Medea y el poder de destrucción del amor
Aitana Sánchez Gijón es Medea en el montaje de Andrés Lima. Fotografía: Luis Castilla
Tras abrir con la Medea de la actriz Ana Belen y el director José Carlos Plaza, el Festival de Mérida vuelve a apostar por la mística hechicera en un montaje con otra dupla de primer nivel, Aitana Sánchez-Gijón y Andrés Lima.
Lima, además de dirigir e interpretar a Corifeo, Creonte y Jasón, ha elaborado la dramaturgia de la obra siguiendo especialmente la versión que Séneca realizó a partir del texto de Eurípides. "Séneca es más directo, tiene un lenguaje que lo conecta con la modernidad", explica el director. "También representa una exposición más explícita del mito que cuadra mejor con nosotros, que somos más romanos que griegos". Séneca fue el primero que se atrevió a representar en escena el asesinato de los hijos de Medea, un testigo que más tarde recogería Shakespeare para sus tragedias de sangre. El escritor romano además dejaba escrita una frase en el texto, "No hay mayor dolor que el amor", que se convirtió en motor creativo de este espectáculo en el que también participan las actrices Laura Galán y Joana Gomila. "Es sorprendente la capacidad de destrucción que puede tener algo inicialmente tan bello como el amor, que es lo que supuestamente nos une", explica Lima.
La tragedia griega ponía en el punto de mira las zonas más oscuras de la sociedad de la época para aprender de ellas y evolucionar. En Medea se percibe el interés de Eurípides por poner en cuestión el papel que jugaba la mujer en el mundo. Para el director, y pese a la crueldad del acto, el asesinato de los hijos es interesante porque expone una suerte de reivindicación del sexo femenino. "No quiero decir que tenga derecho a matarlos pero si a hablar con voz propia", explica Andrés Lima. "En este sentido Jasón y Caronte no son tanto dos hombres complejos como la representación masculina del poder".
Aitana Sánchez-Gijón se enfrenta a este mundo patriarcal en el papel de la hechicera, como hiciera Ana Belén del 1 al 5 de este mes en el mismo escenario de la capital extremeña en un montaje de José Carlos Plaza. De esta manera la actriz se suma a una nómina de grandes intérpretes que se han metido en la piel de Medea: Margarita Xirgu, Nuria Espert, Monserrat Caballé, Blanca Portillo... "Con Aitana nos planteamos de donde podíamos partir en función de su talento y su valentía y nos dimos cuenta que la cota era muy alta", explica el director. "A mí me sigue sorprendiendo, creo que es una actriz con unas posibilidades ilimitadas y un gran sentido para comprender lo que hace".
La ciudad como punto de partida
Éste Medea de Andrés Lima es fruto de uno de los laboratorios que en los últimos tiempos están alimentando las tablas. En concreto del Teatro de la Ciudad, un proyecto en el que el director ha unido fuerzas con Miguel del Arco y Alfredo Sanzol para apostar por la investigación, la reflexión, la creación, la producción y la exhibición del teatro contemporáneo. "El objetivo", explica Lima, "es disponer del tiempo necesario para preparar un espectáculo y salir de la rutina de tener que hacerlo todo deprisa". Por eso el Teatro de la Calle pone el foco en la investigación a través de una serie de talleres que se acometieron desde un año antes del estreno de las obras. A Medea hay que sumar el Edipo Rey de Alfredo Sanzol y la Antigona de Miguel del Arco. Todas ellas se estrenaron en el Teatro de la Abadía y todas podrán verse en Mérida, Edipo Rey este jueves y Antigona del 17 al 19. "Todo esto genera una complicidad entre un grupo de artistas", explica Lima. "Pero no solo de artistas porque participaron también colaboraron helenistas, periodistas, distintos autores e incluso el público que se apuntaba de oyentes para poder acudir al proceso de creación del espectáculo".Por su naturaleza, el Teatro de la Calle es un proyecto de teatro sin casa. Para Andrés Lima ningún lugar podría ser más adecuado que el Teatro Romano de Mérida para acoger esta función. "Es muy posible que Medea se leyera o se llegara a representar en Mérida en la epoca de Séneca", explica. "Por su ascendencia española, concretamente cordobesa, debió de pasar por Mérida y es probable que hiciera alguna función con la compañía que allí había. Por eso estamos como en casa".
@JavierYusteTosi