Desde que el Festival de San Sebastián anunciara, hace solo unas semanas, que el documental del periodista Jordi Évole sobre el exdirigente etarra Josu Ternera formaba parte de su programación, la polémica no ha hecho más que crecer exponencialmente. Este lunes se conoció que más de 500 ciudadanos, entre los que se encuentran importantes nombres de la cultura, la política y los medios de comunicación, así como algúnas víctimas de ETA, han firmado una carta en la que solicitan al festival de cine donostiarra que no proyecte el trabajo que dirige Évole junto a Màrius Sánchez, un encuentro con el ex de ETA.
Entre los firmantes figuran los escritores Félix de Azúa, Andrés Trapiello, Juan Gracia Armendáriz, Francisco Sosa Wagner y Fernando Aramburu, el filósofo Fernando Savater, el poeta y crítico de El Cultural Francisco Javier Irazoki, los profesores Carlos Martínez Gorriarán y Carlos Fernández de Casadevante y los periodistas Miguel Ángel Idígoras y Santiago González, entre otros.
También han suscrito esta carta personas víctimas del terrorismo como Ana Iribar, Mari Mar Blanco, Rubén Múgica, Cristina Cuesta, Ana Velasco y Maite Pagazaurtundua, así como personas vinculadas con la política como Carmelo Barrio, Rosa Díez y Carlos García Adanero, entre otros.
En la carta, que adelantó este lunes El Diario Vasco, los firmantes piden al Zinemaldia que "excluya por completo" el documental de Netflix No me llames Ternera, en el que Évole incluye una extensa entrevista con Jose Antonio Urrutikoetxea, nombre real del exdirigente etarra, al considerar que este filme "blanquea" el terrorismo.
"Ese documental forma parte del proceso de blanqueado de ETA y de la trágica historia terrorista en nuestro país, convertida en un relato justificativo y banalizador que pone al mismo nivel a asesinos y cómplices, víctimas y resistentes", reza el texto de la carta. Y es que, según su criterio, "nadie admite hoy un relato similar aplicado a la apología ni justificación de otras formas de violencia, sea étnica, sexual o social. Tampoco puede admitirse para el terrorismo".
La misma carta rechaza "la pretensión de que Josu Ternera haya tenido motivos para ordenar docenas de crímenes de lesa humanidad, incluyendo el asesinato de niños por el crimen de ser hijos de guardias civiles" al mismo tiempo que niega que "tales motivos deban ser expuestos y aplaudidos en un evento cultural del máximo nivel, como si se tratara de un testimonio de vida admirable y de una emocionante historia de acción".
"Hacerlo —continúa— es blanquear el terrorismo y banalizar crímenes gravísimos por los que Josu Ternera, aún prófugo de la justicia, afronta una petición fiscal de 2.354 años de cárcel", sostienen los 514 firmantes, que de este modo se unen al reclamo de la asociación Dignidad y Justicia, que primero pidió la retirada del documental y, a continuación, que la Fiscalía lo visionara antes de su proyección para determinar si incurre en algún delito.
Contra la impunidad y el olvido
En el documento aseguran ser conscientes de que el Festival de Cine de San Sebastián "no comparte en absoluto ni los motivos ni los fines de Josu Ternera ni de la banda ETA" y que "rechaza el blanqueamiento del terrorismo por activa o pasiva". También admite que el Zinemaldia "se adhiere a los principios y defensa de los Derechos Humanos" y "se opone a la impunidad y olvido de crímenes de lesa humanidad como los perpetrados por Josu Ternera, apoyando a las víctimas y la verdad de la historia". Por lo mismo, solicitan "que excluya por completo de su programación ese documental y cualquier otro análogo que puedan producir en el futuro".
El pasado viernes, el director del Festival de Cine, José Luis Rebordinos, aseguró, respecto a esta polémica, que mientras él dirija el certamen donostiarra, "jamás blanqueará el terrorismo y los asesinatos de ETA". Y añadió que "la película no es eso". El director aseguró que antes de criticarla es necesario verla, defendió que muchas obras de no ficción han entrevistado a asesinos anteriormente sin justificarlos y no dudó en calificar a ETA como un "grupo fascista y asesino".
Zinemaldia responde: la polémica se "desinflará"
El director del festival, José Luis Rebordinos, ha salido al paso de la carta, asegurando que ninguna de las personas que pide la retirada del documental lo ha visto y está convencido de que, una vez que se proyecte, la polémica se "desinflará".
"Yo sí he visto la película y es terrible que tengamos que estar todo el rato así. He dicho ya como quince veces en público que para mí ETA es una banda fascista y asesina. Creo que más claro no se puede ser. Obviamente, si pensara que la película blanquea ETA, no la proyectaría", ha dicho Rebordinos al término de la presentación a los medios del plan de sostenibilidad del certamen.
Rebordinos ha insistido que es "no es una película pro ETA, no apoya a ETA para nada, no tiene nada ilegal. Es que no lo entiendo, sinceramente. Me parece que es de una falta de rigor intelectual brutal". Lejos del sentido de las reclamaciones, se trata de "una película muy interesante por muchas razones: arranca con una víctima y acaba con una víctima", defiende el director.
En este sentido, "creo que es una declaración de principios que la primera palabra y la última se le den a una víctima", ha señalado. Entre los firmantes citados anteriormente, "hay gente a la que tengo aprecio, incluso personal", ha reconocido el director. "Me sorprende mucho cuando se dirigen a nosotros a través de la prensa", ha resaltado.
El director del Festival ha dicho que entre quienes han visto el documental en pases privados, gente de "ideologías muy diferentes", no ha saltado "ninguna alarma". Del mismo, algunas personas que piden que se retire han rehusado verla cuando se les ha ofrecido esa posibilidad. "No quieren, porque si la ven, ya no tienen argumentos para decir que es una película que blanquea a ETA".
"Todo el mundo va a poder verla con normalidad. Veréis cómo luego gran parte del globo se desinflará, como pasa siempre", ha afirmado Rebordinos, que ha recordado el caso de La pelota vasca, la piel contra la piedra", de Julio Médem, cuya inclusión en la programación del festival hace dos décadas generó una importante polémica antes de su estreno en el certamen donostiarra.
El comunicado del festival
El responsable de la cita donostiarra ha indicado que el festival no ha recibido "directamente" el manifiesto, así que en la tarde de este martes ha emitido un comunicado para los medios de comunicación, "a través de los cuales he tenido conocimiento del texto", ha matizado. "No compartimos su opinión respecto a que se deba retirar [el documental] de la programación por el hecho de que tenga como protagonista a Josu Urrutikoetxea y que éste haya tenido muy altas responsabilidades en la trayectoria de la banda terrorista ETA".
Según Rebordinos, el firmante del propio comunicado, "el cine es fuente de la historia y se ha ocupado a menudo de llevar a la pantalla a protagonistas y perpetradores de episodios de violencias injustificables". Tras citar ejemplos de películas como Shoah (Claude Lanzmann, 1988) o The Act of Killing (Joshua Oppenheimer, Christine Cynn, 2012), ha insistido en que "la no ficción que ahora nos ocupa ni justifica ni blanquea a ETA porque este festival no proyectaría una película con esas premisas". Y es que "dar la voz no es ni mucho menos dar la razón", ha dicho.
Por último, Rebordinos ha considerado que la película "ha de ser vista primero y sometida a crítica después y no al revés". Y se ha despedido con una oferta: "Estaríamos dispuestos a realizar una proyección privada previa a un grupo reducido en su representación".