Muere Merce Cunningham, gran renovador de la danza
El bailarín y coreógrafo estadounidense, "muerto por causas naturales", consideraba que la finalidad del baile era el movimiento en sí, no la representación
27 julio, 2009 02:00Merce Cunningham saluda al público en la Ópera de París, en 2005. Foto: AFP
EFEEl famoso coreógrafo y bailarín estadounidense Merce Cunningham, falleció a los 90 años en su casa de Nueva York, informó hoy un portavoz de la Fundación que lleva su nombre.
"Ha muerto en su casa, por causas naturales", indicó un portavoz de la Fundación Merce Cunnigham, que también emitió un comunicado en el que señaló que el deceso se produjo en la noche del domingo al lunes.
Nacido el 16 de abril de 1919 en Centralia, en el estado de Washington, Mercier Philip Cunningham, es considerado como uno de los grandes coreógrafos y bailarines de todos los tiempos, al nivel de Isadora Duncan, Martha Graham o Sergei Diaghilev.
"Fue un artista inspirador y un bailarín hasta sus 80 años, un coreógrafo visionario y un dedicado profesor durante toda su vida", indicó la Cunningham Dance Foundation and the Merce Cunningham Dance Company mediante un comunicado de prensa, en el que también expresan su "enorme tristeza" por el fallecimiento del artista.
La fundación señala también que junto a su socio "John Cage, dio paso a nuevas maneras de percibir y experimentar el mundo", al tiempo que destaca "su insaciable curiosidad, su espíritu colaborador".
"Merce ha dejado una marca indeleble en nuestra creatividad y cultura colectiva. Su legado resonará en el mundo de la danza ahora y más allá de las generaciones venideras", agrega el comunicado.
Cunningham demostró su amor por la danza desde muy joven, cuando en 1937 ingresó en el Instituto Cornish en la ciudad de Seattle (Washington), donde estudio teatro y danza y donde se encontró con el músico John Cage, con quien entabló una amistad y una relación personal que duraría hasta el fallecimiento de éste último en 1992.
Tras su paso por el Instituto Cornish, Cunningham estudió en la universidad de Bennington, donde Martha Graham impartía clases, y le captó para su compañía como primer bailarín, donde permaneció hasta 1945.
Un año antes, en 1944, había presentado su primera coreografía en Nueva York.
Después de haber sido profesor en el American Ballet (1949-1950), el coreógrafo fundó su propia compañía de danza, que llevaba su nombre, y que se inició en una comunidad de artistas del estado de Carolina del Norte, donde conoció a pintores como Jasper Johns (1930) o Robert Rauschenberg (1925-2008).
También trabajó con otros pintores como Andy Warhol (1928-1987) y Frank Stella (1936) o el músico David Eugene Tudor (1926-1996).
Cunningham vivió un año crucial para su carrera en 1964, año en el que obtuvo grandes éxitos en París y Londres, que fueron determinante para que el público y la crítica estadounidense cambiase de opinión respecto a su manera de concebir la danza.
A partir de esa fecha su nombre empezó a ser conocido para el gran público y ese éxito le permitió trabajar más con las nuevas tecnologías, característica que le acompañaría durante toda su carrera.
En junio pasado, su fundación anunció que su compañía de danza cerrará dos años después del fallecimiento del artista.
Cunningham, que cumplió 90 años el pasado abril, quiso que su compañía estuviera preparada para ese momento y decidió que, tras su fallecimiento, sus bailarines comenzaran una gira mundial de dos años y que el grupo se disolviera después.
Para ello, presentó en Nueva York su Plan de legado vivo, una hoja de ruta que la compañía y la fundación que llevan su nombre deberán seguir para cuidar su herencia artística y los derechos de autor que se desprenden de ella.