La Sucesión
por Gonzalo Alonso
30 octubre, 2008 01:00Se habla mucho estos días de las sucesiones al Real, pero la sucesión con mayúsculas se producirá un día, esperemos aún muy lejano, en la Escuela Reina Sofía y la Fundación Albéniz. Paloma O’Shea, magníficamente apoyada por Vicente Ferrer, han realizado la labor musical más importante desde la esfera privada de las últimas décadas. Hace escasas semanas se presentaba la nueva y espectacular sede de la Escuela Reina Sofía con su precioso auditorio, que proporcionará muchos buenos ratos en el futuro, empezando por el concierto inaugural el próximo domingo con la orquesta de la Escuela dirigida por Zubin Mehta. Antes se pusieron en marcha la propia Fundación o ese Magister Musicae en la red llamado a convertirse en una gran escuela a distancia y cuyos contenidos no pueden temer competencias o bajadas desleales de archivos en Internet. Después habrá de llegar la necesaria independencia del Instituto Internacional de Música de Cámara de Madrid. Todo ello lo gobiernan Paloma O’Shea y Vicente Ferrer con imaginación y mano férrea. Han sabido crear en España el concepto más americano de centro al servicio del arte y de la sociedad y, muy especialmente, del mundo empresarial. Cualquier empresa ha de estar encantada de figurar y utilizar los muchos servicios que le presta un centro modélico en funcionamiento interno y aspecto externo. Es tal ya la importancia de lo creado que ha de garantizarse su futuro por encima de las personas que hoy lo dirigen. Ambos están en ello. Las instituciones públicas han de implicarse más, sin nunca alcanzar una mayoría que supusiera un traspaso indeseable, y empresas y personali- dades potentes del mundo económico y cultural han ser seleccionadas para componer un núcleo más reducido de su amplio Patronato que dirijan éste en el futuro. Sólo así quedará garantizada la continuidad de una realidad musical envidiada en cualquier parte del mundo. La crisis del medio plazo no puede ser un obstáculo para que los políticos dejen de mirar a largo.