Desde la organización del Primavera Sound, son perfectamente conscientes de los contratiempos acontecidos a lo largo del festival. A la cancelación de la jornada del jueves por las lluvias se sumaron los enormes atascos y esperas para coger las lanzaderas el viernes. En una rueda de prensa celebrada este sábado, la directora del Primavera Sound en Madrid, Almudena Heredero, y el director de Comunicación, Joan Pons, han asegurado que "las expectativas han sido cumplidas" en esta edición, pero el emplazamiento del año que viene no está claro. 

La Ciudad del Rock de Arganda "es un recinto idóneo para un festival como éste", ha explicado Heredero, pero "cuestiones como la movilidad, que está conectada con la cuestión meteorológica", les han hecho "reflexionar, evaluar y ver qué implicaciones tiene todo lo ocurrido" para valorar si cambiarán de ubicación el año que viene. Lo que sí han confirmado es que seguirán apostando por Madrid.

Aunque el de Arganda es un enclave "estupendo, con diversidad de escenarios", la directora también reconoce que se trata de "un recinto que con el agua sufre y hace sufrir". En este sentido, "todos nuestros esfuerzos estaban centrados en abrir puertas ayer y llevar a cabo el festival", ha asegurado en referencia a la cancelación del jueves por las lluvias de la última semana y por el encarchamiento del recinto.

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El director de Comunicación del festival ha informado de que entre el 23 y 31 de mayo se registraron 50 litros por metro cuadrado de lluvia y otros 30 en los días que llevamos de junio. A Heredero no se le escapa que las condiciones meteorológicas en Madrid durante esta época del año "han sido una cuestión excepcional", pero tampoco que este problema influye en la movilidad, otro de los asuntos más criticados.

"Ayer solo se pudieron habilitar el 50% de las plazas de parking. Nosotros apostamos por un modelo de transporte colectivo con lanzaderas y taxis, pero es verdad que la falta de aparcamientos dificultó ayer los acceso al recinto y tuvo que ver con las zonas inhabilitadas por las lluvias", ha dicho.

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Así se produjeron ayer los atascos en la entrada y en la carretera, lo que provocó que llegaran tarde miles de personas y que se retrasara hasta 40 minutos el inicio del concierto de Depeche Mode. "Una primera edición es un aprendizaje en sí mismo y nos ha enseñado un montón de cosas", ha relatado la directora del festival. Y ha añadido: "Me he hecho un máster absoluto de movilidad de personas".

Pons se ha hecho eco del "ruido y los aspectos laterales alrededor de los festivales". Sin embargo, las actuaciones de este viernes demostraron que la Ciudad del Rock de Arganda es el recinto adecuado. Además, el director de Comunicación se detuvo en la "emotividad" que transmitió ayer la banda Depeche Mode, en que Kendric tocara por primera vez en Madrid o volver a ver en la capital a los Blur o los Pet Shop Boys después de tanto tiempo. "Estamos muy orgullosos y sido épico por ser capaces de sobreponernos a la adversidad", ha concluido Pons.

La rueda de prensa ha concluido con la revelación de las cifras de asistentes. Según la organización, el viernes entraron 42.000 personas al festival y hoy se preveían 48.000. "El público ha respondido a lo que nosotros esperábamos, una media de 40.000 personas al día", ha calculado Heredero, antes de volver a remitirse a la movilidad. Y es que por más que el recinto tenga un "aforo gigante", "se ha demostrado que no permite absorber un público mayor de 50.000 personas".