El nuevo director del INAEM se llamaba Juan Francisco Marco en 1990 y ahora se llama Joan Francesc Marco. Cuando fue nombrado por primera vez director del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM), entre 1990 y 1995, empleaba su nombre en español y algunos recuerdan que entre sus colaboradores más estrechos figuraba Pedro Sánchez Fernández, padre del actual presidente del Gobierno que ejercía como gerente de la institución por aquel entonces.
Marco, un veterano militante del Partido Socialista Catalán que no llegó a culminar la carrera de Derecho, ha tenido un porrón de cargos políticos en instituciones culturales públicas, corporaciones municipales y fundaciones (como el de director de la Fundación y del Consorcio del Liceu)…
Es hombre de confianza del ministro de Cultura, Miquel Iceta, que lo nombró su asesor con despacho en Barcelona. Vuelve a los que fueron sus dominios y se presume que ahora sí tendrá que venir a la Plaza del Rey de la capital, aunque todo es posible en la era Zoom.
Amaya de Miguel se va a sustituir a José Guirao, el director de la Fundación Montemadrid. Ella, que había sido directora del Centro Dramático Nacional en época de Marco, deja el INAEM con bastante lío, según manifestó su subdirector general de Teatro Fernando Cerón cuando dimitió hace unos meses y en una carta decía: “la administración pública se encuentra preocupantemente precarizada en sus recursos humanos” (o sea, no hay personal suficiente), “y con un modo de funcionamiento muy burocratizado que hacen que el trabajo se lleve en condiciones muy adversas que imposibilitan que se afronten retos insoslayables del futuro del sector”.
De Miguel llegó con muchas ganas de cambiar las cosas: quería convertir el INAEM en una agencia pública para que fuera más operativo, crear el Centro de Difusión de la Danza, llegar a un acuerdo con los técnicos, establecer subvenciones directas… pero le pasó factura la pandemia y tuvo que soportar una huelga de técnicos larga y carísima en la que se plegó a todas sus reivindicaciones; hace unas semanas los artistas de los teatros públicos se quejaban de que no cobraban…
A ver qué hace Marco.