La nueva producción del Bayreuth (25 de julio al 28 de agosto), a la espera de la próxima Tetralogía, viene firmada por el alemán Tobias Kratzer, un artista imaginativo y con recursos. Veremos qué se le ocurre en torno a la turbulenta y romántica historia del caballero Tannhäuser, situado entre el amor pecaminoso (Venus) y el puro y amable (Elisabeth), en un marco que tiene como centro el famoso torneo poético del Wartburg. En el foso místico, como debutante en el festival, el azogado, intenso e hiperexpresivo Valery Gérgiev, que tendrá ancho campo para explayarse con una orquesta y un coro como los habituales. Cuenta con un sólido equipo vocal comandado por el escasamente refinado pero resultón tenor Stephen Gould. A su lado ha de resplandecer la voz, llamada a aventuras mayores, aunque todavía algo tierna, de la imponente soprano noruega Lise Davidsen. Las demás óperas, en producciones ya conocidas, ofrecen variables atractivos. Son Lohengrin, Meistersinger, Parsifal y Tristán e Isolda.
Con Salzburgo –que empieza el 20 de julio y que prepara ya los fastos de sus cien años– siempre se nos ponen los dientes largos, tal es la calidad y cantidad de eventos que ofrece. Hablaremos sólo de ópera: nuevas producciones de Idomeneo de Mozart, con el veleidoso Teodor Currentzis en el foso y el penetrante e inventivo Peter Sellars en la escena; Medée, de Cherubini (Thomas Hengelbrock/Simon Stone y cantantes no famosos todavía); Oedipe de Enescu(Ingo Metzmacher/Acim Freyer; Orphée aux Enfers de Offenbach: Enrique Mazzola/Barrie Kosky; Simon Boccanegra de Verdi: Valery Gergiev/Andreas Kriegenburg. La obsesiva y fantasmagórica producción de Salomé de Strauss y Castellucci se estrenó el año pasado.
En el Festival de Múnich (20 al 3 de julio) hallamos una nueva producción de la infrecuente Orlando Paladino de Haydn firmada por Ivor Bolton en lo musical y Axel Ranisch. Además tenemos reposiciones de las mejores creaciones de la temporada, como la del Anillo del nibelungo de Wagner gobernada desde el foso por Kiril Petrenko y en la escena por el renombrado Andreas Kriekenburg, Las vísperas sicilianas, La traviata (con Damrau y Asher Fisch, aplaudido hace poco en Madrid con Capriccio) y Desde la casa de los muertos de Janácek en la polémica puesta en escena de Franz Castorf.
Pierre Audi es el nuevo responsable del Festival de Aix-en-Provence (3 al 22 de julio), que en esta edición anuncia nuevas producciones. Tosca de Puccini tiene como artífices al director Daniele Rustioni, al regista Chistophe Honoré y a las voces de Joseph Calleja, Angel Blue y Alexey Markov. Novedad es Jakob Lenz de Rihm, que se hace en coproducción con Stuttgart, Bruselas y Berlín. El expresionismo del mejor Weill se podrá reconocer de nuevo en Ascenso y caída de la ciudad de Mahagonny, que estará en las manos de Esa-Pekka Salonen. Se estrena en Francia la ópera de cámara Blank out de Michel van der Aa.
Seis óperas constituyen la base del campestre Festival de Glyndebourne (18 de mayo el 25 de agosto). De ellas son nuevas en el lugar La condenación de Fausto de Berlioz, que no es exactamente una ópera pero se asimila, y Cendrillon de Massenet. Aquella se nos ofrece en una producción de toques ligeramente bufos firmada por Richard Jones, con dirección musical del responsable de la muestra, Robin Ticciati (también presente en Rusalka), y la participación vocal de Alan Clayton, Christopher Purves. Ésta se pone en una creación escénica de Fiona Shaw y musical de John Wilson. Danielle de Niese, a quien hemos escuchado muy buenas interpretaciones haendelianas, será Cenicienta.
En el rossiniano Pésaro (11 a 23 de agosto) se anuncian nuevas producciones de Semiramide y L’equivoco stravagante y se resucita Demetrio y Polibio, aparte de reponer el gracioso montaje de Sagi de Il viaggio a Reims. De la primera se encarga en lo escénico Graham Vick, que comparte cartellone con Michele Mariotti. Para Demetrio e Polibio Paolo Arrivabeni se situará en el foso y Davide Livermore se hará cargo de la escena. La nueva visión escénica de L’equivoco se debe a Moshe Leiser y Patrice Caurier. a. reverter