¿Cómo vivir una experiencia sinfónica en medio de una orquesta sin ser un avezado instrumentista? Gustavo Dudamel y la Fundación "la Caixa" lo ponen en bandeja ahora con Symphony, un viaje virtual al corazón de la música clásica, un proyecto audiovisual de factura espectacular que mediante realidad virtual sumerge al espectador en ese tumulto de sonidos que genera una agrupación sinfónica. Ordenados por batutas maestras como la del director venezolano, fruto más destacado y popular del famoso sistema de Abreu. "Ha sido una experiencia absolutamente reveladora. Te adentras en la música de manera mágica, conectas y te enamoras de ella", explica Dudamel.
La dos filmaciones que conforman este proyecto se han estrenado hoy en CosmoCaixa Barcelona. Posteriormente, iniciará una gira que recorrerá un centenar de ciudades de España y Portugal durante diez años. Las primeras paradas previstas son Santander (octubre-noviembre), Valladolid (noviembre-diciembre) y Madrid (diciembre-enero). Dudamel y el equipo de rodaje han estado trabajando durante más de cuatro años. La Fundación ”la Caixa” apostó desde el primer momento por la realidad virtual como la mejor forma de explicar esta historia. La tecnología más puntera ha facilitado lo que de otro modo no sería posible: sentarse junto a los violines en una gran orquesta sinfónica mientras interpretan la Quinta sinfonía de Beethoven.
Symphony está formado por dos unidades móviles que se despliegan y se convierten en dos salas de cien metros cuadrados cada una. En la primera de ellas se puede ver una película panorámica que introduce al espectador en este viaje y le guía solo a partir de sonidos. La segunda unidad está dedicada a vivir la experiencia de realidad virtual. Cuando el espectador se coloque las gafas, verá cómo, de repente, su entorno ha cambiado. Ahora se encuentra en el Gran Teatro del Liceo, sentado en una silla y el maestro Gustavo Dudamel, alma de la Fundación Gustavo Dudamel, le da la bienvenida. A continuación, se verá rodeado de los músicos de una orquesta sinfónica, todos guardando silencio, esperando a la indicación del director, que dará enérgicamente la entrada de la Quinta sinfonía de Beethoven. Las famosísimas cuatro notas que inician esta sinfonía marcan el comienzo de la experiencia.
El espectador verá a los músicos distribuidos por el escenario en su forma habitual, por familias de cuerdas, viento, metal, percusión, y los sentirá muy cerca de una forma real, así como vivirá de lleno la energía y la mirada del director, situado justo delante de él. Este experimento musical le permitirá girar la cabeza de lado a lado y arriba y abajo para adquirir nuevas vistas y perspectivas de una orquesta sinfónica y sus instrumentistas. "Es un sueño legar el arte y la música a través de la tecnología y la fantasía, llegando así a la mayor gente posible", ha señalado Dudamel
"Cuando nos sentamos con mis amigos en la Fundación ”la Caixa” para soñar sobre qué queríamos conseguir con este proyecto, vimos muy claro desde el principio que compartíamos tres creencias principales: que la música puede transcender nuestras diferencias, propiciar el empoderamiento individual y promover la integración social", ha explicado el maestro de Barquisimeto. "Este proyecto es una encarnación perfecta de aquellos valores compartidos, una exposición móvil que ofrecerá a decenas de miles de personas acceso a la música sinfónica y —espero— suscitará una mayor apreciación de esta forma de arte. También deseo que enriquezca e inspire las personas que estuvieron implicadas en la preparación e interpretación de esta maravillosa, y un poco alocada, producción".
Experiencia inmersiva en dos tiempos
Esta experiencia inmersiva tiene una duración aproximada de cuarenta minutos, repartida en dos tiempos. Comienza con la proyección de una película panorámica y sigue con un salto a la realidad virtual que permite un visionado en 360 grados de la ultracosmopolita Mahler Chamber Orchestra, dirigida por Dudamel, y grabada en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona. La formación, fundada por Claudio Abbado, mantiene una larga y fructífera relación con Dudamel desde hace años.
Tres jóvenes músicos de diferentes partes del mundo protagonizan la proyección inicial, rodada en Colombia, Nueva York y la costa mediterránea. A través del retrato de los sonidos y de las músicas propias de los lugares donde viven, podremos entender cómo cada uno de ellos está conectado con los sonidos y la música de su entorno. Mediante este mosaico de contrastes, el espectador descubrirá cómo estos sonidos aleatorios, gracias al ingenio del ser humano, se convierten en música conectando así diversas culturas. Tras escuchar la Quinta sinfonía de Beethoven y de ver desde primera fila a Gustavo Dudamel, la vivencia se trasladará a otro espacio: el taller de un lutier. Allí, el público podrá escuchar el sonido de la madera mientras es esculpida por las manos del artesano constructor de los instrumentos de cuerda, antes de introducirse dentro del violín en el que trabaja y, posteriormente, en el interior de una trompeta.
Haciendo hincapié en el poder emocional de la música, el espectador aparecerá acompañado de la melodía del inicio de la Primera sinfonía de Gustav Mahler, rodeado de un entorno íntimo y especial, para finalizar este viaje, de nuevo con la orquesta, que ahora mientras interpreta el jovial Mambo de West Side Story, de Leonard Bernstein. La idea original del proyecto surgió hace cuatro años del Departamento de Música de la Fundación ”la Caixa”, que encargó su dirección artística al músico y creativo Igor Cortadellas. Él llevó a cabo la elaboración del guion y una búsqueda de la tecnología adecuada. La dirección musical recayó en el director de orquesta Gustavo Dudamel, que se encargó de validar y redondear este proyecto tan ambicioso. A partir de entonces se convocó un concurso para desarrollar la parte técnica, que ganó la empresa barcelonesa de postproducción y generadora de efectos visuales y animación digital Glassworks.
La filmación final tuvo lugar en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona en agosto de 2019 a través de un prototipo de cámara Meta One creada para la ocasión, que permitió grabar escenas con poca luz y con un rango dinámico mayor que cualquier otra cámara de 360 grados existente, fruto de su ligereza y menor tamaño en comparación con el resto. Ello permitió una grabación más cercana e íntima de la orquesta. La grabación de sonido para Symphony se realizó utilizando la última tecnología.
En total, más de 250 personas han trabajado y colaborado para hacer realidad este proyecto. De estas, un centenar de personas en el ámbito artístico; desde el lutier David Bagué, y bajo la batuta de Gustavo Dudamel, a los 60 extraordinarios mentores de la Mahler Chamber Orchestra y 41 jóvenes artistas de la Fundación Gustavo Dudamel, representando a ciudadanos de 22 países en 5 continentes dan vida a obras maestras del repertorio clásico, mientras amplían el acceso de la juventud a la música y las artes, ofreciéndoles herramientas y oportunidades para forjar sus futuros creativos.