Agustín Díaz Yanes: Siempre me ha interesado el cine negro
Lo mejor de 2008: Cine nacional
31 diciembre, 2008 01:00Agustín Díaz Yanes conversa con Ariadna Gil en el rodaje de Sólo quiero caminar
Había grandes expectativas ante el estreno de la segunda parte de Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto (1995). No en vano, Agustín Díaz Yanes ganó ocho Goyas en 1995 con esa emblemática producción protagonizada por Victoria Abril. Más de diez años después, Abril retoma el papel de Gloria Duque pero como secundaria en un filme coral en el que Ariadna Gil, Elena Anaya, Pilar López de Ayala y la propia Abril forma un grupo de aguerridas ladronas. A caballo entre México y España y con la mafia como telón de fondo, Sólo quiero caminar reflexiona sobre asuntos como la soledad o la amistad en un mundo cada vez más globalizado.
-Sienta de maravilla. Me ha hecho mucha ilusión. Con esta película he procurado leer muy pocas críticas, es una costumbre que tengo desde Alatriste, y de repente este reconocimiento me viene muy a nuevas.
-¿Por qué no lee críticas?
-Porque al final te obsesionas mucho y no vale la pena. Antes era distinto porque sólo se publicaban muy pocas críticas en los periódicos grandes, pero ahora hay críticas por todas partes. Es mejor no hacerse mala sangre. Aunque supongo que ahora, que ya ha pasado un tiempo, me las leeré para ver si aprendo algo.
Evolución creativa
-¿Era un reto muy grande continuar una película tan exitosa como Nadie hablará...?
-Cuando has hecho un filme de éxito y realizas una continuación parece que llevas un sambenito. A la gente a veces le cuesta entender que los artistas vamos evolucionando y que no vamos a hacer la misma película que les gustó hace un montón de años.
-¿Cómo surgió esta secuela?
-De una forma muy espontánea, no es que yo me pusiera a escribir una continuación. Yo tenía la historia de estas chicas ladronas y, un día, hablando con Victoria le dije que estaría bien que su personaje fuera la misma Gloria Duque. Ella estuvo encantada porque así se ahorraba inventarse un pasado para el personaje. Nunca pensé que este detalle fuera a tener tanta repercusión.
-"Sólo quiero caminar" es una película atípica en el cine español.
-Yo siempre he sido un poco raro. Es evidente que no estoy en el mainstream del cine español, que tiende a ser muy intimista. Mis influencias son otras. A mí siempre me ha interesado mucho el cine negro y el submundo. De las películas que tengo en casa, más de dos mil, la mitad son de cine negro. Sin duda, El Padrino y Uno de los nuestros son mis películas favoritas. Ni puedo contar la cantidad de veces que las he visto.
El coste de la acción
-La mafia, por ejemplo, no es muy habitual en nuestro cine.
-Realmente no está insturada artísticamente, y desde luego no es porque no exista. El problema, en parte, de este tipo de películas con acción y tiros es que son caras. Creo que hay muchos temas que quedan por tocar en el cine español relacionados con la delincuencia, como el tráfico de personas en el Estrecho o la corrupción inmobiliaria. Ahora parece que se van a producir más TV movies y será un buen momento para hablar de estos temas.
-¿Cómo fue la experiencia de rodar en México?
-México D.F. es una ciudad fabulosa para rodar. Tiene una arquitectura extrañísima y una atmósfera muy interesante en la que parece que puede pasar cualquier cosa en cualquier momento. Hay algo salvaje en esa ciudad que le iba muy bien a la película.