci", confesaba el compositor en su autobiografía. La ópera se inscribe en la corriente del "teatro dentro del teatro". Los acontecimientos se suceden en paralelo a la obra y, con el recurso de las máscaras de la commedia dell'arte, el objetivo es que el público confunda el guion con la propia realidad.

"El teatro y la vida son la misma cosa", explica el personaje de Tonio en el prólogo, uno de los testimonios más representativos del verismo italiano, sucesor del naturalismo francés. En este movimiento, que exalta la crudeza en los bajos fondos de la sociedad -cultura del coltello (cuchillo)-, también se incluye la ópera de Pietro Mascagni, Cavalleria rusticana, emparejada normalmente con la de Leoncavallo en las programaciones.

Más allá del valor histórico y musical, el interés de Pagliacci reside en la presencia fundamental del verano. El calor es la metáfora que sirve al compositor para reflejar la asfixiante sensación que generan los celos.

Plagiacci puede verse en el DVD de Deutsche Grammophon de la puesta en escena de Franco Zefirelli con Plácido Domingo en el elenco.