Trabajó para los grandes maestros del cine como Buñuel, Hitchcock o Godard y protagonizó más de 230 películas a lo largo de siete décadas, el actor Michel Piccoli, icono del cine francés, falleció a los 94 años por un accidente cerebrovascular el pasado 12 de mayo, según ha informado su familia hoy.
Nacido en 1925 en París, Michel Piccoli era hijo del violinista de origen italiano Henri Piccoli y la pianista francesa Marcelle Expert-Bezançon. Formado en la prestigiosa escuela de interpretación Simon de París, comenzó su carrera actuando en teatro y como secundario de múltiples películas hasta que su trabajo en El desprecio, de Jean-Luc Godard, donde formaba pareja junto a la actriz Brigitte Bardot, le catapultó a la fama en 1963. Apenas un año después, el actor se puso bajo las órdenes de Luis Buñuel en Diario de una camarera, con quien ya había coincidido en 1956 por primera vez en La muerte en este jardín. Fue precisamente con el director español con quien el intérprete filmaría algunos de sus títulos más importantes, entre los que se incluye Belle de Jour, La vía láctea, El discreto encanto de la burguesía y El fantasma de la libertad.
Leyenda del cine galo, a lo largo de su carrera, Piccoli trabajó también para otros maestros como el propio Godard en Pasión (1982), Claude Sautet en Las cosas de la vida (1970) o Max y los chatarreros (1971), Marco Ferreri en Dillinger ha muerto (1969) o La gran comilona (1973), además de con Jean Renoir (French Cancan, 1955), Jacques Rivette (La Belle Noiseuse, 1991), Alfred Hitchcock (Topaz, 1969) o Luis García Berlanga en Tamaño natural.
En 1980 obtuvo el premio al mejor actor por su intervención en Salto en el vacío, de Marco Bellocchio, y el Oso de Plata en Berlín por su labor en Une étrange affaire (1982). Cuatro veces candidato al César y dos al premio Molière, su última interpretación importante fue en Habemus Papam de Nanni Moretti en 2011 y su última aparición fue en 2014 en Le goût des myrtilles (El sabor de los arándanos), de Thomas de Thier.
Piccoli deja tras de sí una generosa carrera de setenta años que le llevó además de por la gran pantalla por los escenarios y la televisión también. Fue además productor, director y guionista.