Krystian Zimerman al piano durante un concierto
Hombre raro y difícil, esquivo, pero artista de muchos quilates, personal, severo, concienzudo, perfeccionista es el polaco Krystian Zimerman. Actuó varias veces en los ciclos de Scherzo. La temporada pasada la hiperactiva Fundación Excelentia consiguió traerlo de nuevo a la capital. Repite ahora, en esta ocasión para tocar, con la Orquesta Clásica Santa Cecilia y un colaborador habitual de la fundación, el director Grzegorz Nowak, una obra poco frecuentada entre nosotros, la Sinfonía n° 2, The Age of Anxiety, de Leonard Bernstein, para piano y orquesta, de 1948/49. Ilustra un texto del gran poeta inglés W. H. Auden y está dedicada al director ruso Serge Kousevitzky.Buena oportunidad de escuchar una composición magnífica, dividida en dos grandes bloques. En cada uno de ellos se desarrollan siete espectaculares variaciones, que alternan movimientos lentos y rápidos. Es una obra que conoce bien el pianista, pues tuvo la ocasión de tocarla con el compositor al frente en más de una oportunidad y hay una grabación formidable realizada en Londres en 1986. Un año antes habíamos tenido la suerte de escuchar a ambos artistas, junto a la Filarmónica de Viena, en el Concierto n° 1 de Brahms. Fue en el Teatro Real.
Exactitud y precisión de ataque, pureza diamantina de sonido, gama dinámica muy amplia. Son algunas de las cualidades de las que siempre ha hecho gala Zimerman y que podremos admirar de nuevo en esta cita, que tendrá lugar en el Auditorio Duque de Pastrana, en el Paseo de la Habana, este sábado. La sesión se completa con la turbulenta Sinfonía n° 6, Patética, de Chaikovski.